Si, a todo

Capítulo 4

Me desperté con un destello de luz proveniente de la terraza, comencé a abrir poco a poco mis ojos cansados y cuando ya estaban abiertos del todo me di cuenta de que la persiana y la cortina de la terraza estaban ¿corridas?, pensé que por la noche las cerré. Me encogí de hombros y me giré para acomodarme en la cama. Estaba TAN a gusto, era suave, esponjosa, cómoda... ¿PERO QUE NARICES? Pegué un grito y  me incorporé rápidamente en la cama.

-¿Quién eres tú? ¿Qué haces aquí? ¿Y porque me observas?-dije con voz acusativa y aterrorizada.-

Por si no os habíais enterado, cuando me di la vuelta vi a una chica sentada en el centro de la habitación observándome. Claramente mi reacción fue la correcta, al ver que no le conocía, podría ser una psicópata o algo así, ya sabéis que a esos se les va mucho la cabeza.

-Tranquila, me llamo Margo, soy una criada del rey y al parecer ahora te serviré a ti y mi primera orden ha sido que te despierte y te ayude a vestirte para el desayuno. En pocas palabras, me tendrás a tu servicio para cualquier duda o problema.

-¿y porque NADIE me avisó de que llegarías?-dije con cara de duda-.

-señorita Ashley, no ha sido la única, a mi me avisaron ayer por la noche, pero no se preocupe, nos lo pasaremos bien juntas, después de todo solo le saco tres o cuatro años mas.-dijo sonriente-.

-vale, pero...

-¿sí?-dijo Margo con cara de enigma-.

 -¿Por qué no me despertaste cuando entraste, en vez de observarme?, porque si no te habías dado cuenta, casi me da un ataque al corazón.-dije histérica-.

-lo siento, es que estaba durmiendo tan plácidamente, hasta roncaba-dijo con tono de disculpa-pero no se preocupe no volverá a pasar.

-eso quería oír, ah y por cierto, yo no ronco-dije en tono ñoño-.

-de acuerdo, no ronca-dijo riéndose-.

Esta chica no me caía del todo mal, después de todo ella iba a estar conmigo todo el rato, así que me tendré que acostumbrar a su compañía. Después de levantarme, me dio en un montón todo lo que tenía que ponerme, hasta la ropa interior, he de decir que esa parte fue un poco incomoda. Me asignaron como ropa un traje que constaba de chaqueta y pantalón. Las dos prendas iban a juego como si fuera uno de esos trajes de superhéroes. Era negro con una pegatina de un rayo azul en los lados de los pantalones y otra igual pero más pequeña en la parte derecha y superior de la chaqueta. El calzado era las mismas botas negras del anterior día. Puede que esto sea algo incomodo, pero la lencería que me dieron era muy bonita, parecía cara por las costuras. Nunca pensé que en otro mundo la lencería fuera tan parecida a la mía, yo me esperaba ropa extraña y clásica, como las fajas de las ancianas o los vestidos largos con flores. Cuando terminé de vestirme salí del baño y vi a Margo terminando de hacer la cama. Me fijé en ella. Era bastante guapa, eso era raro para mí. No me juzguéis pero pensé que aquí no había gente como Ethan y yo. Sí, esta chica aparentaba ser humana, no tenía ni orejas de elfo, ni medio cuerpo de caballo, ni un solo ojo...A lo mejor le raptaron de mi mundo y le esclavizaron como criada del rey. Tenía curiosidad por ella, pero todas estas preguntas no iban a responderse ahora, necesito algo más de confianza.

-¡Oh vaya! Parece que ya te has vestido, iré a por un peine.-dijo ilusionada-.

-¿Un peine? ¿Para qué? Si tú ya estás peinada-dije confusa-.

-No es para mí, es para peinarte a ti.-dijo riéndose-.

-Pero pensé que eso lo tenía que hacer por mi sola, no creí que también me preparas.-dije sorprendida-

-Oh, si prefieres peinarte tú...-dijo con la frase abierta-.

-No, hazlo tú, sabes más que yo en esto-dije riéndome-. Y ¿sabes hacer cualquier peinado?

-Sí, casi todos, ¿Qué vas a querer qué te haga?-dijo Margo-

-Sorpréndeme-dije misteriosa-.

-De acuerdo, te haré una trenza de raíz hacia dentro, te quedará preciosa.-dijo alegre-.

Después de peinarme, que por cierto lo hizo GENIAL, aquella trenza me quedaba perfecta, era ligera, cómoda y preciosa. Perfecta. Bueno, a lo que iba, después de peinarme, fuimos al comedor donde el rey me esperaba ya con Ethan sentado en la mesa, bueno aunque por lo grande que era parecía más una piscina en vez de una mesa. No entiendo porque comemos allí si solo somos tres personas, en este comedor entra TODO el pueblo. Cosas de ricos.

-Buenos días-dije sentándome en la silla-.

-Buenos días-dijeron el rey y Ethan-.

-Oye, ¿Qué tal has dormido?-me dijo Ethan con curiosidad-.

-Bastante bien, la cama parecía de una princesa-dije ilusionada-¿tú que tal has dormido?, se te ve cabreado.

-Bien, hasta que un tío me despertó-dijo molesto-.

-Ya sabías que teníamos un horario-dije riéndome por lo que me había dicho-.

-Sí, pero no creí que fuera tan estricto-dijo con sueño- ¡son las 8:30 de la mañana! ¡Necesito dormir!

-No seas melodramático, cuando tienes que ir al instituto, te levantas antes-dije realista-.

-Ya...pero-dijo sin acabar la frase-

-¿pero qué?-dije con cara de frustrada-

-¡Buenos días!- dijo Luzzel-parece que ya habéis terminado de desayunar.

-¡Sí!-dijimos los dos a la vez-

-¿Tú no vas a desayunar?-dije pensativa-

-Querida, yo ya desayuné hace tiempo, ¿creías que me levanto a vuestra hora?

-Sí, lo pensé-dije-.

-¿Y cómo lo haces? Creo que eres una superhéroe para mí-dijo Ethan asombrado- ¿NO TIENES SUEÑO?

-No todos somos igual de perezosos que tu-dije realista-.

-vaya, vaya, parece que os habéis levantado de buen humor-dijo Luzzel riéndose a carcajada pura- quiero ver esa energía en el entrenamiento.

-A todo esto, ¿Qué vamos a hacer en el entrenamiento?-dijo Ethan intrigado-.

-Empezaremos con ejercicios básicos, necesitáis saber defensa personal-dijo Luzzel-

-pero ¿Vamos a aprender a hacer conjuros y cosas así?-Dijo Ethan emocionado-.

-Paciencia, paciencia, ya lo veréis-dijo Luzzel con una leve sonrisa-.