➠「✨」 𝙍𝙚𝙗𝙤𝙧𝙣 un hombre de tan solo 29 años, vive en la ciudad de los santos, trabajando como militar. Amargado, gruñón y malhablado, inspiraba miedo en los demás.
En una de sus prácticas de militar en el bosque encontró un marcó de piedra.
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Auron apretó los dientes impaciente, viendo como Reborn soltó otra flecha que terminó igual que la anterior, solo que está si logro acercarse un poco mas. Aquella criatura se estaba alejando cada vez provocando la inquietud en el híbrido, el castaño se exaltó al ver como el tamaño y el aspecto cambiaba considerablemente.
— ¿A dónde coño vas? — Elevó su voz al ver como el híbrido se iba corriendo, bajo el arco.
— ¡Solo estoy perdiendo mi tiempo aquí, tu no eres la reencarnación de Luzu! ¡Solo eres un embustero! — Grito mirándolo de reojo y sin detenerse.
Reborn frunció el seño al ver como la silueta de Auron se perdía entre los árboles, volvió su vista al cielo, también había perdido de vista a aquella criatura. Chasqueo la lengua para después correr por dónde se había ido el híbrido.
Lanzaba maldiciones hacia Auron por haberlo abandonado en medio del bosque, no conocía para nada los alrededores y ya estaba por darse por perdido. Aún así, logro visualizar un puente y un río, por el puente cruzaban algunos aldeanos.
Por un momento sintió felicidad, llegaría al pueblo y que Auron se encargará de la situación, no era cosa suya el interponerse en esa situación. Además Auron es un híbrido, aparentemente fuerte, saldría ganando por su fuerza.
Cuando estaba apunto de pisar el puente puedo visualizarlo otra vez, aquella criatura volaba ferozmente hacia el puente. Al verlo descender las personas que cubrieron ante dicho ataque, pero el monstruo ya tenía a su presa entre sus garras. Logro agarrar a un niño, quien lloraba asustado.
Reborn estaba apunto de agarrar otra vez el arco para tentar a la suerte y tal vez salvar a ese niño, sus ojos enfocaron a Auron quien seguía a la criatura por los árboles. El híbrido sin dudarlo se lanzó a atacarlo, gracias a sus garras logro despedazarlo y una que otra parte de la carne del mounstro se encontraba quemada.
— ¿Y la perla, dónde esta? — Murmuró cayendo en una piedra viendo al agua con atención pero los quejidos del niño que también había caído al agua le empezaron a fastidiar. Los aldeanos no dudaron en ir corriendo a ayudar al menor que trataba con todas sus fuerzas no ahogarse.
La corrientes de agua se llevaban el diminuto cuerpo del niño, pasando por un lado de Auron que todavía buscaba dicha perla. Los ojos del híbrido se posaron en el niño, chasqueo la lengua, aprovechando que se encontraba aun lado suyo metió la mano para sacarlo. Reprimió un quejido de dolor al sentir el tacto del líquido en su piel, incluso pudo ver un poco de vapor salir.
Saco la mano y rápidamente como si el agua le quemara, obtando por mejor solo agarrarlo del brazo y sacarlo.
— Oye niño deja de llorar, ya estás a salvó —. Bajo sus orejas al no soportar el llanto del menor, logro ver como la gente que estaba en tierra firme miraban la escena con algo de temor.
— ¿Lo salvó?
— Seguro después lo va a matar, ¡Hay que hacer algo!
— ¡No quiero que lo mate! ¡Mi hijo, por favor suéltalo!