SÚPER SENTIDOS

Parte sin título 2

Un mes había transcurrido maravillosamente tranquilo, tanto Jon como Damian estaban al tanto de que ahora el reportero ya había notado su actitud clandestina, Clark noto como el chico maravilla se esforzaba al doble por mantener las apariencias lo que extrañamente hacía enojar a Jonathan.

A pesar de no intervenir en aquello, las peleas entre los muchachos empezaron a ser más evidentes y se repitieron con una constancia alarmante. Lois había intentado en más de una ocasión entablar una charla sobre el tema pero su hijo sencillamente se encogía de hombros y se marchaba. Aquella noche, después de estar volando por alguna parte de Marruecos, Jon se mostró platicador y comenzó a quejarse sobre Damian, como Kal realmente sabía que nada lo decía completamente en serio y como las quejas no eran diferentes a las que su hijo de 10 años una vez le soltó realmente había aportado poco en el la caterva de comentarios ciertamente ácidos de su hijo.

Una impresionante pila de rocas rodeadas de arriesgados precipicios fue donde la conversación pareció tomar un giro diferente y verdaderamente interesante.

─ ¡Papá! ─ el casi grito de su hijo lo alertó─ si hay algo que tú sabes que es correcto pero que puede causar muchos problemas, y no solo a ti sino a otros, pero que en verdad tienes la necesidad de hacer, que haces?

─ ¿Como?

─ ¿Debo hacer lo que siento debo hacer o debo soportar hasta que sea el momento indicado? pero no se sabe cuándo va a ser el momento indicado, puede que nunca sea el monto indicado... y en verdad yo quiero que ya sea.

─ Hijo─ Clark colocó una mano sobre el hombro de su hijo, hizo una pausa que bien podría ser catalogada como dramática y de forma solemne respondió─ a veces lo correcto y lo que deseamos no pueden ir juntos, y es ahí cuando más necesitamos ser héroes, si aquello que lastima a otros es lo que quieres tal vez debas replantearte los métodos.

"Dios mío, ¿qué le estoy aconsejando a mi hijo? ¿de qué está hablando?, no le entendí nada, ¿este chico no toma respiros entre palabra y palabra?, es obvio que esperaba una respuesta no deja de verme como esos ojos, ¡¡¡Lois ayuda!!!"

─ ¿Aunque no sea malo lo que quiero?

─ Aunque no sea malo hijo.

Clark se relajó bastante cuando Jon pareció satisfecho -un poco desanimado- con la respuesta, antes de marcharse le agradeció a su padre y con una última mirada buscando confirmación se fue. Dedujo que se dirigía a la mansión Wayne por el rumbo con el que partió las nubes. En verdad esperaba haber ayudado y por primera vez desde que noto que se movía un plan -donde su hijo era la mente maestra- dejó de tomar importancia, le era eternamente mas grato ver la convicción regresar a los ojos de su niño antes de cualquier otra casa, pronto enfrentaría directamente a ese par, por ahora los dejaría una noche mas.

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La mañana llegó cálida y ruidosa, por la venta vio como Jonathan cortaba la cosecha mientras silbaba una canción pegajosa contri. Cuando Lois y él llegaron a la entrada de la casa su hijo parecía ser otro, con una enorme sonrisa cargo y beso en la mejilla a su madre haciéndola reír, saludo a Clark y entró con la intención de bañarse y desayunar, para esos momento ambos padres estaban felices y desconcertados por el cambio de humor.

─ Ayer fue a Gótica.

─ ¿A Gotica?─ Lois observó con el ceño fruncido las escaleras por las cueles Jonathan había subido apenas unos segundos─ entonces fue a ver a Damian.

─ Sí. Habían peleado recientemente, no sé exactamente porqué pero fue algo bastante grande para hacer a Jon hablar de él por casi dos horas.

─ No puede ser─ Clark la cuestiono con la mirada, su esposa pasó de la impresión a una risa suave más rápido de lo que Superman esquiva las balas─ ¡es tan obvio! ¿como no me di cuenta?. Eso explica varias cosas...

Recientemente Jon había estado más huraño que en ningún otro momento en su vida. El reportero sintió que nuevamente él era el único sin comprender lo que a su alrededor tomaba cuerpo, los saltos casi infantiles de su hijo al bajar ya listo para iniciar su día evitó que descubriera un poco más de su misterio.

Huevos, tocino, jugo recién exprimido, pan crujiente, mermelada, todos fueron a parar con creciente ahínco al estómago de Jonathan quien contento comió contento y lleno de energía.

─ ¿Quieres que haga alguna tarea antes de irme ma?

─ Que tal barrer la entrada─ Lois tanteo el terreno dándole a su hijo la tarea que más parecía desagradarle.

─ ¡Hecho! ─ brinco de su lugar para llevar su plato vacío al fregadero─ este tocino es una maravilla, ¿receta nueva?

─ No hijo─ Clark sostenía su taza frente a su boca impresionado─ la misma de cada mañana. ¿Arreglaste las cosas con Damian anoche?

─ Sí, resulta que siempre tuve la culpa yo, pero ya lo solucionamos.

─ Eso el genial cariño, ¿Cuándo regresara a ser un miembro más de esta casa? ─ Lois se había acostumbrado a que el desayuno fuera de cuatro.

Jonathan rió alegremente antes de mirar alternativamente entre ambos padres, luego cambio su semblante a uno más serio, casi sonando maduro cuando se anunció una cena especial que esperaba se llevará ese mismo día, Lois y Clark aceptaron sin objetar nada, pues presentían que sería esa misma cena la reveladora de muchas incógnitas. Un par de horas.