11. SUMMER DAYS

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El verano ha empezado, y con eso los días, las horas, y los increíbles momentos a su lado.

Me miro en el espejo, con una sonrisa de oreja a oreja, y es que él me las provoca.

No podría ser tan feliz al lado de alguien, y es que al fin y al cabo, me da igual el concepto del amor, me da igual la edad, y me da igual las apariencias, con él soy yo misma, no necesita que sea otra, él se ha enamorado del auténtica yo, y estoy satisfecha, sobretodo de tenerlo a mi lado, estoy casi al 100% segura que es mi otra mitad.

Me muerdo el labio inferior al recordar el primer día de verano junto a él.

Ves abrir mamá.Le digo mientras me coloco mis shorts negros con hilos en el inferior y una básica blanca de tirantes que le he robado a mi madre.

Me miro al espejo, me hecho máscara de pestañas y pintalabios rojo; perfecta. Mi madre me mira apoyada en la puerta con los brazos cruzados.

— ¿Cuándo me lo ibas a decir?

Miro a otro lado y me muerdo el labio, tengo que dejar de hacer eso, al  final me saldrá sangre.
Finalmente logro mirarla y contarle como pasó, ella acepta con una sonrisa en la cara y me abraza emocionada. Bueno, no será tan malo que tu hija de 18 años por fin le guste alguien, ¿pero 10 años mayor? Sin embargo, ella lo ha aceptado, y me alegra tener una madre así, sin que tenga que juzgar.

Me da un azote en el trasero y me indica con la mirada, que baje. Y lo hago, encontrándome a Jake de espalda, mostrando sus anchos hombros. Se gira, y nuestras miradas se vuelven a conectar, cualquiera diría que no saltan chispas. Me sonríe y le sonrío, lleva unos pantalones negros y una camisa con cuello de V de manga corta. Se acerca dándome un beso y salimos a la calle, subimos a su descapotable y nos dirigimos hacer un helado. Nosotros y los helados.

— ¿Así que literatura? Pregunta Jake ya una vez comiéndose el helado y andando por un parque de césped precioso.

Asiento. Un agente de la FBI y una escritora, ¿no está mal eh?

No está nada mal.Dice riendo.

Tengo ganas de empezar la carrera.

Me sonríe con malicia.Pues yo ahora mismo, tengo más ganas de otra cosa.

— ¿Ah, sí? ¿De qué? Digo levantando una ceja.

De besarte.

Hago una mueca y le tiro el helado en la cara.

— ¿A sí que con esas vamos, Madison?

— ¡Ja! ¡Nunca me atraparás!

Dicho eso, empiezo a correr a bastante velocidad, aunque se me dé bien el deporte, me canso fácilmente, y por si eso fuera ya poco, me había olvidado que él es agente, él ha nacido para correr y atrapar. Oh mierda, estoy perdida. Con un movimiento rápido me coge de la cintura y me tira al suelo poniéndose encima de mí.

Créeme cuando te digo que lo haré todos los días de mi vida.Y me besa.

Sonrío ante el recuerdo de la maravillosa entrada de verano, juntos, que tuvimos. Mientras me pongo mi elegante vestido negro, me viene otro, todavía mejor.

Vamos, no seas cobarde.

Corro alejándome de él, y me tiro a la fuente grande dónde está al centro de la plaza. Todos me miran y sonríen, mi vestido de flores ha quedado empapado. Él sonríe de lado y se acerca lentamente a la fuente.

Amor Prohibido [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora