Algo Mas Que Secretos

Pañales, biberones y un nuevo bebé

•Narra Jayson•
Despues de comer con mi madre, vimos una pelicula. Ella estaba comiendo uno de mis pasteles favoritos.

-¿Quien te dio eso?

-Ah...lo trajo la chica de a lado, es muy linda deberías conocerla.

-¿La vecina lo trajo?

-Si, está muy rico. Ella quería conocerte.

-Que lástima. ¿Me das?-Dije haciendo puchero y señalando al pastel.

-Sólo un poco.

Mi madre podia llegar a ser muy egoista si se trataba de comida. Cuando la película terminó eran al rededor de las 10:30 de la noche así que decidimos irnos a dormir. No pude evitar mirar por la ventana para ver si estaba la chica y en efecto, estaba en el piso junto a la cama y con su computadora en sus piernas; intenté ver su rostro pero no logré verla ya que su computadora lo tapaba por completo. Diablos.

Una mujer se asomó en su puerta y apagó la luz de su cuarto, ahora menos podré verle la cara. Ella levantó la vista de su laptop y ve hacia mi cuarto, por suerte yo tenía las luces apagadas. Me alejé de la ventana, para darme una larga y caliente ducha que logra tranquilizarme un poco después de este día. Me acosté en la cama y mire al techo, por un momento todos los recuerdos de mi pasado invadieron mi mente y no puedo evitar recordarla.

•Narra Kim•
Mi alarma sonó para avisarme que ya debo despertar asi que me apuré antes de que Jess se desesperara porque no estaba lista. Me bañé y me vestí con unos jeans negros, una blusa de manga larga color blanco y unos zapatos de color plateado.

Cuando ya estaba lista, tomé mi mochila y bajé a desayunar. Mi papá estaba tomando café y mi mamá estaba a su lado escribiendo algo en el teléfono.

-Hola-Saludé y entré a la cocina en busca de algo de jugo antes de irme.

-Buenos dias cariño, hay pastel en el refri por si quieres.-Me dijo mi mamá sin levantar la vista del telefono.

-Ok, gracias.

Tomé una cuchara y me comí un poco de pastel, era igual al que le había dado a Elizabeth ayer.

-Ya me voy.

-Cuidate pequeña.

Salí de mi casa y vi que Jessica ya estaba estacionada afuera.

-Hola

-Hola-Subí al auto y me abroche el cinturon esperando a que avanzara, pero no lo hizo.-¿Estamos esperando a alguien?-Pregunté intrigada, ya que no quitaba la vista de la casa que acaba de ser ocupada.

-Quiero conocer a tu vecino.

-¡¿En serio, que pasa contigo?!

-Hey, que tal si es un chico guapo. -Se defiende.

-Llegaremos tarde.

-Okey... Pero será tu culpa si no lo conozco y si es guapo.

Levantó los ojos y mientras conduce al colegio intenté maquillarme un poco, rímel, máscara y un poco de brillo. Al parecer no llegamos tan tarde aun habían muchos espacios libre así que nos pudimos estacionar cerca de la entrada, buscamos nuestros casilleros para checar los horarios y nos alegramos al ver que nuestra primera clase la tendríamos juntas y era un alivio ya que historia se me hacia muy aburrido y más si tu maestro es un anciano que apenas puede hablar.
En el salón ya habían algunos alumnos, como siempre elegimos los lugares del final, mientras escribía mi horario en la libreta una voz masculina me distrajo.

-Hola.

-Hola, ¿Tienes esta clase?-Que estupida eres kimberly, ¿porque mas estaría aquí si no es para tomar esta clase?.

-Si.- me dijo sonriente y se sentó frente a mi.- ¿Ya estas lista para el bebé?

¡Carajo, el bebé! Lo había olvidado por completo, ahora que se supone que haga, no estoy preparada, me apresuro a revisar mi horario y por suerte tengo biología hasta el final del día, menos mal.

-Mmm...creo que si.

Mentí , Scott me sonrió . ¡Dios es tan guapo!, pero seguramente tiene novia y además en estos momentos yo no busco un novio, me miró sin decir nada, algo que provocó que me sonrojara y ponerme nerviosa.

-¿Que harás el sábado?

¡Oh por dios! No tiene novia, al menos que tenga y sea un mujeriego aunque no lo creo, pero... Esta invitándome a salir.

-Pues... Creo que cuidare al bebé.

-Oh... Cierto. ¿Te gustaría salir la próxima semana?

-Eh... Claro.

Sonó la campana y se acomodó en su lugar, Jessica llegó y no dijo nada además yo no pregunte. El resto del día se fue tan rápido qué por primera vez quería quedarme más horas en la escuela. Llegue sin ganas a la clase de biología y me senté en mi lugar donde ya estaba Jayson a quien me limité a mirar.

-¿No piensas hablarme?-Pregunta sonriente.

-¿Debería de hacerlo?-Respondo aun sin mirarlo.

-Supongo que si.

-¿Que te hace pensarlo?

Esta vez lo miro retándolo y el se toma un momento para contestar, justo cuando va a hacerlo suena en el timbre y rápidamente entra el maestro junto con dos chicas que tienen en sus brazos unos bebés encimados y los llevan al escritorio.

-Muy bien... Ellas les dirán todo sobre el bebé, si tienen alguna pregunta pueden hacerla.

Una de las chicas comienza a hablar sobre el bebé y como funciona, nos muestra una pañalera que deberíamos llevar junto con el bebé y lo que contenía, unos biberones, pañales y juguetes, también nos habló sobre el registro que se llevará sobre como tratamos al bebé y otras cosas más.

-Muy bien ahora los iré nombrando por parejas y pasaran al frente por su bebé, Kate y Tom, Emily y Ross, kimberly y Jayson.
Nos levantamos y esperamos a que el Profesor nos entregue a nuestro dichoso bebé quien resultó ser niña.

-¿Como se llamara?

Jayson y yo nos miramos nerviosos y al final el contesta.

-Jimberly.

El maestro levanta la ceja pero lo apunta en su lista junto a nuestros nombres. Volvemos a nuestros lugares y yo sigo cargando al bebé, lo que comienza a cansarme los brazos. Mientras el resto de la clase va por sus bebés y siguen así hasta que la clase termina y por primera vez no me alegra del todo que acabe la escuela, ahora tendría a la gran tortura en mi casa por una semana.

-Muy buen, jóvenes el bebé se activara a partir de las 2:00 pm así que estén preparados.
Eran ya las 2:00 y aun no pasaba nada con nuestro bebé, mi teléfono sonó, algo que me hizo saltar de susto, le di el bebé a Jayson y busque el celular.

-¿Hola, Kim?

-Hola, ¿qué ocurre?

-¡Ahhh!.- grita al otro lado de la línea mi alocada amiga.- Conocí a un chico y saldré con el, lo lamento no podré llevarte hoy.

-De acuerdo no te preocupes caminare.

Cuelgo el celular y Jayson me sonríe.

-¿Necesitas que te lleve?

Lo miro desganada y niego.

-No dejare que lleves a nuestro hijo caminando.

-¡Entiende que no es nuestro hijo!

Le grito a la cara y entonces el bebé empieza a llorar, ambos nos ponemos nerviosos.

-Saca el biberón de la bolsa.

Le digo mientras intento arrullarlo, le ponemos la chupete en la boca pero no funciona, intentamos con el pañal y tampoco hasta que el lo vuelve a cargar y lo arrulla se calla y al parecer se duerme.

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Hola, hola:)
Esperamos que esta historia este siendo de su agrado. Cualquier comentario u opinión que quieran hacer, pueden hacerlo;3 Sólo recuerden que tenemos un corazón que puede ser lastimado x3.