Shikahina

El destino no esta escrito

Shikadai Nara llegó a casa, y lo primero que vio fue a su padre y a su hermana Shikari menor sentados en la entrada, mientras que su hermana Shiharu dormida plácidamente en su cuna, mientras que Daichi dormía a los pies cuna.

-Dos, tres, cuatro, cinco... - oyó a su padre cantarle a su pequeña hermana. Su cabello negro estaba sujeto en dos coletas cortas sobre su cabeza e intentaba hacerla caminar. A Shikadai le gustaba ver a su padre y sus hermanas juntos, principalmente porque él no toleraba que ninguno de los tres estuviera cerca de mamá.

Por que si, Shikadai era muy celoso con su madre.

Shikari levantó las manos hacia su hermano y su padre se volvió a él:

-Bienvenido, Shikadai- lo saludó su padre, cargando a su hermana-¿Tuviste un buen primer día en la escuela?

-Nos presentamos y empezamos a hacer ejercicios y manejo de poses- contestó.

-¿Seguiste los consejos que te di?- Shikamaru unas semanas antes, se había enterado que los pondrían a practicar con entrenamiento básico y , así que, como Consejero y Lider de su clan, le había enseñado a su hijo todos los trucos que se sabía.

-Sarada obtuvo una buena clasificación - Shikamaru se decepcionó, pero le sonrió a su pequeño, pero luego él lo miró sonriendo:

-Pero yo obtuve la mejor.

-¿Es de verdad?

-Sí. La cara de Sarada fue un poema, papá.

-¡Felicidades, Shikadai!- Shikamaru abrazó a su hijo, entonces Hinata salió de la cosina.

- Shikamaru ¿que pasa? - Hinata entonces vio a su amada familia abrazada y levantó la ceja.

-Nuestro pequeño cervatillo tubo un buen dia.

- Por que no me lo cuentas en la cena - dijo Hinata abrazando Shikadai - Hise tu comida favorito.

Shikadai sonrio, todos se sentaron en la mesa luego de despertar a Shiharu y procedió a contarles su dia mientras cenaban.

Y mientras sus padres comenzaron a contar anécdotas de sus dias en la academia Shikadai observó a su madre.

Estaba la mirada incómoda que le daba a las personas que no le agradaban, la misma que a veces le daba cuando iba a reuniones de su clan.

La segunda era la mirada amable la cual sienpre portaba.

Pero la mirada más preciosa era sin duda la que Hinata le daba a su esposo.

Hinata observó en silencio la mirada perlada y enamorada de su madre, la misma que había visto en aquella foto de la primera cita que tuvieron en la feria, o aquella foto de la playa donde se besaban.

Justo como la que le estaba dando en ese momento.

-Bueno, estoy orgullosa de mi pequeño shinobi- le dio un tierno beso en la frente. Y sus ojos se volvieron a su madre y ahí se perdió.

En su belleza, su mirada, sus ojos brillantes, su sonrisa tierna. Y ya no lo pudo ocultar:

-Mami- la llamó Shikadai a su madre la cual preparaba el te..

Hinata quien miraba a su esposo cargando a las gemelas por la escalera se giro a ver a su pequeño.

-Mami... ¿quién fue tu primer amor?- la pregunta la tomó desprevenida, sus ojos se abrieron de golpe y sus labios se separaron.

-¿Cómo?

-¿Quién fue tu primer amor?

-¿Por qué me preguntas eso?- balbuceó Hinata caminando hacia la sala.