Lady Stark

Capítulo 1

Lady Stark

Capítulo 1

Los Siete Reinos estaban en guerra abierta. Robert Baratheon ganó y el príncipe Rhaegar estaba muerto. Estaba confinada en Casterly Rock mientras su padre y sus tíos intentaban recuperar a Jaime. Aerys sostuvo su otra mitad como palanca para su padre. El rey sabía cuánto significaba Jaime para su señor padre. 

Cersei pensó en Lyanna Stark, la chica del norte que fue la causa de esta guerra tres veces condenada. El príncipe Rhaegar fue tomado por la belleza salvaje y se la robó de Winterfell. Jugaba a esperar y no era la primera vez que deseaba haber nacido varón. Si fuera un niño, habría sido la heredera de Casterly Rock. Pelearía junto con su padre y su tío Kevan, pero era una niña que debía ser vendida como un caballo al mejor postor.

Su padre le prometió que sería reina. Cersei no sabía si su padre cumpliría su promesa. Los jugadores en el juego cambiaron drásticamente en los últimos meses, desde ese torneo. Rhaegar planeó y secuestró a Lyanna esa misma noche. Baratheon se había puesto furioso y había declarado vengar el honor de su prometida. Padre casi sonrió asegurándole que era hora de aprovechar el día. Pronto todos se vieron envueltos en una guerra sangrienta que los amenazó a todos. Su señor padre estaba ayudando a la rebelión de Robert. Desembarco del Rey iba a estar bajo asedio en las próximas semanas. No le gustaba que la mantuvieran en la oscuridad, odiaba aún más estar en espacios reducidos con sus primos tontos y el monstruo de su hermano pequeño. La pequeña bestia se fue sin ninguna preocupación en el mundo. 

Ella no pudo

Ella estaba en su habitación tratando de darse placer pensando en Jaime y su polla. Trató de recordar la noche en que él la desfloró; habían pasado un par de meses antes del torneo y sus vidas cambiaron. Ella lo había seducido. Siempre había sido ella. Ella fue la que se lanzó al frente y lo convenció de que hiciera las cosas. Era más valiente, más inteligente y más ambiciosa de lo que Jaime había sido nunca, pero su señor padre solo tenía ojos para Jaime, el valiente e intrépido Jaime que ahora era miembro de la Guardia Real. Habían pensado la solución. Se casaría con Rhaegar Targaryen y sería reina. No había otra forma; Jaime tenía que estar con ella siempre. Qué tontos eran, su amante estaba en Desembarco del Rey mientras ella estaba en Westerlands tratada como una niña.

Sus dedos se deslizaron dentro de su abertura e imaginó los dedos y la boca de Jaime en ella. La tuvo al menos tres veces antes de que ella se levantara y se fuera a Casterly Rock con la vieja Mano del Rey. Ella no lo sabía entonces, pero esa fue la última vez que vio a su hermano. Pensó amargamente en las explicaciones de su padre. "Ha llegado el momento niño. Tenemos que irnos antes de que sea demasiado tarde para nosotros". Su padre tenía el mismo brillo frío y duro en sus ojos. Quería decir sus palabras y no alteraría sus planes. Ella se complació a sí misma hasta que su nombre se derramó de sus labios. Durmió mejor esa noche; pensar en Jaime la tranquilizó un poco.

***

"Despierta niña, tu padre llegó anoche. Te está esperando en su solar". La tía Genna se sacudió el sueño.

"Myra, trae un poco de agua." Su tía le dijo a una de sus sirvientas. La mujer gorda la ayudó a subir de la cama al retrete. "Pareces asustada Cersei." Cersei tenía la intención de callar a esta mujer. Ella era la Dama de Casterly Rock. Su señor padre nunca se casó después de que su madre, Lady Joanna, muriera en la cámara de partos. "Tu padre tiene maravillosas noticias que contarte. Lyanna Stark está muerta y Desembarco del Rey ha caído. Tú serás la reina". Dijo la tía Genna, aturdida.