Mi Amor Inmortal [Trilogía Amores Inmortales]

Capítulo 1

Capítulo 1

Juliette... Juliette... Aquel nombre se escuchaba desde lejos mis ojos quieren abrirse pero es más fuerte la pesadez; Hacía ya bastante tiempo que no escuchaba nada, era un lugar oscuro sin voces ni pensamientos, un fuerte zumbido, un destello brillante, y sus ojos nuevamente frente a mí, me recuerdan esa noche... la noche en que fui creada en esto.

La noche está oscura, no hay ninguna luna que la ilumine, tengo un poco de miedo y no entiendo por qué he recorrido este camino en tantísimas ocasiones, — Estás acostumbrada me repito — reconozco las cosas como un gato; Las hojas de los árboles se oyen moverse con el viento. Los búhos hacen la sinfonía de cada noche, escucho hojas crujir cerca de mí y de pronto él, un caballero se posa de frente, sus ojos cafés me atacan como dagas, no puedo bajar la mirada, analizo sus rasgos, su cabello negro como la noche, parece llevarlo amarrado en una especie de cola de cabello baja, su piel es pálida, se acerca sigilosamente a mí puedo sentir su respiración fría que hace erizar cada centímetro de mi piel

— Juliette ¿cómo has estado? — pregunta con una voz demasiado hipnotizante que no logra que pueda siquiera responderle

No recuerdo en mi vida haberlo visto pero su rostro se me hace tan familiar como si lo hubiese visto en un sueño, de esos sueños tan vividos que sientes que puedes tocar el rostro de esa persona y hasta sentir su respiración sigo contemplando su belleza no hay manera en la que yo pueda moverme

—Así que me reconoces Juliette si es así entonces no será tan difícil...

Se acerca a mí lentamente su mirada y su aspecto me hacen estremecerme a cada instante; me rodea con su brazo; no puedo hacer nada y quiero defenderme pero no encuentro la manera me hace sentirme sin fuerzas sé que algo está mal pero no tengo ni la más mínima intención de irme de su lado. Su olor es irresistible y de pronto un dolor proveniente de mi cuello que se vuelve placentero como si fuese un beso en el cuello, mis fuerzas se van, siento que muero, caigo de rodillas, me estoy desvaneciendo, lo veo ahora encima de mí, sonríe con sus dientes afilados, me revuelco del dolor, rompe su camisa de la manga y muerde su muñeca, veo como la acerca, como sangra y me pide —por favor bebe— me niego —¿Qué demonios está haciendo? — Me pregunto, lágrimas comienzan a salir de mis ojos no quiero, me niego, pero me obliga, en mi boca, un sabor único, exquisito, no había
probado algo tan delicioso en mi vida, me hacía querer más de lo que ese hombre me había dado

Juliette... Juliette... repetía aquel hombre, abrí los ojos, y de pronto nada fue lo mismo. 

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