Frijoles Casados [Higuel] [EN EDICIÓN]

Paz en la oscuridad

La oscuridad era la que mandaba en el lugar y tan solo algunas pequeñas luces la contrarrestaban. Hace aproximadamente una hora se había escuchado una fuerte explosión y como consiguiente, todas las luces del edificio se extinguieran inesperadamente. Ante la confusión de todos los residentes, se dio a conocer que el transformador había explotado y, en ese momento, estaban en curso para repáralo, pero tardarían algunas horas así que deberían ser pacientes. Aunque todos maldijeron la noticia, cada uno se metió a su departamento hasta entonces.

Por mientras, nuestra pareja favorita, quien igual se había resignado ante la noticia, decidieron quedarse en casa y ser pacientes. A pesar de que Hiro había querido ayudar para apresurar las cosas, por alguna razón no se lo permitieron, causando la molestia del mitad japonés quien regreso al departamento con su novio entre bufidos. Mientras, Miguel tan solo se limitó a recibirlo en el umbral de la puerta con un abrazo acompañado con un pequeño beso en la frente del nipón.

Ambos habían decidido abrir las ventanas del lugar, por sugerencia de menor, para que corriera un poco de aire y no se "encerrara" el calor según él —cosa que no entendió muy bien el genio ya que el calor no se puede "encerrar" pero al fin acabo hizo caso—. «A veces los mexicanos son raros», pensó.

Cuando Miguel iba a prender algunas velas que tenía guardadas por si acaso, Hiro le pidió al mexicano que mejor utilizaran mejor las linternas que tenían guardadas por miedo a que pudieran ocasionar un incendio. Ante esto, Miguel siguió la orden sin chistar, ya que el mexicano era completamente consiente sobre lo delicado que era el tema del fuego para el mayor, aun sabiendo que afortunadamente Tadashi había sobrevivido al accidente, los malos recuerdos seguían presentes.

Luego de eso, los dos aprovecharon que no podían hacer otra cosa por falta de luz y se sentaron juntos en la sala, comenzaron a platicar entre ellos. Esto era lo una de las cosas que más adoraban, a pesar de las diferencias de intereses entre ambos, podían sumergirse en una conversación por horas, podían ser temas triviales, planes futuros o ideas y sí, tal vez en ocasiones debían pararse por un momento para aclarar las dudas o preguntas del otro; pero no les importaban, lo hacían con total paciencia. Siempre aprendiendo junto al otro.

Ahora ambos estaban parados en el balcón con un silencio cómodo entre ellos, mirando el paisaje, los carros pasar y aunque no se podían ver tantas estrellas como el pueblo originario de Miguel, aún se podían observar una que otro brillo tintineante en el cielo nocturno.

Al mismo tiempo, el moreno sostenía la mano de Hiro con un poquitito de fuerza, sí, puede ser que ya pasaran más de 10 años desde su visita al Mundo de los Muertos, pero le seguía temiendo a las alturas; sin embargo, cuando estaba a lado del pelinegro, era más valiente y hasta llegaba a disfrutar estos momentos.

Gracias al accidente con el transformador, en ese momento no tenían, mejor dicho, no podían dedicar su atención hacia otras cosas, entonces aprovechaban estos pequeños momentos para detenerse un ratito de su acelerada rutina y pasar un lindo tiempo junto a su pareja, esto último no sabían bien si lo decía su lado que le exigía un descanso del constante estrés o de plano era su flojera saliendo al flote. Solo Diosito sabe.

Estando ahí, una ligera brisa fresca chocaba con sus rostros, ocasionando que los mechones del cabello de Hiro se movieran a la par, quien ante la caricia invisible cerro sus párpados disfrutando el momento, porque eran contadas las veces que realmente se sentía ese nivel de paz y tranquilidad, aún más si el amor de su vida estaba a su lado. Y Miguel tan solo se dedicaba a obsérvalo en ese estado con adoración reflejado en sus orbes chocolate, sintiendo aquella misma paz en su pecho.

Entonces, guiado por el sentimiento que empezaba a nacer entre ellos, fue imposible para Miguel evitar llamar al contrario con un pequeño susurro para que volteara hacia él y al estar frente a frente, tomar su rostro entre sus manos para besarlo sin remordimiento. Un beso correspondido, dulce, lento, tranquilo, tan solo dedicándose a disfrutar la caricia entre sus bocas.

Al separarse también fue inevitable para el mexicano tatuar el rostro ajeno de pequeños besos tronados, uno en la mejilla, otro en la punta de la nariz, ahí va otro en la frente, ahora en la otra mejilla y barbilla, para finalizar en otro beso posicionado en sus labios, todo lo anterior causando una pequeña risita de Hiro, la cual Miguel guardaría y atesoraría en sus memorias hasta que nadie más lo recordara en la siguiente vida.

Al detenerse el "bombardeo" de besos, Hiro le pregunto un poco confundido.

—¿Qué fue todo eso, Miguel? —sonrió, mirándolo interrogativo—. Digo, no me quejo pero ¿por qué? —finalizó con un ligero sonrojo en sus mejillas que gracias a la falta de luz, podía ocultar un poco.

Miguel solo se limitó a sonreírle de vuelta y encogió sus hombros.

—No lo sé, ¿tal vez porque te amo demasiado y todos los días a todas horas te encargas de recordarme la razón por la que enamore de ti?, no lo sé tú dime —terminó regalándole una risa espontánea y gentil al mismo tiempo que tintes más agresivos se hacían presente en los pómulos del mayor. Ay, Miguel siempre tan espontáneo y amoroso como puedes ser.

Ante aquella confesión ahora fue el turno de Hiro de atacar los labios del menor iniciando otro beso igual de deleitable que el anterior. Si Miguel seguía actuando de esa forma, Hiro moriría de amor. Lo jura.

Al volverse a separar se dirigieron sonrisas tranquilas y llenas de cariño. Al final, si estaban uno junto al otro no existe en la faz de la tierra un lugar donde prefieran estar.

HIGUEL WEEK. DÍA 7: LA SHIPP NO HA MUERTO...
Y ¿que creen? Pues yo tampoco :D

Antes que nada, MUCHAS GRACIAS a las personitas que me comentaron en mi última actualización cuando hablé sobre mis ped0s emocionales ❤️❤️❤️ losquieromucho u u

Después de casi un año, más o menos, de estar bien tiesa el día de hoy por el día 7 de la actividad del Higuel WEEK (la cual concluyó hace más de un mes, detallles) les traigo este pequeño pero bonito relato de los niños.

También he notado que a lo largo de estos meses vi que algunas personas le dieron estrellita a mis relatos anteriores y los guardaron en sus listas de lectura... no saben cuanto me alegra que les guste las pendejadas que escribo, de verdad muchas gracias :,)

Bueno, eso es lo último que quería mencionar. Espero que les haya gustado.

Gracias por leer, comentar y darle estrellita ✨
¡Hasta luego!

-Procede a morirse por otro año más- XD