-Jungkook idiota, ¡¡¿Cómo te atreves a besarme?-rose se dijo así misma, muy molesta pero luego levanto su mano derecha y se toco los labios por qué por una estraña razón todavía podía sentir los labios de JUNGKOOK sobre los suyos y eso la desesperab...
Después de que todo el susto pasó, Jungkook y rose caminaban de regreso al callejón dónde la rescató de estos criminales para recuperar su motocicleta mientras caminaban, Jungkook seguía mirando a rosé que la hacía sentir algo incómoda.
–¿Nunca has visto a una chica tan hermosa como yo?– Dijo rosé sarcásticamente.
–No, nunca– dijo Jungkook como hipnotizado.
–¡Que!– Dijo rosé sorprendida por su respuesta.
Jungkook se despertó de su trance y vio que rosé parecía sorprendida y se dió cuenta de lo que dijo y sus ojos se abrieron como platos y su rostro se puso rojo.
–Es solo una broma– dijo él, riendo nerviosamente.
–¿Alguien te ha dicho alguna vez que eres raro?– Dijo rosé arqueando una ceja.
–Si, si, lo escuché varias veces–dijo un poco avergonzado.
Caminaron y Jungkook no se detuvo a mirar de vez en cuando a rosé aunque el quería detenerce pero no podía como si ella fuera una gran atracción y no podía dejar de mirarla, rosé sabía que Jungkook la estaba mirando pero decidió ignorarlo, ella sabía que estaba cautivado por su belleza que sucede muy amenudo en su escuela por lo que decidió fingir que no se había dado cuenta.
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Cuando llegaron al callejón, Jungkook fue a revisar su motocicleta pero estaba astropiada, las ventanas estaban rotas y tenía varios rasguños, técnicamente la motocicleta era un desastre.
–Oh, mierda, seguro que mi jefe me despedida esta vez– dijo triste.
–¡Yah! No te pedí que me rescataras eh, ¡Así que no me culpes!– Dijo rosé.
–¿No te han enseñado a dar las gracias?–preguntó Jungkook
Rosé no respondió a su pregunta y simplemente eligió girarse y mirar hacia otro lado, ante su reaccion, Jungkook no pudo evitar reír y sacudir negativamente la cabeza, provocando la molestia de rosé.
–¡Por qué te ríes, te burlas de mí!– Grito rosé molesta.
–Vaya, tienes un gran temperamento para hacer tan bajita–dijo Jungkook riendo.
–¡Hayyy!–Dijo indignada rosé y pateó en el pie derecho a Jungkook lo que provocó que el pobre chico se quejara de dolor mientras saltaba sobre un pie –¿Aver sigue burlándote?–Dijo la contraria.
