𝐿𝑢𝑥 -Fate: Saga Winx

Capítulo 3

Terra aprovechó un momento de descuido de su hermano para llevarse a la rubia lejos.

- ¿Qué pasa?

- Quiero que te lo lleves.

- ¿Qué? - Vega preguntó extrañada.

- Te regalo a mi hermano.

- ¿Me lo regalas?

- Si, es tu regalo de cumpleaños.

El cumpleaños de Vega era dentro de un día; y su amiga sabía que lo único que le gustaba a Vega era Sam y se lo iba a dar en bandeja.

- Sabes que puedes regalarme cualquier cosa o nada.

- Pero si te lo regalo; ganaré la apuesta que tengo con él.

- ¿Tenéis una apuesta?

- Quién haga el mejor regalo se quedara contigo todo un día.

- ¿Entonces me regalas a Sam y te quedas conmigo?

- Exactamente. - Terra le dio una gran sonrisa haciendo que Vega también sonriera.

- La verdad es que necesito una noche de chicas.

- No digas eso, sabes que Sam si le dices eso se pondrá una peluca y se vestirá de chica solo para estar contigo.

- ¿Te imaginas a Sam vestida de chica?- aquello hizo que las chicas soltaran unas grandes carcajadas.

El chico por otro lado estaba desesperado para encontrar a su amada Vega.

Fue un momento al baño y la chica ya no estaba en su habitación por lo que estuvo buscando por toda la casa y sin encontrar respuesta.

- ¡Ve! Dios, por fin te encuentro. - la vio dentro de la habitación de su hermana con ambas hablando y riéndose.

- Sami, ¿Qué tal?

- Mal, me dejaste solo.

- Te deje solito.

Él se tiró encima de la cama arrojándole un cojín a Vega a la cara.

- Te lo mereces; por dejarme solo.

- Fue culpa de ella. - la chica señaló a su mejor amiga.

- Necesitamos un rato sin ti. - soltó clara y sincera.

- ¿Sin mi? Pero si nuestra querida rubia no puede vivir sin mi. - Sam se hizo el ofendido colocándose una mano en el pecho.

- Haber reconozco que no puedo vivir si ti; pero necesitamos un tiempo de rubia a castaña a solas.

- Puedo ponerme una peluca pelirroja; así somos una rubia, una castaña y un chico con una peluca pelirroja. - dijo intentando convencerlas.

- Lo que ella está intentando decir suavemente; es que necesitamos que tú no estés.
La acaparas todo el tiempo, yo necesito tiempo con mi mejor amiga.
Te prometo que mañana es toda tuya. - prometió Terra mirando a Vega con una sonrisa pícara.

- ¿Toda mía?

- ¿Yo no puedo opinar?

- No. - los hermanos dijeron a la vez mirando a la otra chica.

- Vale.

- ¿Tenemos un trato?

- Eres muy retorcida a veces.

- Así me quieres.

- No te soporto.

- Bueno ahora, fuera. - Terra echó a Sam de la habitación.

- Adiós, princesita. - se despidió de Vega con un beso en la frente.

- Adiós, mi príncipe azul.

Ambos se miraron con cariño hasta que Sam traspasó la pared para irse a su habitación.

- ¡Dios, como os shippeo! - gritó emocionada la otra chica.