Caprichos del Destino

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Las calles del barrio Shingashina estaban desiertas, era normal para la hora que era pero no para el chico que caminaba en ellas acompañado de otros dos que lo seguían tras su espalda.

Eren tu mamá está preocupada, acaba de enviarme un mensaje — Una chica pelinegra miraba su teléfono con atención mientras sostenía un cigarro entre sus finos dedos, siguiendo el paso del rubio que estaba a su lado quien la miró instante para luego mirar al susodicho

Si, ya sé que lo está no deja de llamarme, le dije que vendría a hacer unas cosas con Jean así que no tiene porque estar molestando, Dile eso mikasa — La voz grave del contrario inundó unos segundos de silencio haciendo que su amiga escuchara con atención, para luego asentir y teclear algunas letras en el teléfono y guardarlo.

Luego de unos segundos caminando entre aquellas calles desiertas y húmedas los tres amigos llegaron a una casa, el chico llamado Eren apagó su cigarro y tocó a la puerta, en unos instantes salió un chico más alto que el de tez pálida y cabello de dos colores.

Creí que no llegarías... hola mikasa — El más alto miro al contrario para luego saludar con tono amable a la pelinegra quien hizo lo mismo pero sin hablar, luego de esto los tres entraron a la casa sentándose en la mesa del comedor

El chico nombrado Jean puso tres cervezas delante de los recién llegados los cuales las tomaron al mismo tiempo dando sorbos más pequeños que otros.

Se nos hizo tarde por la escuela, no pudimos evadir a los profesores pero estamos aquí — Por fin y luego de tiempo callado un lindo rubio de ojos claros color cielo, hablo para explicar el motivo de su retardo a lo cual el mayor asintió

Como sea, aquí está el dinero que me dieron, fueron cuatro kilos de polvo blanco — Eren quien miraba a Jean con unos penetrantes iris color verde esmeralda, puso un fajo de billetes frente a él, el mayor sonrió y tomó el dinero — Fue difícil sacárselo al idiota pero, sabes que mikasa es especialista en eso — La pelinegra sonrió alto tímida, a simple vista podría parecer una mujer inquebrantable y fría pero ante las palabras de su, casi hermano, era como si se derritiese y todo ese frío se evaporara

También tenemos buenas noticias, al parecer la banda de Reiner no ha estado activa porque le dispararon cerca del centro, pero no podemos estar seguros, sabemos que él siempre aparece de la nada, si seguimos teniendo enfrentamientos la policía comenzara a buscarnos — Aquel rubio hablaba de las estrategias y hechos como si predijera todo aquello haciendo que los demás prestaran atención a sus palabras sin poner objeción, siempre era así, Eren peleaba, Mikasa defendía y Armin (nombre del chico rubio) planeaba las estrategias y juntos así, hacían de la banda liderada por Jean Keirstein, fuera una de las más activas traficando alrededor del barrio donde vivían claro que la competencia era dura y debían cuidarse las espaldas entre ellos.

Poco después de conversar y probar de aquellas sustancias las cuales vendían, los tres amigos se marcharon directo la casa que compartían.

La madre de él de ojos verdes, Carla Jaeguer, estaba en la sala de estar mirando el televisor, al escuchar la puerta cerrarse dirigió un ceño fruncido a los recién llegados.

— ¡Eren! ¡Mikasa! ¡Armin! Les llame como loca ¿donde estaban? — Las palabras de aquella mujer fueron ignoradas por completo por aquel castaño de ojos verdes pasando de largo para encerrarse en su habitación, por otro lado los otros dos chicos hicieron una pequeña reverencia disculpándose con la mujer

Lo sentimos Carla, fuimos con Jean a jugar videojuegos y se nos apagaron los teléfonos, no volverá a pasar — La pelinegra se apresuró a explicar, Dicho esto ambos se fueron a la misma habitación en la cual minutos antes el moreno entró, ya en esta encontraron a Eren contando algunos billetes con suma atención.

Bienvenido a Mi Mundo (EreRiren ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora