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Antes que nada, daré un corto resumen de lo sucedido en el capítulo anterior, esto debido a que quizá hubieron algunas que no lograron leer totalmente lo narrado en el susodicho.
Jimin al ser invitado por su padre a la planta baja acepta aunque extrañado porque sintió vibras raras en su padre, abajo el hombre le habló del abuelo de Jimin, le dijo que él (el abuelo) era un monstruo y que los monstruos no podían ser conocidos, afirmó que él, al igual que su padre (abuelo de Jimin) tenían los mismo desvíos. Entre una cosa y la otra el padre termina abusAnd0 de Jimin; Jungkook baja al escuchar sonidos en la planta baja, y aunque al inicio intenta ayudar a su hermano, al final no lo logró porque el miedo lo paralizó. Jungkook terminó escondiéndose entre las sábanas y Jimin quedó abajo con su padre quien aún se aprovechaba de él.

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Un rayo que traspasaba las ventanas cerradas fue lo que despertó a Jungkook la mañana siguiente. La almohada que por la madrugada ensordeció sus sentidos estaba en el suelo, las sábanas envueltas en sus piernas pálidas, y por su rostro unos rastros de saliva y lágrimas secas, su cabello desordenado junto al rubor matutino de sus mejillas hacían ver aún cuan pequeño era el varón. Despertó con un fuerte dolor de cabeza, unas vibraciones punzantes hicieron que soltara unos quejidos al poner el primer pie fuera de la cama mientras el otro seguía enredado a la sábana. Jaló con fuerza para desenredarlo cuando unos quejidos que no eran suyos lo sobresaltó de sobremanera, entoces ahí, como un impacto doloroso en el pecho, recordó lo sucedido la noche anterior.

—¿Jimin?

Jungkook saltó hacia su hermano recostado a su lado, no sabía como él había llegado ahí pero era lo último que le importaba saber porque, a pesar que le horrorizaba saber que su padre había estado en su habitación y no se había dado cuenta, su instinto le gritaba que ahora lo único importante era Jimin. Quitó la sábana del cuerpecito que cubría al castaño para encontrarse que una pequeña figura dormía profundamente con los ojos hinchados y los labios rotos causa de unos mordiscos. El corazón de Jungkook se encogió en un sentimiento desconocido, era rabia con decepción, sin embargo, fue una decepción hacia sí mismo al recordar con claridad como había huido cuando Jimin lo necesitó.

—Jimin... ¿Estás despierto? Cachorrito...

La falta de respuesta hizo a Jungkook saber que algo estaba mal, por más que movía el cuerpo dormido de su hermano no había ningún tipo de reacción. Jungkook tenía miedo, miedo porque su hermano no respondía, y miedo por ver el rencor en sus ojos una vez despertado. En el fondo, en la inocente cabeza de Jungkook, el niño creía que si Jimin llegaba a odiarlo sería con justa razón, Jimin había necesitado de su mellizo, y este último había escapado como un cobarde miedoso.

—Soy un cobarde, soy un cobarde—el mohín del pelinegro tembló, quería llorar de impotencia, quería ser un adulto y poder ayudar a Jimin como un adulto haría—Papá es adulto...—Jumgkook frunció el ceño confundido, poco sabía qué hacer, ¿contarle todo a mamá? Ella no siquiera estaba despierta, a Jungkook le bastó con ver en el reloj las once de la mañana para comprender que ella todavía dormía—Yo puedo arreglarlo.

Jungkook se dirigió al baño no sin antes darle una larga mirada a Jimin. En el cuarto de baño llenó la bañera de agua tibia, que en realidad hervía casi, la adornó con unos patitos de hule, y unas pastillas perfumadas que le dieron al agua un precioso color rosado. Comprobó la temperatura del agua y como era de esperarse se quemó, la llenó otro poco y cuando sintió que la temperatura era la adecuada, se sintió satisfecho. En el baño las ventanas estaban cerradas, lo que era algo malo porque el vapor estaba humedeciendo cada rincón de la habitación. Si tan solo fuera alto, pensó el pequeño con frustración.

Regresó a la habitación en silencio, ahí donde Jimin seguía profundamente dormido tocó su frente para comprobar preocupado como su hermano hervía en fiebre. Más preocupado que antes, con los nervios de punta, arrastró al pequeño castaño fuera de la cama, lo arrastró por el suelo mientras el mismo soltaba quejas de dolor entre el sueño. Jungkook no era fuerte, incluso para su edad tendía a ser alguien débil por su cuerpo menudo y nada activo, así que al querer llevar a Jimin de una habitación a otra terminó haciéndole daño con raspones y golpes suaves. Al inicio lo tomó por debajo de las axilas, pero Jimin al ser más pesado que él había resbalado y caído en el piso, entoces a Jungkook no le quedó de otra que arrastrarlo por el suelo tomándole los brazos estirados. En otra situación sería gracioso, pero quién conocía el miedo podía ver el terror en cada movimientos del niño.

SAUDADE: Sangre de mi Sangre | KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora