Capítulo 3

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El ensayo comenzaba, el maestro de ceremonias abría el espectáculo con un gran enunciado acerca de la magia y lo oculto en ella, mientras los chicos se ponían de acuerdo para asegurarse que acto sería el primero a escena.

—Llegó el momento de actuar frente a la nada, Mielaa. — Murmuró Rakan mientras se peinaba suavemente el cabello hacía atrás con su propia mano.

—Sólo es un ensayo como cualquier otro, Cariño. — Se quejó Xayah haciendo que su amado no pudiera evitar reprimir una pequeña risa.

—Desde las lejanías de los verdes prados del Norte, la evolución humana dio un paso atrás con estos fenómenos que les mostraré a continuación. No son humanos, no son animales... son bestias en su estado puro que podrían con su magia destruir naciones enteras, sin embargo hoy serán el entretenimiento principal de cada uno de ustedes; niños y niñas, Adultos de todas las edades...— El maestro de ceremonias hablaba a los asientos vacíos mientras se movía a un par de pasos y hacía ademanes con las manos de acuerdo con sus palabras.

—De nuevo nos llamó fenómenos, a Neeko no le gusta que le digan así. — Se quejó la pequeña camaleón.

—Shh, si escucha que estamos quejándonos nos golpeará de nuevo. — Lilia se veía temerosa, incluso sus ojos aún estaban mojados por las lágrimas que había derramado.

—Ante ustedes los coloridos amantes emplumados...— Continuaba hablando el hombre.

—¿Amantes emplumados? ¿No pudo pensar en algo más estúpido? — Xayah hizo una mueca sin embargo a Rakan parecía gustarle eso pues incluso su larga y emplumada cola se había erizado un poco, tal vez porque en esa presentación caracterizaban sus preciosas plumas de colores.

—...Xayah,La Rebelde y Rakan, El Encantador. — finalmente presentó el hombre a lo que los mencionados asintieron, Rakan inició la entrada en medio de destellos dorados e iluminados, en medio de algo de humo escénico el brillo se esparció en la habitación totalmente dando esa sensación de estar en el bosque en medio de miles de luciérnagas, Xayah apareció a su lado casi enseguida, estando juntos expandieron cada uno la capa que llevaban consigo la cual daba la sensación de ser un ala en cada uno sin embargo al abrirlas al mismo tiempo parecían que compartían un par aunque claramente la de Xayah era un poco más pequeña.

—Acompañados desde hace cientos de años demostrando que nada va por encima del amor. —Xayah reincorporó la posición normal y sin más su compañero pidió suavemente su mano para de esa forma invitarla a bailar, tiernos y gráciles movimientos que además eran agiles, volteretas y piruetas entre ellos se veían de un lado a otro y junto a los brillos emitidos por el chico y la atmosfera obscura con los pocos reflectores daban esa sensación de bailar en el mismo cielo.

A pesar de la apresada condición en la que se encontraban los dos parecían disfrutar del tacto uno del otro, la forma en que Xayah miraba a Rakan era con amor y él la tocaba y trataba como si fuera el pétalo de una flor, con la delicadeza que merecía.

—Se ve tan mágico, realmente deben amarse mucho. — murmuró Nidalee mientras admiraba la escena que provocaban ese par, tan juntos, el escenario tan suyo...

Neeko permaneció atenta un poco sin embargo cuando los brillos comenzaron a esparcirse a donde estaban tras el telón intentó atrapar unos cuantos brillos tanto con sus manos como con su lengua, aunque fallaba en el intento.

—Sin embargo, el amor también puede destruirse y con esto nos ayudará La cazadora Bestial... Nidalee. — El maestro señaló y el reflector se posó en la recién mencionada quien avanzó a pasos rápidos a su llamado a escena, mientras lo hacía su forma física cambió a la de un puma, de cuerpo ágil y afilados colmillos tan largos que incluso salían de sus labios en esa faceta suya.

The Dark Forest CircusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora