11. La chatarrería de los dioses.

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Alan~—susurro alguien.

Alan sobresaltado abrió sus ojos.

Se había desmayado lo recordaba. Pero no podía explicar por qué se encontraba en lo una habitación completamente blanca.

Pero lo que más resaltaba en la habitación era alguien.

Había un cuerpo de espaldas, vestía una especie de capa negra con capucha. Pero lo que más le llamaba la atención era las múltiples cadenas que estaban enredadas en su cuerpo.

—Me decepcionas alan—exclamo aún de espaldas—Espere más de ti y mírate. Te has vuelto a desmayar.

Con lentitud se giró hasta mirar a alan. Parecía que los ojos del desconocido estaba cubierto de una máscara de oscuridad. Lo único visible era su boca y nariz.

—¿Quien eres?—pregunto Alan.

—Solo soy una calamidad—se encogió de hombros—Al igual que tú—lo señaló.

Alan no sabía si ofenderse o no—No es una ofensa—dijo. Alan decidió mantener su mente en blanco—Una calamidad no es precisamente malo. O al menos no del todo.

El sonido que hacían las cadenas cada vez que “la calamidad”avazaba hacían tensar a alan.

—¿Que quiere?,¿Porqué estoy aquí?—pregunto Alan brusco.

“La calamidad” se giró hasta Alan y con una gran velocidad se puso frente a él cara a cara. Alan mantuvo su vista en la cara del contrario sin inmutarse. Éste sonrió divertido.

—Tus recuerdos—dijo. Su aliento chocando con la nariz de alan-que sorprendentemente olía a menta—Debes recuperarlos. Y sólo entonces todas tus dudas serán respondidas y origen sabrás.

Éste volvió a girarse sin y antes de Alan poder abrir su boca para responder la habitación empezó a temblar.

—Nos volveremos a encontrar Alan—fue lo último que escucho el cazador.

(...)

Percy escucho un suspiro a su lado y casi como un interruptor su atención abandonó su atención de la conversación que tenía con las chicas y su atención se desvío hacia de donde provino el suspiró.

A su lado yacía Alan quien abrio sus ojos con cansancio. Su cuerpo estába tirado en una superficie suave. Pero lo que más los sorprendió era notar que estaba en medio del desierto y también en medio de la noche.

—¿Alan?—alguien preguntó a su lado.

Alan giro su cabeza encontrándose con un somnoliento Percy y se sintió un poco apenado al ver su mirada de preocupación.

—¿Donde estamos?—pregunto el cazador.

El hijo de posesión se encogió de hombros—En un pueblo fantasma quizás,no lo sé.

Una pequeña sonrisa se formó en la boca de Alan y Percy se sintió feliz al ver que hizo sonreír a un cazador de artemisa. Era reconfortante ver que si teníamos sentimientos y no todos pretendían ser seres sin sentimientos.

Alan se reincorporó y sintió sus huesos tronar. Se sentía bien,ya no había rastro de dolor en su cuerpo sin tener en cuenta la cicatriz de mordida en su hombro. Empezó a caminar en la arena tratando de estirar un poco su cuerpo.

Pretty Boy «Percy Jackson Series»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora