Sick [fma/royed]

Cap VII

"Duda que sean fuego las estrellas, duda que el sol se mueva, duda que la verdad sea mentira, pero no dudes jamás de que te amo."

(William Shakespeare)

- Hey mocoso, tengo buenas noticias

- Demonios, te he dicho que no me digas así, ¿O es la edad que te permite no escucharme? - mencionó el rubio

- Tenemos casi la misma edad - contesto molesto el azabache - en fin a lo que venía, tu psicólogo, mi amigo Havoc, será quien cuide de tí  - mencionó

- Y tu...¿Seguirás siendo mi doctor? - pregunto algo nervioso y tímido, el hombre le miro y sonrió de forma tierna

- Llevo atrapado contigo 4 meses - se acercó lentamente hasta quedar frente al rubio encontrándose con sus ojos dorados - aún no tengo tantas pruebas como las que necesito, pero independiente de eso - puso sus manos en el rostro de Edward y este puso sus manos sobre las de Mustang, con cuidado - no te abandonaré ahora - mencionó mientras acariciaba su rostro, el rubio se dejaba acariciar mientras veía atento a los ojos de Roy.

- Cuatro meses de conocernos...y porque siento que...no te conozco - mencionó bajando las manos de Roy sorprendiendo a este

- ¿Que?

- N-Nada.. será mejor que te vallas, gracias por la noticia - se dió media vuelta para alejarse del azabache pero este le agarró de la mano y lo atrajo hacia el con un leve tirón haciendo que Edward quedará abrazado a él - ¿Q-que haces? - mencionó mientras su mirada se tornaba roja

- No dejaré que nada te pase

-Tu no puedes saber eso bastar...- fue interrumpido por los labios de Roy quien lo besó.

Edward quedó sorprendido ante la acción, no sabía cómo reaccionar y su mente se torno en blanco, pero a los pocos segundos se dejó llevar por el momento correspondiendo tímida y torpemente ante el beso.

No duro más de un par de minutos y se separaron, el azabache miro atentamente a a Edward y no pude evitar el reírse por el tono rojo de este

- ¿De qué te ríes? - pregunto molesto y nervioso

- Pareces un tomate

- Es tu culpa - mencionó dándose la vuelta sin  querer mirarlo - ¿P-porque me besaste? - pregunto

Roy comenzó a pensar y poco a poco si rostro fue tomando un leve color rojo

- Es...es por qué tú...- no sabía si hablar, se sentía nervioso - mm...creo que me gustas - hablo algo rápido, Edward lo miro sorprendido y se sorprendió más al ver ese color en Roy

- ... -hubo un silencio incómodo - también me gustas - hablo - pero no por eso seré amable - ante tal respuesta del rubio Roy comenzó a reír, se esperaba un fuerte rechazo y para su suerte no fue así, fue correspondido al estilo de Edward.

Esa noche Edward se acostó en su cama, miro el techo por largos minutos casi insignificantes, pero no, eran minutos gastados en la reflexión, en dónde su mente daba vueltas tranquilamente pensando en los últimos 4 meses.

Su vida fue miserable y daba gracias a si hermano por creerle y contactar con. Estas personas, pero tenía miedo a que algo saliera mal, a qué está mentira fuera descubierta y todos entrará en problemas.

Cerró sus ojos lentamente, el sueño le había ganado y lo último en su cabeza fue como iba a acabar todo esto.

La mañana llegó, la rutina era la de siempre, medicamentos, psicología, salir al patio y ese tipo de cosas, lo que rompía aquella fastidiosa rutina era el romance que había surgido entre el "doctor" y el "paciente".

Claro que debían tener cuidado o ambos serían atrapados y no era la idea.

Por otro lado, Havock se veía cada vez más interesado en el chico pirómano, era una persona tranquila y algo misteriosa, le gustaba los juegos que incluían el pensar, de estrategia.

Y así nacieron dos parejas.

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Chicos, lamentó la tardanza y qué esté un poco flojo

Como regalo les dejo a un Edward sonrojado

No es un dibujo ultra profesional y está hecho a lápiz mina, pero espero les guste