Capítulo 7

1.4K 125 41
                                    


Hacía casi una hora que estaba en su habitación. No podía dormir. Su mente viajaba en sus recuerdos.

Cerró los ojos de nuevo y escuchó un llanto. Era su hija. Sé levantó de la cama para ir a verla.

-Hima ¿qué pasa cariño?

-Es que yo soñaba con mamá y cuando desperté ella ya no estaba conmigo.

-Papi, la extraño.

-Yo también.

Himawari es la que pasaba más tiempo con Hinata. Al ser pequeña aún no había entrado a la Academia Ninja y pasaba todo el día con su madre.

Naruto se acercó para sentarse en la cama de su hija. Acarició los cabellos de la niña y le sonrio.

-Tengo una idea. Cierra los ojos e imagina que mamá y yo te estamos abrazando.

Se acostó a un lado de Himawari y la niña se aferró en un tierno abrazo a su padre hasta quedar dormidos los dos.

.
.
.

Despertó a la mañana siguiente y  aunque había dormido mal porque la cama de su hija era muy pequeña para él, todo eso valía para que la niña estuviera mejor.

Se soltó del abrazo de su hija y le dio uno de sus peluches para que abrazara. Le besó la frente y salio de la habitación para dirigirirse a la cocina a tratar de hacer el desayuno para los dos.

Después de varios intentos estaba por rendirse. Todo se le quemaba.

-Papá, buenos días.

-Buenos días Hima.

-Yo te ayudo papi.

En unos minutos gracias a Himawari ya tenían un desayuno decente.

Después de comer se dedicaron a limpiar la casa.

Juntos observaron orgullosos su trabajo. La casa volvía ser un hogar. Lleno de luz.

Ahora Naruro tenía que volver a la oficina. Himawari había preparado una pequeña maleta porque iba a pasar unos días en casa de su abuelo y tía.

Pero ahora las cosas eran diferentes. Porque sabía que su papá iba a ir por ella muy pronto.

Naruto miraba con tanto orgullo a Himawari. Su hija se veía tan repuesta y sonriente. Sabía que lo había pasado muy mal cuando habló con su suegro. La niña al principio no quería comer y lloraba mucho por su madre. Estaban muy acostumbradas a estar juntas y perder a su madre siendo tan pequeña era un dolor constante. Cuanta falta le había hecho él como padre. Aún no se perdonaba a si mismo por dejar tanto tiempo sola a si hija. Eso no era lo peor. Sino los primeros días después de la muerte de Hinata.

Recordaba con pesar su comportamiento. Deprimido y enojado todo el tiempo. Himawari trataba de buscar consuelo con él y Naruto estaba tan destrozado por dentro que no era capaz de darle un abrazo a su hija.

Y mirar ahora a Himawari esforzándose por seguir adelante. Perdonándolo de inmediato. Y volviendo a ser una familia.

.
.
.
.

Como si sus párpados le pesaran demasiado abrió sus ojos azules muy lentamente, pero las fuertes luces blancas le lastimaban. Intentó cubrirlos con sus manos pero era inútil. El brillo aún le molestaba.

Quiso bajar de la cama pero aún no podía moverse con facilidad.

Ya no lo soportaba. Quería irse de allí. Odiaba el hospital. Cerró de nuevo los ojos hasta que una enfermera entró.

Una vida sin  tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora