Si, a todo

Capítulo 1

Hola, me llamo Ashley. Vivo en Los Ángeles, California. En este momento, día 2 de junio de 2017, estoy escribiendo en mi diario. Siempre escribo en él, me encanta desahogarme, es como estar hablando con un amigo. Desafortunadamente mi vida social no es del todo PERFECTA. Mi mudanza no mejoró mucho mi vida...me encanta Los Ángeles, pero quiero estar con mis amigos, ellos eran los únicos que me entendían o por lo menos lo intentaban. Mi barrio no me gusta mucho, hay demasiada gente y demasiado ruido de coches, pero supongo que al venir a esta ciudad ya tenía incluido el maldito ruido, encima está alejado de la civilización, ¿así como quieren que me socialice?, aunque...el otro día paseando me encontré un puesto de accesorios, no sé porque, pero me llamó la atención. En él había muchas pulseras, colgantes, anillos, etc. Pero solo UNA cosa hizo que me fijara en ella, una pulsera. SI. Una pulsera con perlas azules en tonos esmeralda, aunque no solo tenía eso, en medio de todas aquellas bolas había una pequeña llave dorada. Decidí comprarla y así hice. Creo que nunca me olvidaré de aquella cara. ¿De qué cara? Pues, de la cara de la anciana que me vendió la pulsera, esa señora me dio un poco de mal rollo, cuando me dio la pulsera me sonrió amable, pero la mirada era misteriosa como la noche. Decidí no pensar en lo ocurrido y seguir mi camino a lo que sería mi casa actual. Supongo que no todo ha sido malo, desde hace unos meses tengo un amigo de mi clase. Es algo parecido a mí. Tímido, callado, cariñoso...él tampoco tiene a muchos amigos. Le conozco desde muy poco, pero es como si lo conociera desde hace siglos atrás. Vamos juntos a la escuela y siempre después de comer allí, vamos a su casa o a la mía a hacer los deberes juntos. Es un chico encantador, ha sido el único que me ha acogido. Ser la nueva es un asco, la gente no te trata igual. De hecho este chico está apun...

¡RING! ¡RING! Sonó el timbre y allí estaba mi gran amigo, Ethan. Si. El se llama Ethan, ¿no lo había dicho?, bueno es que hay tantas cosas que contar de él, que la mas básica se me ha olvidado (reí al pensar eso). Más, un Gran saludo de Ethan me hizo salir de mis pensamientos. Vaya susto que me dio, el muy asqueroso. ¡En serio! Creo que me ha dado un mini infarto.

-Ethan: ¿en qué pensabas?

-yo: en nada (sonreí)

-Ethan: ¿estabas escribiendo algo?- dijo cogiendo mi PRECIADO diario-

-yo: ¡NO COJAS ESO! ¡DETENTE!- Dije, mientras intentaba arrebatársele de sus manos-.

-Ethan: ¿Qué es?-hizo un pausa- espera... ¿es un diario?- dijo sobresaltado-.

-yo: si, así que dámelo, porque no te pertenece.-dije, preocupada por su reacción-.

-Ethan: ¡oh vaya! No pensé que tenías esto, pero tranquila no lo leeré.-dijo esto, devolviéndome el diario-.

-yo: Gracias, ¡y no vuelvas a darme esos sustos! Pensé que serías capaz de abrirlo-dije ya calmada y aliviada-.

-Ethan: tranquila. No lo iba a hacer, es personal-dijo con una sonrisa sincera-.

¿Veis? Por algo dije que este chico es una dulzura. Dulzura. D-U-L-Z-U-R-A...esa palabra me hizo recordar una canción... ¿Cuál era? ¡Así! Sugar de Maroon 5 (os he dejado el fantástico video), una de mis canciones favoritas- pensé sonriendo- tengo ganas de oírla ahora. Dicho eso, cogí mi móvil y busqué la canción, tras encontrarla subí el volumen y di al play. Ethan al oírla comenzó a cantarla en un tono bajo, pero apreciable para mi agudo oído. Claramente, yo hice igual, aunque puede que un poco más fuerte y más motivada. Yo seguía cantando y bailoteando, cuando Ethan me interrumpe.

-Ethan: ¿vamos a trabajar?

-yo: si, claro. Tienes que coger una silla de la habitación de al lado para que te puedas sentar. Yo iré preparando la mesa.

-Ethan: vale.-dijo sonriendo, al comprobar que yo seguía tarareando la canción-.

Estaba concentrada sacando las cosas y colocándolas en la mesa, cuando oigo a Ethan acercarse con la silla entre las manos, aunque quizás un poco torpe, porque sinceramente, creo que se chocó con los muebles unas cuatro veces. Deja su silla, se sienta y me mira.