Don't Forget Me

Marineford

Luffy había podido liberar a Ace y trabajaban duro, juntos, para salir de ahí lo antes posible. Pero las cosas no salieron como lo esperaban. Akainu, empezó a provocar a Ace, y este cayó en su trampa, deteniéndose y decidido a enfrentarlo. Luffy intentó hacerlo entrar en razón para que siguiera corriendo más sus intentos fueron en vano, Ace no iba a dar su brazo a torcer. Luffy ya no tenía fuerzas y cayó de rodillas al suelo, y aprovechando el momento el usuario del magma fue a por él. Ace, al darse cuenta de esto, intentó protegerlo con su cuerpo, sin embargo, con las pocas fuerzas que le quedaban, Luffy se movió rápidamente quedando frente a su hermano mayor siendo atravesado por el puño de magma del almirante.

—Luffy— Ace estaba totalmente aturdido, no podía, ni quería, creer lo que estaba frente a sus ojos.

—Tú, tienes que vivir Ace, tú tienes que ser feliz— le dijo el pequeño pelinegro, con una enorme sonrisa, a su hermano, quién no dejaba de derramar lágrimas, no podía detenerlas, y no era el único, el vicealmirante Garp también estaba totalmente consternado.

Luffy quiso decir algo más pero antes de que pudiera hacerlo, Ace, consumido por la furia, la angustia, la tristeza y la impotencia acabó con todo lo que tenía por delante, y justo a su abuelo, que en el momento que vio a su nieto con su pecho atravesado olvidó por completo cuál era su lugar allí, atacaron a ese almirante con todo lo que tenían, logrando dejarlo inconsciente más no pudieron acabar con su vida. Luffy realmente quería decir esas palabras.

—Oi, Jimbe— llamó al gyojin que se encontraba cerca de él y habló con su último aliento—Diles, a mis nakamas, a Ace y al abuelo, en mi barco, en la funda de mi almohada, diles, que deben mirar ahí. ¿Sí? Por favor.

—De acuerdo, se los haré saber.

—Ya veo, gracias— sonrió en grande, una sonrisa que Ace y Garp se habían arrepentido de no haber podido ver—En serio, muchísimas gracias a todos— susurró para sí, y finalmente dio su último suspiro para caer por completo sobre el frío cemento, en ningún momento había dejado de sonreír.

Shirohige y todos sus piratas, estaban realmente petrificado, no sabían que hacer, y no sabían cómo detener a Ace. Pero no tuvieron que pensar mucho, pues en ese momento, justo después de que el capitán de los sombreros de paja dejara este mundo, el yonko pelirrojo hizo aparición en el campo de batalla, deteniendo la guerra. Aunque los gritos y llantos desesperados del comandante de la segunda división de Shirohige y el vicealmirante no pudieron ser detenidos hasta que ellos mismos se quedaron sin voz. Shanks también estaba muy dolido, nadie le había dicho que debía prepararse para el escenario que le esperaría al llegar, no estaba preparado para ver el cuerpo de ese pequeño pelinegro sin vida, ni para darle un último adiós, pero mantuvo la compostura. Sacaron a todos de allí, y entonces una vez en los barcos, Jimbe les dio el mensaje de Luffy a Ace y Garp, y no dudaron en dirigirse a Shabondy para buscar el barco del menor e intentar contactar a los nakamas de este.

Fue una semana después que todos los mugiwaras llegaron al lugar ya enterados de la situación por medio de los periódicos, más no fueron los únicos en aparecer, pues una peliazul que los novatos conocían muy bien hizo acto de presencia también, al igual que un rubio con una cicatriz en su ojo izquierdo y un hombre de cabello largo y negro con un tatuaje en la lado izquierdo de su rostro, a quién todos reconocieron como el padre de Luffy.

Ace había revisado la habitación de su hermano y busco bajo todas las almohadas para encontrar eso que se hermano quería que vieran, durante toda esa semana leyó una y otra vez, esa carta que su hermanito había escrito en caso de que muriera en batalla y no pudiera despedirse apropiadamente.

El barco ya no se encontraba en Shabondy, por el contrario lo habían movido para que la Marina no fuera tras ellos. Garp había sido despedido por traición, y él estaba más que bien con eso. Tanto él como el joven pecoso, se sorprendieron cuando vieron al rubio y al hombre pelinegro llegar en un gran barco, tenían muchas dudas, Ace quería hablar con ese rubio pero simplemente le dijo "creo que tú y yo tenemos que hablar, pero ahora no es momento". A pesar de haber pasado ya una semana Ace no había dejado de llorar ni un solo día. Se encaminaron todos juntos al lugar en el que habían sepultado al pequeño capitán, y entonces Ace habló en nombre de su hermano.

—Él... Dejó esto— les enseñó a todos un sobre—Es una carta de despedida, para todos sus nakamas, el abuelo, su padre, Shanks, Dadan, Sabo y para mí, yo ya la leí, así que permítanme leerla para ustedes...

Todos los nombrados le pusieron toda su atencióny entonces Ace empezó a leer.

Yellow Lil