Capitulo 13.

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Finalmente los meses pasaron, estaban a escasos días de finalmente salir de la escuela como lo tenían planeado.

En los últimos días tanto Alune como Aphelios pensaban en qué lugar o santuario serían mejor llevar a los Vastaya, muchos lugares parecían ser realmente buenos pero o uno u otro tenían alguna inconformidad, temían que al dejar a sus amigos en algún momento fueran a ser cazados o atrapados nuevamente.

Decidieron que lo mejor sería simplemente ir a la parte alta del bosque, ahí no se atrevía los cazadores u otras personas a entrar pues eran lugares habitados por animales más grandes y feroces.

Esa noche mientras cenaban, los mellizos decidieron que era el momento perfecto para dar la noticia.
—Chicos, Alune y yo quisiéramos decirles algo.— Murmuró Aphelios con un poco más de seriedad en su voz así mismo como en su rostro.

Los vastaya dejaron de consumir sus alimentos para poder prestar atención a lo que estaba por decirle.
—Ya que la escuela terminó ahora sí podemos llevarlos a un lugar tranquilo en el bosque, solo es cuestión de saber si ustedes están de acuerdo en el lugar.—

—Pensabamos en qué fuera más allá del risco de los bosques del norte, los cazadores no frecuentan esas zonas así que ustedes estarán a salvo.— Alune dejó también su comida y bajó la mirada para aparentar fortaleza. —Estoy segura que allá encontrarán todo lo que necesitan y que además de ser libres serán felices. ¿Verdad, Hermano?— Pero cuando Alune volvió la vista al chico vió como varias lágrimas escapaban de sus ojos mojando sus mejillas y cuando dió un vistazo más a los presentes las chicas a excepción de Xayah estaban llorando también.

—¿Ustedes humanos, se quedarán con Neeko y los otros?— la voz entre cortada de la camaleón partió el corazón de la humana.

—No, por desgracia Aphelios y yo no somos criaturas mágicas, no sabríamos vivir en el bosque como ustedes... Además aquí en el mundo humano hay muchas cosas que aún debemos hacer.—

—Les dije que no vendrían, los humanos nunca salen de los nidos que construyen porque tienen miedo.— Murmuró Xayah mientras picoteaba su comida con un tenedor.

—Pero ¿al menos nos visitaran? ¿No será está una despedida para siempre?— Ahri limpiaba torpemente sus lágrimas.

—Claro que si, iremos tanto como podamos, incluso podemos llevar cosas para dormir a la interperie cuando tengamos la oportunidad.—  Aphelios también limpió sus lágrimas. —tambien nos aseguraremos que todo esté bien en donde ustedes estarán.

Sett mantuvo la vista en el humano que hablaba y se acercó a olfatear un poco del agua salada que caía de sus ojos u se restregó un poco contra él, Aphelios lo acarició suavemente de la cabellera y orejas. —Estaremos bien, no te preocupes por nosotros— añadió el chico al ver la insistencia del lobo por querer limpiar sus lágrimas también. —Sé que ustedes son una familia también y que todo estará en orden mientras sigan juntos.—

La mirada de los vastaya se cruzaron durante unos momentos ¿Cómo decirle al humano que muchos tomarían caminos separados? Lo mejor sería mantener el secreto para no asustarlos.

•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•Finalmente el plan se ponía en marcha, para poder transportar a los Vastaya, Aphelios había tenido que rentar una casa rodante para que ellos viajaran con la mayor comodidad posible, aparentaba ser un largo viaje, sobre todo porque la sensación de nostalgia invadía por completo el ambiente de todos, incluso Alune había puesto algo se música para apaciguar la tensión pero no había funcionado.

—Estaba pensando... Si nos separamos ¿Qué será de Sett?— Ahri habló en secreto para que los humanos no fueran a escucharlos. —Ya que él fue criado en cautiverio tal vez le sea difícil adaptarse al entorno salvaje.—

The Dark Forest CircusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora