Capítulo 6

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Luego Hinata bajó el rostro y se aferró a Naruto en un abrazo. Él la rodeo con sus brazos mientras le acariciaba la espalda.

-Este es el adiós -dijo Hinata.

-¿Adiós?

Naruto sentía que su corazón se rompía en mil pedazos y su cuerpo se quedaba sin fuerzas.

-Si

Hinata lo miró a los ojos que ahora estaban llorando de nuevo y le sonrió.

Naruto la abrazó y besó por última vez.

Y ella se desvaneció entre sus manos.

"Cuando me extrañes cierra tus ojos y yo estaré contigo"

Despertó en su cama gritando asustado.

-¡Hinata!

Pero ella ya no estaba. Nunca más volvería a estar con él.
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Después de haber despertado en la madrugada luego de ese sueño con Hinata ya no pudo dormir otra vez.

Un sueño que parecía tan real. Que aunque había sido tan doloroso porque era una despedida le había servido para liberar su alma de mucho peso por sentirse tan culpable no solo con ella sino también con sus hijos.

Haber visto a Hinata lo hizo tan feliz aunque fuera solo unos minutos. Apreciaría esos momentos por siempre.

Se limpió las lágrimas porque Hinata quería que él fuera feliz. Aunque por dentro sufriera, mostraría una sonrisa para sus hijos.
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Los rayos del sol atravesaban su ventana y lo "despertaban" aunque en realidad no durmió nada.

Pensó mucho en Hinata y en sus hijos. Esas horas de desvelo le sirvieron también para buscar la forma en que iba a ver a su hijo y revelarle todo lo que había pasado.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando escuchó a su hija salir de su habitación.

La niña hacía ruido en la cocina.

Seguramente su pequeña estaba intentando prepararle el desayuno. Sonrió y se levantó de la cama para ayudarla.

Se dirigió a la cocina y vió a la niña ahí.

-Buenos días papi. Hima hará el desayuno.

-Papi te ayudará.

Después de unos minutos la mesa ya estaba servida con panqueques, además de fruta, leche para Himawari y un café para Naruto.

El rubio comió con gusto como no lo hacía desde hace tanto tiempo.
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Lavaron todo lo que ensuciaron en la cocina y ahora era tiempo de ir a ver a su hijo.

-Hima, ya es hora cariño. Iremos al hospital a ver a tu hermano.

A la pequeña niña se le iluminaron los ojos, tan azules como los de su padre.

-Gracias papá, extraño mucho a mi hermano.

-Yo también hija. Ve a cambiarte el pijama.

Hima corrió a su cuarto a cambiarse de ropa.

Unos minutos más tarde ya estaban camino al hospital.

Naruto sentía que ahora iba a enfrentarse a algo mucho peor que una batalla con un enemigo.

La situación de Boruto había sido crítica. A pesar de que Hinata dio su vida por él, estaba en una condición tan delicada que tuvo que ser inducido a un coma por todo el daño que presentaba su cuerpo.

Una vida sin  tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora