SÚPER SENTIDOS

Parte sin título 5

─ ¿Cómo es siquiera posible eso? ¿No se puede o sí?

─ Clark, amor, deja de caminar en círculos, hacerle un agujero a la alfombra no está ayudando mucho en esta situación.

Lois llenaba por quinta vez en la noche su taza con el lema "La Mejor Mamá del Mundo", algo que dudaba por los recientes descubrimientos. Aun con el uniforme de Superman, Clark se paseó un par de veces más por la sala antes de sentarse en el pequeño sillón frente al televisor.

─ Hay que irlo a despertar─ la mujer miró el camino al piso superior, donde su hijo dormía─ averiguar qué pasó y cómo podemos ayudar.

─ Sí, gran idea─ Clark prácticamente voló de su lugar pero apenas llegó al primer escalón retrocedió a donde su esposa seguía moviendo y estrujando la taza─ ¿y si mejor lo dejamos para mañana? Todos estaremos más tranquilos y sabremos qué hacer.

─ No lo sabemos ahora Clark─ Lois tomó su último trago de café como si de whisky se tratara, la llama de la investigación encendida como un faro─ así que hacerlo ahora o hacerlo mañana no cambia nada.

Clark dejó que la mujer pasara a su lado y solo cuando la vio a la mitad del camino se animó a seguirla, Dios sabía lo asustado que estaba y lo poco que realmente estaba preparado para la revelación. Llegando a la puerta de la habitación de Jon el silencio de la casa era desesperante, trato de calmarse pero cuando la reportera abrió sin aviso, lo último que esperaba encontrar era a su hijo sentado en el alféizar de la ventana. La mirada de Jon casi pasa por pérdida de no ser por la tristeza que reflejaban, la luna casi terminando de dar su vuelta por la Tierra estaba grande y blanca sobre el cielo.

─ Hijo.

El tono casi tentativo de la madre combinaba con el semblante derrotado de Jon, al margen y lleno de terror, Clark se asomó curioso detrás del hombro de su esposa para agregar cálidamente.

─ Tenemos que hablar Jon.

─ Solo queremos una familia ¿Qué hay de malo en eso? ─ los hombros siempre tensos del adolescente─ no saben nada.

─ Por eso estamos aquí cielo─ Lois entró a la habitación y se sentó en la cama de su hijo esperando pacientemente a que este los dejará de percibir como un enfrentamiento─ queremos ayudar, pero para ayudar primero debemos entender que pasa.

─ Yo iba a hacerlo─ un escalofrío se asentó en el cuerpo de Clark apenas escuchar la confesión─ lo intentamos primero en mí, soy más fuerte, es lógico que fuera yo─ Jon se giró hacia sus padres, movía las manos cada vez más desesperado─ pero es magia y mi tonta biología kriptoniana lo rechazó─ Jon alzó la vista hacia Clark y con un bajo "lo siento", continuó─ sabíamos los peligros, por eso Bruce está tan enfadado.

Clark miró a su hijo, por primera vez en lo que sentía era mucho tiempo lo admiro bien. Jon ya no era un niño, los escasos rasgos de su infancia estaban sepultados por las facciones de un hombre, uno que era bueno en palabras y acciones; ¡oh su mirada!, los ojos tristes y preocupados de su hijo lo hacían ver desgastado e infeliz, había envejecido tanto por la separación de Damian y cualquiera lo podía notar.

No sabía qué pensaba de todo eso Lois pero no espero confirmación cuando las palabras salieron comprensivas de él.

─ Toma donas de la cocina chico, te llevaré con Damian.

─ ¿Pero... y el señor Wayne?

La esperanza brilló en Jon, a sus espaldas, por la ventana completamente abierta, las estrellas marcando el camino a seguir para llegar a Gotham.

─ Yo me encargo de ese viejo gruñón─ Lois se puso en pie y con una mano amasó su propio puño─ me debe una buena revancha.

Superman volaba con su esposa en brazos, a su derecha Jon cargaba una mochila repleta de cosas que ninguno se detuvo a enlistar; la carrera del super chico como una anticipación para volver a ver a su amado. La escena de ellos tres valonado a la mansión Wayne le hicieron notar que Damian y Jon pasaban realmente muy poco tiempo separados, tal vez tenía que ver el riesgoso hechizo que ambos habían conjurado "No... simplemente se gustan mucho".