La vergüenza se había apoderado de todo mi rostro. El mismo sentido arácnido no había detectado que la puerta estaba abierta y que ella estaba recostada sobre el marco de la misma; por lo que sentí susto y vergüenza, sobre todo al identificar cierto tono coqueto de su parte. ¿Acaso podría ser que...? No, definitivamente no había chance de ello.
Me coloqué rápidamente una remera y me di media vuelta, observando de frente a una Wanda más bella que de costumbre, con un clásico vestido de noche, ni muy elegante ni llamativo, aunque resaltaba la figura de ella pero sin que sea algo vulgar, manteniendo la clase que la caracterizaba.
—Knock, knock ¿Quién es? ¡Oh, Wanda! Un minuto. Sí, adelante. Puedes pasar —Exclamé sin responder aquello que ella había preguntado, aunque estaba seguro de que había escuchado perfectamente—. ¿Sucede algo, Wanda? —Musité ahora fuera de toda broma, quizá había pasado algo y por ese motivo ella estaba en mi habitación.
—Sí, sucede —Profirió una Wanda totalmente seria; para luego echarse a reír y adoptar una actitud más relajada y despreocupada—. Sucede que tengo hambre. Tantos viajes me ha abierto el apetito. ¿Quieres ir a cenar conmigo? —Preguntó una confiada Wanda, aunque algo tímida en el momento de preguntar aquello.
Ella sentía interés por Peter pero todavía estaba buscando descubrir cómo qué. Si bien era solo un niño y ella ya estaba en sus treinta, la diferencia no era lo suficiente importante como para que se preocupe o sienta vergüenza. Wanda sabía que lo que había tenido con Visión era algo que ya había pasado y la mejor forma de rememorar a Visión era siendo feliz; ya que su dolor había sido causante de mucho más dolor y ella no quería que eso sucediera de nuevo.
—Claro —Contesté con una sonrisa, sorprendido por el hecho y bastante interesado en la propuesta, aunque por dentro estaba absolutamente nervioso y tímido—. ¿A dónde me llevas? —Dije tratando de expulsar todos los nervios que tenía y buscando calmarme, para evitar el ridículo.
Yo había pasado por muchas situaciones en un período de tiempo muy corto y de las pocas alegrías que tuve, fueron arrebatadas por la decisión que tomé de hacer que Michelle olvidara a Spiderman y borrara sus recuerdos conmigo. No quería poner a nadie en peligro y quería mantener las cosas en cierta normalidad.
Si bien había sido algo doloroso y que me había quitado durante un tiempo la sonrisa; comprendí que esto era lo que tenía que hacer y simplemente lo hice, sin cuestionar nada y abrazando el destino que tenía por delante.
De lo nuevo que me trajo el destino, Wanda era sin duda alguna, lo más disruptivo y extraño. En todo el entrenamiento como líderes de los Vengadores habíamos hablado muchísimo y pasamos más de una madrugada juntos hablando de todo; por eso no necesitaba hablar con ella para lograr comprender, yo sabía escuchar.
—Oh, ¿en serio? Eso es genial. En marcha, entonces. Será sorpresa —Dijo Wanda bastante sorprendida por la situación. Ella no era una mujer que supiera demasiado cómo hacer para coquetear con alguien cuando esa persona le interesaba, así que su gesto de sorpresa era aún mayor y era completamente honesto. Se acercó más hacia él en un acto que parecía estar fuera de lo que ella haría normalmente, aunque se detuvo a una distancia prudencial; ella no avanzaría demasiado hasta no saber que era lo que pasaba por la cabeza de él.
—Andando entonces —Respondí ante lo que ella dijo estando de espaldas con las manos en mi bolso, colocando de una forma más ágil algo de perfume en mis muñecas antes de darme vuelta para observar como ella se había acercado más a mí, lo cual generó una sonrisa algo nerviosa ante la proximidad ¿Qué era lo que estaba tramando?.
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[SpiderWitch I ] Contigo, a donde sea.
RomanceACLARACIÓN/DISCLAIMER : Tiene en cuenta toda la línea cronológica del Universo cinematográfico de Marvel hasta la fecha y los cambios/alteraciones son meramente por propósitos argumentativos. En la historia, Wanda tiene 30 años y Peter tiene 23. Est...