Lady Stark

Capítulo 49

Lady Stark

Capítulo 49

Ser Davos fue un hombre muy amable. Joanna ayudó a Shireen a salir del pequeño bote. Lady se sentó al borde del muelle. "Tu señor padre está desesperado por verte." Dijo el hombre mientras se dirigían a una pequeña timonera. Shireen no sabía montar a caballo correctamente. Joanna quería llegar a Desembarco del Rey lo antes posible. La semana que habían viajado parecía meses.

Quería ver a su padre, a sus hermanos. Ansiaba abrazar a su padre y a Tommen. Shireen se veía hermosa con su vestido azul. Se acercó a la niña. Eran amigas la  una de la otra. Joanna la distraía cuando tenía pesadillas o extrañaba a su madre y a su padre. La niña no extrañaba tanto a Selyse como a Stannis. La difunta mujer no la quería. Shireen extrañaba a su padre porque, a pesar de lo distante que era Lord Baratheon, la visitaba todos los días y le hablaba o ella le cantaba. "A mi padre le encanta cuando le canto". Dijo que cada vez que escuchaban el gorjeo de los pájaros en los jardines dentro de Rocadragón. "Siempre dice que le recuerdo a los pajaritos".

La niña estaba dormida en su regazo. Temía encontrarse con su padre una vez más. "Quiero gustarle. A mi padre no le gustan muchas cosas". Dijo mientras se preparaban para hacer el viaje desde Blackwater hasta Red Keep.

"Él te ama. Le encantará verte de nuevo". Joanna la convenció de que se pusiera el vestido azul y se peinara en una sola trenza.

Ser Davos se adelantó y les aseguró que llegarían a la Fortaleza Roja en unos minutos. Joanna se asomó por las cortinas y vio a muchos hombres y personas armados que eran conducidos a pequeños torreones. Había muchos niños simplemente vagando. Al menos, los hombres armados parecían estar ayudando a los niños a entrar en tiendas de campaña y pequeños torreones.

El viaje a la Fortaleza se retrasó debido a la gran cantidad de hombres y mujeres en las calles de Desembarco del Rey. Joanna despertó a Shireen justo antes de que llegaran a las puertas. "Despierta, ya casi llegamos".

Shireen se frotó los ojos y asintió. La pequeña se enderezó. "Lady Joanna. Estamos aquí." Joanna salió de la timonera y ayudó a Shireen a salir.

Joanna caminaba con Shireen. Esperaba ver al menos a uno de sus hermanos antes de volver a entrar en la Fortaleza Roja, pero estaba equivocada. Fue temprano en la mañana; tal vez no los esperaban hasta más tarde en la tarde.

Ser Davos abrió el camino a una de las pequeñas cámaras donde la familia real tomaba sus comidas. Ella vio a padre primero. Joanna corrió hacia él. Ella sonrió y lo abrazó.

"Gatita." Él se rió y la besó en la frente.

"No te esperábamos hasta mañana." Padre sonrió. Parecía mayor y su barba estaba más poblada que nunca.

"Todavía tengo algunos contactos. Llegamos hace unas horas mi señor." Ser Davos explicó.

"Bien hecho Davos." Escuchó decir al señor Baratheon. Ella se volvió e hizo una reverencia. También lucía una barba, pero le sentaba bien. Ella se sonrojó un poco y sonrió cuando él le dio los buenos días. Sostuvo a Shireen en sus brazos. La niña estaba encantada de ver a su padre y se aferró a él. Parecía que el señor Baratheon no podía o no quería dejarla todavía.

"Lady Joanna, me alegro de que se encuentre bien. Eddard, confío en que sus planes aún estén en juego"

Padre asintió con la cabeza, "Sí, marchamos mañana". Joanna quería hacer ciento una preguntas, pero se quedó callada. Los Baratheon se fueron.