Verónica Días

12 2 2
                                    

19/10/2021, 23:50, São Paulo (Brasil), Verónica es una chica de 21 años la cual ha sufrido demasiado desde muy pequeña. 

Ella había sido adoptada hace 3 años por una familia pequeña pero sobre todo peculiar, un padre, una madre y su hijo. El padre rondaba los 50 años y la madre los 47, jamás le habían revelado sus edades y menos sus nombres, en cambio su hijo tenía 23 años, el se lo había dicho. 

Como dije antes Verónica ha sufrido mucho no solo por haber vivido toda su vida en un orfanato, sino que también sufre de T.E.P.T. (Trastorno por Estrés Postraumático) y también es muda, ella no recuerda porque le ocurrió eso pero sabe que tuvo que ser algo muy fuerte para haberla dejado con trastornos psicológicos, muda y sin ningún recuerdo relacionado con eso que ocurrió hace tanto tiempo.

Al ser muda tiende a comunicarse con textos y con las palabras de otros.

Verónica se siente cómoda con Flavio (su hermano adoptivo), pero la relación con “sus padres” no es muy buena. 

Pero Flavio no es tonto, él ya se había dado cuenta que algo estaba pasando hace mucho tiempo.

Flavio-

- Toc Toc Toc, toco la puerta, se escuchan llantos detrás de esa puerta blanca que nos separaba. 

-¿Veronica, eres tú, estás bien? Me acerco a la puerta pero no escucho nada por unos segundos y derrepente escucho algo moverse dentro de la habitación así que decido abrir la puerta con mucho cuidado. Al entrar al cuarto lo primero que noto es que está tan oscuro que a penas veo por donde estoy caminando, doy un paso hacia delante con el pie derecho, iba descalzo, siento un pequeño pinchazo en la planta del pie derecho y doy un pequeño salto, no me dolió mucho así que sigo caminando. Y de ahí a encontrar el interruptor de la luz fueron 4 o 5 pinchazos más. 

Al encender la luz lo primero que hago es girar sobre mi propio eje, giro hasta llegar a la puerta por la que había entrado, miro al suelo y hay un camino marcado por sangre, me miro los pies y definitivamente era yo, estaba sangrando , vuelvo a mirar a mi alrededor y el suelo está lleno de vidrios, até cabos y en conclusión me he cortado con los vidrios que parecían de una botella, no le puse mucha atención a los cortes y seguí caminando. 

Hay otra puerta, debe ser el baño, jamás había entrado a su cuarto, estaba completamente prohibido acceder al cuarto del otro, pero hoy es diferente papá y mamá no estaban y algo estaba pasando y apuesto 6 millones a que no es nada bueno. cuando llego al escritorio, a la izquierda de su cama, escojo el libro más grueso que había, la portada era de color negro, con la mitad de una granada (Fruta) el centro de la portada, en la parte superior decía el título del libro: Sol De Media Noche, y en la parte inferior decía un nombre: Stephenie Meyer, supongo que era el nombre de la autora, la literatura en general no era lo mío. 

Agarro el libro con las dos manos y con mucho sigilo me acerco a  aquella puerta que también era blanca pero con un diseño diferente al de la puerta de la entrada, la puerta está cerrada pero no del todo, aparto unos centímetros la puerta y una tenue luz amarillenta se asoma por ella, decidido abro la puerta y esa luz se escapa por la puerta iluminando mi pálido rostro, no es tan potente pero sí lo suficiente para iluminar todo el cuarto, entro al baño y tras la cortina de la bañera se oculta una figura, sin pensarlo dos veces corro la cortina y por la sorpresa se me cae el libro de las manos golpeando mis pies dándome un leve dolor pero no me importa, lo que estoy viendo era mucho más doloroso, era ella, sentada dentro de la bañera, vestida, húmeda, llena de sangre, sus brazos cruzados sobre sus rodillas, y su frente sobre sus brazos, levanto su barbilla con mucha delicadeza y veo como lágrimas brotan de sus hermosos ojos color café y rápidamente vuelve a agachar la cabeza. 

-Eh… ¿qué pasó?... ¿por qué está todo lleno de vidrios y sangre?, no me responde, cuando estoy a punto de abrir la boca ella me extiende su mano izquierda, toda llena de sangre y cortaduras.

¿Que debo hacer?, ¿le digo la verdad o voy directamente al grano?, son preguntas que se repiten en mi mente desde que me dieron esta misión.

<<Ya ha sufrido demasiado, ahorrarle más sufrimiento lo hará más fácil>>

Aunque no quiera admitirlo, mi conciencia a veces tiene razón. -Hagamos esto rápido, ella me mira extrañada pero yo sigo a la mio, saco del bolsillo derecho de mi pantalón una jeringuilla no es muy grande pero igual se asusta, no me gusta mentirle pero es por su bien. 

-Es para “aliviar el dolor”, le digo, ella asiente pero en su cara puedo ver la desconfianza, puedo ver que no me cree, -tu solo confía… solo confía, es lo único que digo antes de inyectarle ese líquido transparente y ver como lentamente va cerrando los ojos.

La verdad es que no era un líquido para “calmar el dolor”, sino que era un líquido para dormir a la gente, esa es la única información que tengo, (00:00).

                                                                                    Lo que ayer era el presente, hoy es el pasado.

                                                                                    Lo que ayer era el futuro, hoy es el presente.

                                                                                Lo que hoy es el presente, mañana será el pasado.

                                                                                Lo que hoy es el futuro, mañana será el presente.

                                                                                    Lo que mañana será presente, hoy es futuro.

                                                                                   Lo que mañana será pasado, hoy es presente.

                                                                                                     Y así infinidad de veces.

Nueve lunasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora