Finalmente, me tumbo en mi deseosa cama de matrimonio cuando llegamos a casa. Le doy un beso en la mejilla a mi padre, como de costumbre, y se va de la habitación dejando la puerta cerrada. Pongo mi móvil a cargar, que me lo han dado justo antes de subirme a la moto con mi padre, y me quedo dormida.
Los días van pasando con tranquilidad, no me puedo creer que haya vuelto a mi vida normal. En dos días es la graduación, y estoy nerviosa. Estoy en una tienda con Marly y Anne, probándonos vestidos para la fiesta de la graduación. Salimos las tres del probador, con cara de sorpresa. Marly lleva un vestido turquesa de gasa con brillantes en la parte superior que le queda de perlas. Anne lleva un vestido negro ajustado hasta los muslos, y no tiene mangas. Y yo llevo un vestido rosa claro con la espalda descubierta, y es ajustado de arriba y un poco suelto después de la cintura. Después de comprarlos, vamos a comprar unos tacones y más tarde nos sentamos dentro de un Starbucks. Me viene a la cabeza la imagen de Jake entrando por la puerta, como la vez anterior. Justo me llega un mensaje suyo. Vale, si, le dí mi número para emergencias y él el suyo, la cosa es que hablamos casi cada día.
"Nena, estás de muerte."
Me río, y empiezo a mirar en el exterior, cuando me fijo bien, veo a Jake apoyado en un banco, con unos tejanos, una camisa gris con cuello en forma de V y con unas gafas ray-ban mirándome. Les digo a las chicas que ahora vengo, y salgo corriendo hacia afuera. Con mis shorts tejanos altos, una camisa negra corta -dónde dejo ver mi ombligo-, mis bambas negras, mi pelo suelto por debajo el pecho y mis gafas de aviador, me enrollo en su cuello. Echándole de menos. Echándole de más. Me separo lentamente y le sonrío. Él me coge de la cintura dejándome un beso mojado en la mejilla mientras me tira un poco hacia atrás.
—¿Qué haces aquí, hombretón?—Digo ya cuando me ha soltado.
—Estoy trabajando, nena. No como tú, que debes de estar de compras.
—Has dado en el clavo.—Me pongo a reír.—¿Y a quién estas espiando?
Me giro sobre mis talones para ver si hay alguien sospechoso, pero no encuentro nada, solo a mis amigas mirándonos con interés. Les dedico una sonrisa mientras Jake me coge por la cintura y me atrae hacia él. Con mi espalda en su pecho. Giro un poco la cabeza, encontrándome los labios de Jake a centímetros de los míos.
—Fíjate bien, ¿vale?—Dice susurrando cerca de mi boca.—El tío que esta con una camisa negra y unos pantalones tejanos. Esta fumando. Míralo bien.
Entonces me fijo, está mirando mucho a una chica y como siguiéndola. Me giro un poco más hasta que tengo sus labios a milímetros. Me estoy muriendo de ganas de...¡Mierda, Abby! ¿Qué coño te está pasando? Me separo rápidamente de él.
—Quizás la conozca. Quizás le gusta y no sabe cómo decírselo.
Jake se ríe por lo bajo y niega con la cabeza.—No pueden haber quizás en mi profesión, nena.
Muevo los hombros incómoda, sin saber qué hacer ni que decir. Me mira profundamente, y yo dejo ir un suspiro. ¿Qué me pasa? DIOS, ESA MIRADA ME HACE SENTIR COSAS, COSAS QUE NUNCA HABÍA SENTIDO. Nunca me había pasado, nunca había mirado a un chico de esta forma. Bajo la mirada hacia abajo, ruborizada. Odio que se me pongan las mejillas coloradas. Jake se ríe y se acerca a mi abrazándome. Yo le correspondo el abrazo cogiéndolo por el cuello.
—Me tengo que ir, mis amigas me esperan.—Le susurro en el oído.
—Vale, Abby. Ya hablaremos. Cuídate, nena.
Me guiña el ojo mientras veo como desaparece por un pasillo del centro comercial. Me giro lentamente sonriendo a más no poder, encontrándome a unas amigas muy ansiosas por contarles todo.
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Amor Prohibido [#1]
ActionAbby Madison Una adolescente de 18 años que odia el amor. Jake Connor Un agente de la FBI el cuál se ha enamorado perdidamente de ella. ¿Pero qué puede pasar cuando dos personas se enamoran en medio de un interminable peligro? Dicen que el amor va...