Tal y como habia dicho el mayordomo blanco, habia mantenido a Sophie con el toda la noche. Las cosas que le hizo a la demonio fueron suficientes como para hacer que la muchacha cambiara de opinión acerca de volver a la mansión de los Phantomhive. A parte de la tortura que habia sufrido por parte del hombre psicológicamente, tambíen habia sido desflorada. Su cuerpo ya no era considerado puro como ella hubiera querido sino que fue arrebatado en manos de alguien que ella no amaba.
Ash: Muchisimas gracias por la diversión querida. Espero que nuestro rato juntos haga cambiar tu parecer.
Miró hacia atras y hecho un vistazo a la cama. Allí estaba la mujer, con el cuerpo desnudo y cubierto de marcas y moretones. No paraba de llorar y tenia la mirada perdida. esdde que habia amanecido que permanecía así, ipasible e inmovil.
Ash: Me tomare eso como un si. Mejor que de tus preciosos labios no escape nada si no quieres que esto se vuelva a repetir.
Por el escalofrío que recorrió a la mujer pudo suponer que lo habia oído. Salió dela habitación y se dispuso a atender las ordenes de su Majestad. De mienras, la demonio se habia vestido y aseado para comenzar su jornada laboral. Aún a pesar de haber lavado su cuerpo cientos de veces, seguía teniendo una sensación de suciedad por toda ella. Todavía notaba las manos de ese ser rodeándola.
Sophie: No debo recordar más. No...
Comenzó por llevarle té al joven señor Phantomhive ya que suponia que al estar el mayordomo demonio allí, ya se habria encargado de despertarlo. En cuanto la imagen de su amigo de la infancia cruzó su mente, no pudo evitar ponerse a llorar. Mientras ocurría todo aquello con Ash, ella solo podia imaginarse el rostro de Sebasian, abrazándola y diciendole que todo estaba bien.
Sophie: Señor Ciel, le he traído el té y el desayuno.
Entó en el cuarto y con lo rpimero que se cruzó fue con la mirada del mayordomo. Enseguida la desvió y lleó hasta el joven amo, le dejó el desayuno y se dispuso a marchar.
Ciel: Espera Sophie. Hemos estado hablando y creemos que ya puedes volver a casa. Tu trabajo aqui ha terminado. No hace falta que sigas aqui mas tiempo.
Las palabras que habia querido oir le provocaron un dolor aroz en el pecho. Trató de reprimir las lágrimas y se giró para irse.
Sophie: Siento rechazar la oferta mi Lord. No soy lo sufucuentemente buena como para volver con vosotros... Ya no...Soy un ser despreciable...
Cuando acabó de pronunciar esas palabras salió corriendo de la habitación, dejando allí a los dos hombres muy sorprendidos. Se miraron etre si y se encogieron de hombros. Pensaron que seria un mejor momento más tarde.
Sebastian: Bocchan, creo que voy a ver que puedo hacer mientras estemos aqui. No me gustaria que empezaran a llamar al mayordomo de la casa Phantomhive "vago".
Ciel: Haz lo que debas Sebastian. Asegúrate de que lo haces a la a la perfección.
Sebastian: Por supuesto mi señor. Al fin y al cabo soy un demonio de mayordomo.
Pronunció su frase y salió de la habitación. Estuvo merodeando por el patio hasta que se encontró con Sophie y el mayordomo blanco de la reina. Ambos estaban hablando. Bueno, más bien el ya que agarraba a la mujer por la muñeca y la atraía hacia él con fuerza mientras le decía algo y ella se resistía.
Ash: Me encanta cuando te resistes. Anoche lo intentaste con todas tus fuerzas...
Sebastian: Que rayos pasa aqui?
Al no poder soportar más aquella situación habló sin pensar. Cuando se hizo presente, los dos se giraron y lo miraron a la vez. Entonces pudo ver que en el rostro de su amiga resbalaban lágrimas. Se colocó entre ella y el otro hombre y la protegió con su cuerpo.
Ash: Vaya vaya... Así que nuestro querido demonio ha decidido aparecer... No me importa, ahora ella es mía. No volverá a tu lado jamás.
Sebastian: Sophie, que esta tratando de decir este maldito?
Sophie:...
La mujer no podia casi ni hablar. Temblaba mas que una hoja y sollozaba y lloraba abrazada contra la espalda del mayordomo negro. Sebastian pudo suponer algo de lo que habia ocurrido y eso provocó que ardiera de furia.
Sebastian: Que estas tratando de decir maldito?!
Ash: Tu querida flor pura ya no lo será nunca más. Su pureza le fue arrebatada ayer por la noche por mis expertas y gentiles manos... Además de otras partes de mi cuerpo claro, jejeje...
Dejó que la ira que sentía en ese momento lo sobrepasara, Como podia ese maldito atreverse a hacerle algo a su querida Sophie? A la mujr que hacia que sus emociones no fueran claras para él? Que hacia que se descontrolara? Comenzó a transformarse y a dejar que su poder demoníaco fluyera haciendo que su verdadera forma fuera revelada. Tenía unas alas negras y cuernos saliendo de su cabeza que denotaban el echo de que era un demonio. El traje de mayordomo se sustituyó por un mono de cuero que marcaba la figura del hombre a la perfección y los ojos pasaron a ser de color rosa con pupila felina permanentemente.
Sebastian: Te arrepentirás por tratarla de esta manera! Nadie puede ponerle una mano encima, NADIE! Y mucho menos un angel despreciable, mezquino y loco como tu!
Mientras el demonio pronunciaba esas palabras, el angel también se habia transformado, dejando ver una versión casi iogual que la de Sebastian. Tenia alas blancas y un traje blanco puro. No le salían cuernos ni nada por el estilo pero tenia una espada plateada en su mano.
Ash: Hacia tiempo que no me emocinaba tanto al pelear contra alguien de tu especie. Creo que la ultima vez fue hace tantisimo tiempo que ya ni me acuerdo...
Sebastian: BASTA! Olvida esa palabreria tuya!
Ambos se dispusieron a atacar. Lanzaron potentes golpes que levantaron un nuve de polvo inmensa. Cuando la nuve se habia dispersado, la figura del angel ya no estaba. Los dos demonios miraron hacia el cielo y vieron que habia echado a volar. El demonio salió detrás de el nada mas ver que se habia marchado.
??: Esperame! Voy contigo!
Se giró para ver de donde provenia la voz. Vió que Sophie le habia seguido. Ella también habia adoptado su apariencia demoníaca, que se parecia bastante a la suya, y lo habia seguido.
Sophie: Acabemos con ese bastardo. Entre los dos conseguiremos vencerle. Seguro que será más fácil! No quiero que haya la más mínima posibilidad de que te haga daño Sebastian... No quiero volver a separarme de ti... Se que no seria capaz de soportarlo otra vez más porque yo...
Estaba asombrado de escuchar esas palabras de la mujer que despertaba sentimientos en él. Sonrió ante la calidez que le provocaban esas palabras. Antes de que ella pudiera acabar su frase la besó con desesperación. Levaba muchisimo tiempo queriendo provar la calidez de sus labios. Los besó con hambre y pasión. Una vez se quedó sin aire, se separó de ella y juntó sus frentes.
Sebastian: Sophie, Te Amo.
No dejó que la muchacha respondiera ante su confesión. Le golpeó en la nuca y la dejó inconsciente. Después la econdió en un lugar seguro y se fue tras el angel.
Sebastian: No puedo permitir que sufras ningún daño. Esta vez te protegeré aunque para ello tenga que dar mi vida a cambio.
