Lady Stark

Capitulo 18

Lady Stark

Capítulo 18

Aún no había amanecido. Se estiró perezosamente contra su marido, que dormía profundamente a su lado. 

La abrazó contra él; la noche anterior había sido muy satisfactoria para ella. Eddard se burló de ella y no la dejó alejarse de la cama, ni siquiera cuando el maestre le pidió que fuera a atender algunos asuntos de Bear Island.

 Tocó las marcas que hizo anoche; ella había sido feroz. Cersei recordó rastrillar sus uñas sobre su espalda anoche, recordó chupar y morder su cuello poseída por el deseo. Tenían motivos para hacerlo; su señor marido había recibido permiso para acostarse con ella una vez más. Sus heridas fueron curadas. Ned la sacó de sus habitaciones de bordado.

 Estaba discutiendo algo con uno de los septas que su tía Genna había enviado para la educación de las niñas cuando Lord Stark entró en la habitación. Hizo una reverencia a las mujeres en la habitación. Joanna y Arya estaban con ella, jugaban con la septa Mordane, una mujer severa que parecía como si nunca se hubiera acostado. 

"Mi señora, tengo un asunto importante que deseo que atienda." Cersei estaba perpleja y desconcertada cuando él la agarró de la mano y la sacó de la habitación. Subieron las escaleras a sus habitaciones. "¿Pensé que querías que me ocupara de un asunto importante?" Dijo con voz inquisitiva. Él apretó su mano sobre su mano y tiró de ella hacia su dormitorio.

"Quiero que me atiendas." Dijo posesivamente y la besó castigadamente.

"¿Tu pierna?" Preguntó más por necesidad que por preocupación. Ella también lo deseaba. Luwin insistió en no montar a caballo, realizar actividades físicas o cualquier otra actividad que lo agotara o lo hiciera reabrir sus heridas sembradas. Tres semanas y tres días, ese era el tiempo que habían estado sin el otro. Dejó que la empujara hacia la cama y le soltó el cabello. Ella lo sacó de sus pantalones y disfrutó de su longitud contra su mano. "¿Quieres follarme?" Preguntó tímidamente.

Gruñó. "Es usted muy grosera mi señora." Él tiró de su vestido. Estaba frustrado y trató de quitárselo de un tirón. "Déjame." Rodó a su lado y se quedó en la cama mientras ella se levantaba y le quitaba las capas de ropa que cubrían su cuerpo. Sus ojos se oscurecieron y ella se mojó debido a su mirada lujuriosa.

Bromeó y dejó caer cada trozo de tela con una sonrisa maliciosa. La única tela que cubría su pequeña ropa. Se lamió los labios y la llevó a su regazo. Ella apretó las caderas sobre su erección y gimió cuando él desabrochó los cordones de la espalda de su camisón. Arrojó el trozo de tela junto a las puertas y le acarició los pechos. Ella echó la cabeza hacia atrás. "Lámelas ahora." No dejó que la tocara mientras estaba convaleciente porque lo conocía y una vez que Ned Stark estaba inflamado, era imposible apagar su fuego. Una vez más, Eddard demostró que estaba equivocada, por un breve segundo recordó hace ocho años cuando creía que su esposo era frío y distante.

"¿Y si no lo hago?" Dijo mientras le tocaba los pezones suavemente. Ella le besó el cuello. "Haré un trato con usted, mi señor. Lame mis pezones y le dejaré hacer con mi cuerpo lo que quiera"

Ella gimió mientras le quitaba la túnica y los pantalones. "Hago con tu cuerpo lo que me plazca. Es mío para hacer lo que me plazca." Dijo con arrogancia.

Lady Stark sonrió y se movió hábilmente a su lado. Ned vio como ella tocaba su miembro. "¿Es tu cuerpo mío mi señor?" Ella no apreció su posesividad.