Impacto

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Langa corrió con todas sus fuerzas en busca de aquel pelirrojo que hacía latir con fuerza su corazón sin a un encontrar algún rastro de el.

Un joven de cabello azul avanzaba con cierto nerviosismo hacía el hogar de Reki, ya llevaba un tiempo sin saber de el, creyó que tal vez el se enojo con el y decidió incluso dejar la escuela por su culpa, ese tipo de pensamiento empezaron a rondar de manera salvaje alrededor de su cabeza haciendo que no se diera cuenta de que ya estaba frente la casa del pelirrojo.

Cuando cayó en cuenta donde estaba se apresuró a arreglar su cabello y ropa, tomo aire para luego tocar el timbre de aquella casa.

Nadie contestó al primer toque así que lo volvió a intentar sin recibir respuesta alguna, decidió mejor esperar sentado fuera de la casa y sin darse cuenta se durmió, al despertar vio que ya era un tanto tarde así que decidió volver a tocar el timbre pero a un nadie contestaba a aquel llamado, tomo su celular, presionó el icono de llamadas y colocó el número de Reki esperando que este le contestara, lo intento varias veces pero siempre lo mandaba a buzón

Un ataque de pánico se empezó a presentar en el joven, al parecer nadie estaba en casa, Reki no contestaba las llamadas ni mensajes incluso ni siquiera llegaban a su destinatario, "¿Y SI LES PASO ALGO?" resonó en los pensamientos desesperados de Langa, empezó a correr con los ojos nublados y eso ocasionó que casi chocará con una mujer, aquella mujer lo detuvo un momento.

- Disculpa ¿Tu eres amigo de aquel chico de pelo rojo, verdad?

- Si - contesto rápidamente

- Porque te veo un poco desesperado por el, pero si lo estás buscando ya no lo podrás encontrar por aquí, ya hace unos días se empezaron a mudar, tal vez a un logres alcanzarlo en el hospital, su madre dijo que lo iría a recoger y de ahí se irían a su nuevo hogar.

- ¿Cómo que en el hospital?

La señora negó con la cabeza, no tenía ni la menor idea del porque.

- Mejor dejemos las dudas para después y mejor apresúrate, tal vez a un lo puedas alcanzar - la mujer comenzó a dar pequeños empujones a Langa.

- Está bien señora, nos veremos luego - dijo para después irse corriendo al hospital.

A un muchas dudas estaban rondando por su cabeza, ¿Por qué Reki estaría en el hospital? ¿Sería por un accidente en patineta? Problema si.

A un sin estar ni a medio camino de su destino empezó a llover a cántaros, corrió a una tienda para poder refugiarse, estaba preocupado, tal vez no llegaría a tiempo por culpa de la lluvia pero no tuvo de otra que quedarse a esperar, cuando la lluvia empezó acaer de una manera mucho más suave decidió tomar un taxi.

Al llegar a su destino bajo con rapidez del auto sin antes pedirle al señor que lo esperara un par de minutos, corrió hacia la entrada del hospital sin percatarse que el auto del pelirrojo seguía aparcado con Reki y su madre dentro de el.

Al entrar le pregunto a una de las enfermeras dónde podría encontrar al pelirrojo.

- A aquel joven ya se le dió de alta, pero creo que a un no se han ido, podría buscarlo en el estacionamiento.

- Ya veo, muchas gracias

Langa corrió hacia a fuera en busca del auto del pelirrojo, no lo veía, creyó que ya era demasiado tarde pero lo logró distinguir saliendo del estacionamiento.

Se apresuró a seguir a pie el automóvil, grito en repetidas ocasiones pidiendo que pararan pero al parecer eso era imposible, sus piernas ya no respondían correctamente, su voz estaba quebrada y la falta de aire se empezó a hacer presente ocasionando que el joven se desplomara y viera como poco a poco se iba alejando aquel coche donde iba el amor de su vida.

Regreso rendido al estacionamiento del hospital, le pago al señor del taxi y regreso a casa a pie.

Su madre intento animarlo pero no tuvo éxito, así fueron días, semanas y meses, Langa ya no se veía ni se sentía deprimido, incluso ya tenía decidido dejar atrás a Reki y así fue.

Pasaron 3 años y Langa se volvió a enamorar y quien ahora se había adueñado de sus suspiros fue una linda joven castaña, fueron 6 años de noviazgo asta que decidió que era hora de casarse, 4 años después tuvieron su primera hija, Aoi, 5 años más adelantes tuvieron a sus mellizos Umeko y Takara

Ya a sus 40 años dirían que el ya adulto peli-azul se había olvidado de su gran amigo pero no era así, el a un lo recordaba, ya no de una forma romántica pero sentía cierta nostalgia pensar en el.

Acceder a tu amor  (Lanki) [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora