Sick [fma/royed]

VIII

"aquí estaba yo... pensando que la magia no existía, y ahora eso es todo lo que veo cuando te miro"

-Ron Israel-

- Roy, no creo que sea necesario hacer esto tan pronto - mencionó el rubio con nerviosismo ya que el mayor se hallaba sobre el besando su cuello y metiendo sus manos traviesas bajo su ropa acariciando su cuerpo

- Está bien - mencionó alejándose - si no quieres hacerlo aún...puedo esperar - hablo sonriéndole, Edward se sentó en la cama y miro como su novio secreto se retiraba del cuarto.

Ya había pasado un mes desde sus confesiones y Edward sentía que se estaban alejando de los planes originales.

Kilian, caminaban tranquilamente por los pasillos viendo a la gente más insana que él, a él solo le gustaba quemar cosas, sabía que era peligroso pero creía que era más peligroso estar en ese lugar.

- ¿Podemos hablar? Mencionó entrando al cuarto de Edward, este lo miro extraño

- Claro, esto, es raro que vengas - mencionó, Edward siempre estuvo solo en es feo lugar y no negaría el hecho de que Kilian y el habían jugado un par de juego mentales en muchas ocasiones, pero de allí no había pasado nada más

- Lo se pero, el doctor...Roy es amigo de mi psicólogo ¿No?

- De Havock? ...si ¿Porque?

- Edward...me siento extraño últimamente, él y yo estamos pasando mucho tiempo juntos últimamente y me gusta la atención que recibo de él, pero me inquietan algunas cosas - mencionó sentándose en la cama a su lado

- Se más específico, no puedo entenderte si no me das los detalles - comento molesto

- Okay, tranquilo, allá voy - habló - Siento como si algo nuevo o perdido apareciera, a su lado me siento bien, me parece interesante, quiero saber más de él, me preocupa las cosas que hace, pienso en él todo él tiempo, quiero estar cerca, quiero escuchar su voz y ver sus ojos, mi estómagos e revuelve de pensar en su cercanía y mi corazón late cuando lo veo, no entiendo que pasa, si acudí a ti es porque se que eres el más inteligente en este lugar - se sinceró

- pff jajajajaja - se rió - no puede ser Kilian, pensé que eras más listo - continúe riendose de él, el pelirrojo se molestó y lo empujó de una patada botandolo de su cama

- ¡HEY!

- Vine a que me ayudes no a qué te rías - dijo molesto

- Ya se, ya se, se levantó del suelo y se sacudió - Te gusta, te enamoraste de Havock, pero lo lamento y te diré de ya que su deber como psicólogo es ese - mencionó - cuidar y proteger a sus pacientes - un pensamiento invadió su mente - tal vez...igual que Roy - se dijo para sus adentros

- Lo se, se que es su trabajo, pero me...hace sentir mejor, no quiero que más cosas por qué siento que mi pecho arde - mencionó aparentando su ropa

- Escucha Kilian, no quiero que te hagas falsas ilusiones, sobre todo por qué eres uno de los pocos cuerdos en este lugar, pero su deber es hacer sentir que uno es especial para poder evitar que quiera dañarse o dañar a otros, no es que en realidad le importes - Edward comenzó sentir triste y decepcionado - solo hacen su trabajo, no es que...ellos solo deben ayudar a todos - esas palabras parecía más para él, para él mismo reflexionar y le dolía pensar que Roy era parte de ellos

- Vamos a jugar ajedrez - mencionó Kilian sorprendiendo al rubio.

Para genios esta partida era interesante pero para los jugadores era más que un juego, se estaban contando una historia, una larga historia en la cuál contaban sus miedos.

Al finalizar el pelirrojo se fue y Edward quedó pensando

- ¿Edward? - se acercó Roy - ¿Que pasa?

- ¿En verdad me amas o es solo lastima?, Sabes...sería más doloroso si me enterará de eso después, quiero que seas honesto - mencionó dándole la espalda, su pecho apretaba con fuerza y estaba nervioso e inquieto

- Edward, yo llegue aquí con una misión clara, pero cuando te vi al final de ese corredor supe que algo me mantendría estancado, suelo ser orgulloso y no te daría la razón, pero mírame. Estoy perdiendo mi orgullo por ti, si eso no es amarte entonces no se que será - contestó el azabache, el rubio nunca se había sentido así antes, si eso era amor entonces le gustaba y quería seguir sintiendo esa sensación tan bella.

Se le acercó lentamente y lo abrazo, quería llorar pero en lugar de eso cerró sus ojos con fuerza y respiro hondo, Roy agarró su mentón haciendo que levantara su cabeza y lo besó.