[SpiderWitch I ] Contigo, a donde sea.

Capitulo IV : Viejos conocidos

«Berlín, Alemania. 30 de Septiembre del año 2024.

Reporte de seguridad de sobre el interno 120895; Helmut Zemo.

El individuo se encontraba en su celda de contención durmiendo como todos los días, en donde no se le facilitaba ningún tipo de lectura o actividad fuera de la misma, lo cual parecía no importarle ya que no presentaba signos de respuesta ante las burlas que los oficiales solían realizar o ante los comentarios que periódicamente el General Ross hacía cada vez que lo visitaba.

Tras el chequeo médico mensual, se diagnosticó al paciente 120895, Helmut Zemo, con depresión; por lo que se indicó que recibiera los cuidados previos para que no se viole ningún estatuto de la convención mundial de los derechos humanos, ya que se habían presentado muchos casos en los últimos años que obligó a los gobiernos a prestar aún más atención a aquellos casos.

Cierto día, un nuevo psiquiatra enviado desde Sokovia, una presunta eminencia en el campo de la depresión y con numerosos pacientes que habían recuperado su plena actividad y habían vuelto a ser útiles para el sistema, se presentó en las instalaciones dispuesta a evaluar al interno. Se arreglaron todas las comodidades para que se pueda concretar la entrevista, la cual debía ser monitoreada por la seguridad de la prisión y debía ser con una distancia prudencial entre ellos.

A pesar de que todos los cuidados se habían tomado, no se contaba con el factor sorpresa; que ella fuera una infiltrada que presuntamente trabajaba para Zemo, ya que apenas entró lo que hizo fue asesinar a los guardias que estaban allí, mientras la energía en la central se iba. Al activarse la energía de emergencia Zemo se encontraba fuera de la celda, mientras que los guardias no podían usar sus armas —de raíz electrónica, ya que eran de avanzada— porque las mismas no funcionaban, lo que fue conveniente para Zemo y la muchacha, quienes escaparon en una lancha médica habiendo acabado con todo el personal que allí se encontraba. »

El informe estaba en las manos del general Ross, quien lo hizo un bollo con su mano derecha.

Narra Zemo:

Durante mucho tiempo se dijo que el Blip había hecho un antes y un después en el mundo, que las perdidas habían sido graves para las personas que se quedaron, para las que se fueron y para las personas que jamás regresaron —mentalmente hablando—. Sin embargo, es algo curioso pensar así y no recordar todas las penas por las que el mundo ya venía sufriendo desde hace tiempo; las decenas de familias que enfrentaron turbulentos destinos por culpa de decisiones de personas que se creían por encima del status quo de una sociedad: Los Vengadores.

Luego de la batalla de Sokovia, a nadie le importó más la situación del país. Era como si hubiéramos sido noticia por la situación y luego utilizados como marketing de una campaña política del mismo país que promovió los dioses sobre la tierra desde su creación; el mismo Estados Unidos que alentó y creó el programa del suero del súper soldado o que le permitió a Stark Industries generar tanto dinero con la guerra a costa del sufrimiento de otros seres humanos.

El mundo es un lugar hipócrita e inhóspito, los villanos son vanagloriados con estatuas, monumentos y cientos de documentales donde se relata su grandeza; mientras que los héroes son olvidados, recluidos o asesinados, para así poder cubrir todos los cabos sueltos de esta sociedad. Afortunadamente, todavía existía algo de esperanza para esa sociedad y la prueba de ello era la gente que me había ido a rescatarme, una organización altamente organizada y con el mismo odio hacia los Vengadores y todo lo que representan. Que yo, es más, en ese momento estábamos viajando hacia la guarida donde ellos se encontraban, donde conocería a su líder.

Según lo que me habían comentado durante el viaje hasta tierra firme, su nombre era Flagsmashers y eran una organización que abogaba por eliminar el patriotismo de las naciones y las enemistades principales y radicalmente contra los Estados Unidos. Estos se interesaron bastante en mi trabajo durante años y cuando finalmente averiguaron la forma para sacarme de aquel lugar en el que estaba encarcelado, no lo dudaron ni un momento y me condujeron inicialmente hasta tierra firme donde tomaríamos un vuelo hacia la guarida donde ellos y su líder me estarían esperando para poder poner manos a la obra con la Operación ULTIMATUM.