Marie Weasley, una chica que a simple vista es la más bella de la familia Weasley.
Nunca tuvo repudio a los muggles, ni a los nacidos de ellos; solo pensaba que la sangre pura era más importante.
Obviamente amaba a su familia, Charlie y Bill eran una figura importante para ella, al igual que los Gemelos, Percy y los dos más pequeños no se llevaban tan bien, discutían a cada segundo. Aunque eran mellizos con Ronald–aunque ella era mayor que él por trece minutos–, no quería ser como él, ni él como ella.
Ella siempre quería más a su padre que a su madre, Molly siempre prefirió a su hermano. A los siete años se cambió al cuarto de Fred y George, ya que lo compartía con Ginny y no se llevaban tan bien como quisiera.
Nunca sintió el amor de su madre, ni siquiera el día de su cumpleaños, para todos era un amor de persona, para ella era una persona más. En cambio su Padre siempre que Molly la castigaba, él se lo quitaba e iban a jugar al Quidditch, amaba y daba todo por no perder a su padre.
Había esperado el uno de septiembre desde que Fred y George fueron a Hogwarts, sabía que estaría lejos de todos, y podría hacer sus propios amigos, o capaz solo podrías estar sola.
Pasaría más tiempo con sus hermanos y cuando pasara más tiempo haría una prueba para entrar en el equipo de Quidditch.
Realmente no tenía miedo a que casa cayera, las personas más importantes le habían dicho que no le preocupara si no estaba en Gryffindor, y eso para ella ya era suficiente.uno de septiembre
Me desperté por los gritos de Ronald buscando a su rata, ¿No se podía callar? Fred estaba terminando de guardar sus artilugios de bromas, por lo cual me prometieron invitarme a algunas de ellas.
–¡Buenos días!– dijo Fred nada más verme despierta.
–Buenos días– murmuré mientras poco a poco me sentaba en la cama.
–¡Hombre! ¿Te has despertado ya? –Fueron las primeras palabras de George nada más entrar al cuarto.
Le saque la lengua y me levanté para agarrar la ropa ya preparada de la noche anterior, el baúl llevaba preparado desde hace unos días, algo menos en lo que preocuparme.
Cuando se fueron, me cambié de ropa poco a poco, no tenía mucha energía, bajé las cosas y desayuné en silencio.Por suerte en el viaje hasta la estación Kings Cross estaba entre los Gemelos en el que nos entretuvimos con el paisaje.
Cuando llegamos a la estación, miré por todos lados , no era la primera vez que iba pero era la primera en la que yo iba a pasar por el andén 9 ¾. Papá me contó que era hermoso y la primera vez que entras, nunca más quieres dejar de mirar a todo los lados y razón no le faltaba.
Primero fue Percy, después los Gemelos y seguidos de ellos, con nervios corrí hasta la pared que separaba el andén 9 y 10. Cuando abrí los ojos vi un gran tren color escarlata, Papá tenía razón, era lo más hermoso que había visto nunca. De lejos ví a dos cabezas pelirrojas e idénticas por lo que me encamine hacía ellos, Mamá y Ron venían detrás con otro niño cuyo desconocía. No le dí importancia ya que Fred me ayudó a subir el baúl y la lechuza que compartimos nosotros tres.
Nos despedimos de Mamá y de Ginny, una vez en el tren busqué un compartimento vacío, que era muy difícil y por muchísima suerte encontré uno.
–Perdona, ¿Puedo sentarme aquí?
Giré mi cabeza hacía la puerta y ví a una chica de más o menos mi edad, pelo rubio, muy rubio. Con ojos oscuros y muy, pero muy linda. Traía puesto la ropa pedida para los alumnos de primer año, por lo que me alegré de que al menos iba con la misma información que yo.
–Oh, si claro, puedes sentarte– Aparté el libro que me regaló Papá por mí último cumpleaños.
–Gracias–Dejó ver una sonrisa completa en su rostro–. Soy Daphne Greengrass, encantada.
–Marie Weasley, encantada– Miré su cabello, se veía suave–. Me gusta mucho tu cabello.
–Oh, muchas gracias, el tuyo no está tan mal— Soltó una risa nerviosa– ¿No eres como el resto de tu familia?
–Bueno, la mayoría me odia, creo que no soy como ellos– Me ponía muy nerviosa y sentimental hablar de ese tema.
Ya habíamos empezado el viaje, no me molesté en sacar la cabeza despedirme de Mamá, estaría muy ocupada despidiéndose de los demás. Me sorprendió que Daphne tampoco lo hiciera.
–¿En qué casa crees que vas a estar? –Preguntó, cortando el silencio que se había creado–, yo en Slytherin.
–Sinceramente, no lo sé, mi Padre me dijo que no me preocupara por eso, que disfrutara.
–¿No te despides de tu Madre?.
–No hace falta, no es que me haga mucho caso, prefiero ahorrarme eso–Respondí mientras jugaba con mis dedos.
–A mi me pasa con mi Padre, no hablo mucho con él, prefiere a mi hermana Astoria, te entiendo como te sientes– Dijo mientras miraba por la ventana.
–¿Sientes como que molestas? ¿Como si no deberías estar ahí? –Susurre mientras dejaba de mirar la ventana para observar.
–Si.. Casi siempre..
–Te entiendo, por suerte tengo a mis hermanos que intentan distraerme, pero debe ser más difícil en tu caso–Suspire mientras le miraba.
–Si bueno, Mamá intenta pasar tiempo conmigo– Sonrió un poco– ¿Tienes amigos aquí?
–Oh, no. Solo a mis hermanos y creo que no son mis amigos...– Hice una mueca.
–Entonces ya tienes una amiga, me has caído bien y creo que hemos pasado por lo mismo.
Sonreí y estiré mi mano para estrecharla con la suya.
–Gracias– Sonreí mientras me acomodaba en el sillón.
–¿Gracias por que? –Preguntó mientras buscaba galeones.
–Por no juzgarme por mi apellido, muchas personas lo hicieron– Hablé por última vez mientras la mujer del carrito abría la puerta y preguntaba si queríamos algo, yo negué pero Daphne compró grageas de todos los sabores.
*Capitulo editado*

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ᵁⁿᵃ ᵂᵉᵃˢˡᵉʸ ᴰⁱᶠᵉʳᵉⁿᵗᵉ
Fanfictiontodos conocemos a la familia weasley, pero ¿y si hay una más? este es el caso de Marie , siempre amó a su familia pero ellos siempre la trataban de distintas , aunque siempre estuvo más pegada a sus hermanos mayores. Todos los personajes pertenece a...