Capítulo 7

45 8 0
                                    

 El tiempo sin él me parecía eterno; es como si se convirtiera en una necesidad que mi corazón me pedía a gritos, así que como si fuese una maldita adicción en cuanto el sol se ocultaba iba en su búsqueda.

—Juliette —Grita Abrecht detrás de mí, giro a su encuentro y descubro que viene acompañado... el joven de los ojos turquesas.
—Te presento a Am. —Toma mi mano besándome el dorso como todo un caballero, típico de los creados hace siglos, esto no es algo habitual en la gente hoy en día
—Mucho gusto Juliette —sonríe mostrándome su maravillosa dentadura y sus afilados colmillos, es apuesto, incluso su presencia es demasiado imponente.
—Am estará apoyándonos por aquí por órdenes de Nahima, le estoy mostrando la ciudad.
—¿Eres nuevo por aquí? —pregunto fingiendo no recordarlo.
—Se podría decir, viajo constantemente a medida que se puede, pero llevo poco tiempo de regreso en la ciudad, tú lo sabes, debemos pasar desapercibidos —guiña el ojo
—Me pareció haberte visto anteriormente —le recuerdo
—Así es, disculpa si no pude quitarte la mirada de encima, pero eres muy hermosa. —Abrecht carraspea y Am solo ríe de manera masculina; no sé que responder, solo lo observo como si fuese mi cuadro favorito.
—Es momento de irnos Am — interrumpe Abrecht, el hombre que me acaban de presentar toma nuevamente mi mano mientras se acerca a mi rostro, sus labios se acercan a mi oreja, y me siento como una presa fácil, es apuesto, y lo que acababa de decir resuena en mi mente
—Fue un placer bella Juliette —Mi piel se eriza al escuchar su voz tan cerca de mí, él parece notar que me pone nerviosa y siento incluso que lo hace a propósito, él parece que sabe el efecto que causa en mi

Alguien me toma por sorpresa rodeando mi cintura y me gira hacía él. ¡Esos hermosos ojos cafés, ese cabello rizado que parecía cobrar vida por sí mismo de lo rebelde que era!

—¡El tiempo me parece que pasa tan lento cuando no estoy junto a ti! — Dice Alexander hundiéndome en su pecho.

Junto a él odiaba ser quien era, ¿Qué no daría por ser diferente y poder ser parte de su vida? Amaba pasar el tiempo con él, me hacía olvidarme de todo, pero al final de la noche, odiaba mi ser, mi vida, y era un vaivén de sentimientos que no me hacía nada bien. Toma mi mano y comienza a caminar, adoraba que tomara de mi mano, me hacía sentir segura, como si nadie pudiera tocarme o hacerme daño, Llegamos hasta su automóvil e invita a subirme.

—¿Tienes tiempo? — pregunta —demasiado diría yo respondo mentalmente
—¿por?
—Quiero salir de la ciudad esta noche, se me ha ocurrido algo, y pensando en que tus papás están de viaje... ¿quieres ir conmigo?
— Si — respondo rápidamente sin saber qué es lo que planea

Maneja por carretera un par de horas y me gusta esta sensación de estar con él, reímos y hablamos en el camino; llegamos a un pueblo con calles empedradas y casas bastante pintorescas, las luces tenues del lugar lo hacían verse mágico y parecía ser parte de un sueño,

—¿Te gusta el lugar?

—Claro es muy bello — respondo

Bajamos a caminar por la plaza principal, hacía ligeramente un poco de frío pero él a mi lado y abrazándome lo dejaba pasar por alto, su risa, su mano cálida, su sola presencia traía a mi vida calma.

—Quería venir contigo, tú y este lugar son mágicos, y estoy buscando inspiración.
—¿Qué es lo que ves en mi Alexander? —pregunto con temor, porque no entiendo porque quiere estar conmigo.

Me observa detenidamente, hace un mechón de mi cabello largo negro detrás de mi oreja y después de un largo suspiro respondió.

—Intento describirte en cada uno de mis libros, pero aún no encuentro las palabras exactas para hacerlo, Eres muy bella —dice acariciándome el rostro—– Me encanta verme reflejado en tus grandes ojos verdes, tu cabello largo y negro te hace ver muy femenina, tu piel morena ¡Me fascina! Pero independientemente de que físicamente eres bellísima, tienes un toque de magia que no puedo con él, eres misteriosa, trato de descifrar quien eres y aunque siento que te conozco perfectamente, de pronto me topo con pared y siento que no conozco absolutamente nada de ti, ese misticismo, me hace sentir como un niño pequeño a lado de ti si supieras todo lo que has despertado en mí, tendrías miedo incluso de mis pensamientos.

Paseamos por el lugar, por varias horas, tontéabamos como novios mientras caminábamos por esas calles, sabía que no tardaba en amanecer y eso me preocupaba, la noche se había pasado volando entre platicas, recuerdos, sueños por lograr de su parte, me encantaba escucharlo tan jovial, tan lleno de vida, de ilusiones, quería ser parte de su vida, pero sabía que eso no podía ser, sin embargo, trataba de disfrutar todos esos segundos que pasaba con él.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 24 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Mi Amor Inmortal [Trilogía Amores Inmortales]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora