Capitulo 16 Final.

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Para cuando Farya y Wolyo despertaron ambos estaban atados entre sí pero separados por algo que parecía un tronco seco, uno le daba la espalda al otro. Oveja fue quien se removió inquieta primero antes de hablar,

-¿Estás ahí querido Lobo?

-Aquí estoy, Ovejita.

Ambos susurraron mientras buscaban liberarse.

Neeko esparció con su mano algo de su propia magia, pues con ella habían atado en la espiral enredadiza a ambos atacantes.

-Finalmente han despertado, Neeko tenía miedo que no despertaran pronto.- La adorable camaleón ayudó a la oveja a levantarse sin embargo ella se puso en guardia al momento de ver al humano acercarse, Lobo rápidamente abrazó a su compañera por la espalda para de esa manera demostrar que ella era de su propiedad y territorio.

-Que bueno, como lo dijo Neeko, ya comenzábamos a preocuparnos.- Aphelios se acercó a pasos tranquilos pero se detuvo al ver que el Lobo negro obtenía una postura ligeramente agresiva, sin embargo Sett se le puso enfrente y mostró primero los colmillos al recién levantado. -Calma, chico grande... él solo esta cuidando de su amiga.- Añadió Phel mientras alzaba la mano para poder acariciar las orejas del lobo rojo, Farya y Wolyo miraron atentos el tacto, sobre todo porque el humano parecía calmar al lobo con ligeros tactos, incluso este movía alegremente la cola y se inclinaba para poder quedar a la altura ajena.

-Mira eso, querido Wolyo. - Ese Vastaya ama al humano.

-Eso es porque no sabe lo que guarda en su corazón, Farya.- Lobo soltó un poco a la oveja para dar un par de pasos al rededor. -Huelo comida.-

-Ah... ¿tienes hambre?- Alune añadió alzando un poco la voz para ser escuchada pues se encontraba a unos metros cocinando algo de carne, pasta y patatas. -Ya casi está listo, pueden comer con nosotros si ustedes quieren.-

-Humana ¿Vas a alimentarlos luego de que intentaron cazarlos?-Lilia se acercó a la mencionada quien le dió una probada de las patatas con un tenedor, Lilia alegremente recibió la prueba en la boca; parecía que le había gustado.

-Sí, ellos actuaron por instinto ante los desconocidos, fue nuestra culpa al venir a invadir su territorio.- Nidalee clavó en el suelo su lanza. -Pero aún así... no merecen la amabilidad de ninguno de ustedes.-

-Aún así no estamos buscando la pena de los humanos, nosotros podemos valernos por nosotros solos.- Wolyo afirmó. -Siempre hemos estado de esa manera.-

-No queríamos causarles molestia... para mañana quizá a esta hora nosotros volveremos a la ciudad vecina, solo trajimos aquí a los chicos para que volvieran a formar un hogar en el entorno natural al que pertenecen.- Phel apartó un poco a Sett para tomar un par de botellas de agua para extenderlas a los recién llegados quienes para su sorpresa la tomaron y usando las garras del lobo crearon un agujero para poder beber.

-Sabe mejor que el agua del estanque.- Murmuró la oveja mientras limpiaba la comisura de sus labios con el antebrazo.

-Ahora si, la comida está terminada... si quieren comer un poco antes de irse pueden hacerlo.- Sin más Phel comenzó a alinear los platos en una mesa movil para que Alune fuera creando porciones para todos.

El resto de vastayas conocían ya la rutina para ka hora de los alimentos, hacían una fila para lavar sus manos con agua y jabón antes de sentarse a la mesa.

El mellizo distribuyó los platos, en el lugar que su melliza y él ocuparían colocó los platillos pero no se sentaron.

-Pueden comer con los demás... y no se preocupen por nada, es lo que todos comeremos, no tiene nada que pudiera hacerles daño.- Alune les dedicó una sonrisa al nuevo par y sirvió las dos porciones extras, Aphelios y ella comerían de pie junto a la mesa.

The Dark Forest CircusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora