- Lo siento, Kate. Lo siento muchísimo. No fue apropósito. Simplemente pasó, pero esto ya no puede seguir así.
Y con esa frase, el alma de una joven Kate Beckett se estampaba contra el suelo. La verdad, sin anestesia, la tomaba de golpe. Entonces atinó a huir. Simplemente correr, como siempre hacía, sólo que esta vez tenía razones para hacerlo.
Ella había abierto su corazón, había bajado la guardia, y entonces, se lo arrancaron en pedazos. Sin piedad.
Ya no supo qué hacer. Salió del edificio y se subió a su moto. Ni siquiera se molestó en ponerse el casco, sólo quería llegar a casa. Tirarse en el mueble. Llorar. Dormir.
La cara de su madre apareció en su mente… y la quiso cerca. Quiso abrazarla. Iría a casa.
Iría y lloraría en sus brazos, porque ella era la única que la podía reconfortar. Nadie más.
Frenó de golpe. Estuvo a punto de pasarse una luz roja. Y lo último que necesitaba era tener a un policía requintándole porque no respetaba las señales de tránsito.
Entonces, sin darse cuenta, las lágrimas comenzaron a brotar. Ni siquiera había sido capaz de reprimirse hasta llegar a casa, pero no le importó, quería olvidarse. De todo. De los últimos 10
meses y nada más.
- Hey, ¿estás bien? – escuchó decir a su derecha, sacándola de sus pensamientos. Volteó y miró por inercia. Se encontró con un par de ojos azules que desbordaban preocupación, desde el auto del lado - ¿Y bien? – musitó incitándola a hablar. Kate no podía quitarle la vista de encima - ¿Necesitas ayuda? – bajó más la ventana del auto y miró a la mujer buscando una respuesta.
- Estoy bien – dijo con la voz temblorosa.
- ¿Estás segura? ¿Puedo…? – él no sabía que decir - ¿Puedo invitarte a comer? – dijo, sorprendiéndose a sí mismo y aún más a ella.
- Yo… yo estoy bien, de verdad.
- Insisto – de nuevo hablaba sin pensar.
Pero ella no tuvo tiempo de contestar, porque comenzaron a escucharse bocinas y uno que otro improperio. El semáforo ya había cambiado.
Kate arrancó y el extraño de ojos azules decidió no quedarse sólo con el recuerdo de la mujer.
--
Hola! En el extraño caso que les haya gustado, seria muy muy lindo que me lo comentaran, así podré seguir con la historia.
Y si no, también pueden escribirme, así cambio lo que está mal :)
Los comentarios son siempre bienvenidos!
Y gracias por leer ❤
ESTÁS LEYENDO
Recuerdo de una mirada
RomanceDicen que las miradas dicen más que mil palabras y que son mas difíciles de olvidar. Pero, ¿Qué pasa cuando te topas con una y no la vez más? ¿Y si, por cosas del destino, el destino te depara una segunda oportunidad? El tiempo, los cambios, las dec...