07. ¿Un rival?

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El alto alfa de cabellos negros observó con curiosidad a su amigo, quien a su lado había soltado un profundo suspiro digno de un tonto enamorado, con sus lindos y relucientes ojos de cachorro iluminados en ilusión, Jaemin sonreía, una sonrisa amplia que hacían a sus ojos achicarse y pequeñas arrugas dibujarse a sus costados, feromonas de cariño emanando de su cuerpo. Fueron tantas que el alfa a su lado tosió con leve desagrado, cubriéndose un poco la nariz con el barbijo negro.

Habían estado hacía ya un buen rato recargados en los barandales del pasillo en el segundo piso de la institución, hablando sobre un montón de estupideces para pasar el rato en lo que sus demás amigos llegaban, cuando de pronto Jaemin pareció ponerse alerta; Yukhei incluso llegó a pensar que, si tuviera cola física, estaría moviéndose de un lado a otro sin control, con las orejas alzándose y bajando atentas a todo sonido.

—¿Por qué Nana huele como omega en celo? —El aludido bufó ante la clara burla del beta rubio que se acercó para rodear sus hombros, sacudiéndose para quitárselo de encima. Zhong Chenle pareció divertirse mucho más ante su reacción esquiva.

—Seguramente está así por ese chico, ¿no es asi, Jaemin-ah? —La voz del alfa pelirrojo no tenía tonos molestos, en realidad los labios en forma de corazón le sonreían comprensivos y los ojos felinos parecían amigables. Nakamoto Yuta quizás era uno de los más bromistas de su grupo de amigos, pero sin duda él era uno de los que no se burlaban en serio cuando lo veían de ese modo; quizá jugueteaban porque era divertido cuando uno de ellos se sonrojaba hasta las orejas, pero se ponían serios después para ayudarse.

Como en esos momentos, donde sus tres amigos pusieron ojos de halcón hacia el punto donde Jaemin había estado mirando hasta hace un momento, observando al omega mayor que hablaba con una pareja sentados en las mesas de piedra del jardín trasero. Lucía enfurruñado, quizás quejándose con la pareja de algo, pero ellos parecían divertirse y burlarse un poco, sólo intensificando el ceño fruncido de Renjun.

—Espera, ¿esa no es tu sudadera? —El rubio preguntó con una ceja alzada, ganándose la pigmentación en las mejillas de Jaemin.

—Uhm... se la dejé el otro día cuando regresábamos a casa.

Entonces los tres chicos soltaron exclamaciones grupales, riéndose y palmeando de manera burlona los hombros del chico, con Jaemin bufando y quitándoselos de encima de nuevo. Porque entendieron que la razón de ese aroma de felicidad en el alfa era porque haber visto al omega que le gusta llevando una sudadera suya que estaba impregnada con su olor le había puesto como un cachorrito contento. Era como si de alguna manera el omega aceptara llevar su perfume encima, como una pequeña advertencia de que ya tenía a alguien.

—Entonces, ¿por fin están saliendo?

—No en realidad... —Jaemin respondió la pregunta de Yukhei en un murmuro, mientras volvía a apoyar los brazos en el barandal del segundo piso—, se la dí para cubrirlo y que durmiera bien.

—¿Y cuándo lo invitarás a salir?

Frunciendo el ceño, miró a Chenle. —Pero hemos salido antes.

—No, ustedes solos, no con Jeno hyung.

Jaemin lo pensó un momento, reconociendo que no podía recordar un momento en donde Renjun y él hayan salido juntos sin Jeno, siempre habían estado juntos los tres, ¿y en realidad? Eso no le molestaba. Quizás al principio sí que había sido molesto, las riñas entonces con Jeno eran mucho más tensas que en la actualidad, pero con el paso de los días comenzaron a aminorar los celos y las discusiones fuertes para pasar a un trato de paz donde se compartían buscar la felicidad en el omega. A ambos de verdad que les gustaba Renjun, y de algún modo terminaron acostumbrándose a la compañía del otro.

cappuccino candy | norenminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora