Acceder a tu amor (Lanki) [En Edición]

Sueño

-Yo......

De repente se escuchó un gran estruendo que sacudiria violentamente los cristales de la habitació y así traería a los 5 sentidos a Reki.

El pelirrojo despertó de su sueño por aquel trueno causado por la fuerte tormenta que inicio esa tarde, una mirada deprimente se podía notar en su rostro, por un momento creyó que el nuevo amor de su vida le confesaría pero todo fue inventado por su mente después de caer dormido al tomar sus antidepresivos.

Ya totalmente despierto recibió la visita de su madre junto al doctor los cuales le tenían dos noticias.

-Te damos de alta - dice el doctor

-Gracias y una disculpa por las múltiples vistas en estos meses - respondió Reki

-No hay de que, es mi trabajo, bueno, los dejo solos - comentá el doctor para acto seguido salir de la habitación

La madre del chico le toma de la mano para decirle una noticia que a escuchado a lo largo de 7 años.

-Supongo que sabrás lo que te diré ¿No?

-Claro madre, me eh acostumbrado un poco a esto - dijo con una sonrisa ligera pero forzada

El chico se terminó de alistar y salió del hospital junto a su madre, la lluvia ahora chocaba suavemente contra el coche lo que creaba un sonido relajante, Reki recargó su cabeza contra el vidrio para ver como la pequeña ciudad en la que solía vivir se alejaba poco a poco, una lágrima rodó por su mejilla recordando como fue su momentánea felicidad junto a Langa en aquel lugar.

La madre se dió cuenta de los ahogados sollozos de su hijo a lo que la mujer paro el coche a un lado de la carretera para pasarse a los asientos traseros del auto, la mujer abrazo con cariño a Reki para consolarle, ella sabía que cada nueva mudanza sería cada vez más difícil para el pequeño pelirrojo, que con tan solo 17 años había sufrido más que cualquiera.

-¿Por qué no puedo ser como los de más? - preguntó Reki a su madre

-¿Cómo que los de más?

-Si, como tú o mis hermanas, como ustedes que no necesitan medicamentos para no estar mal, que no van al hospital cada semana por un nuevo "accidente", que no necesitan a una persona en particular para ser felices.

El chico dió un largo suspiro para luego romper en llanto en los brazos de su madre, a los pocos minutos el pelirrojo ya había caído dormido, la madre le vió y sonrió.

-Mi pequeño...... - dijo antes de caer rendida.

Ambos descansaban dentro del automóvil vencidos por el pesado día que tuvieron.