01. Bueno, mierd*

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La vida de Alan dio un giro completo en tan poco tiempo.

Si le hubieran dicho hace un tiempo que abandonaría la caza se hubiera reído. Pero aquí estaba, en medio del bosque perteneciente al campamento mestizo.

Tenía la esperanza de encontrar a Nico. El niño había perdido a su hermana. La única persona que tenía en su vida.

Y ahora, se encontraba solo.

Alan jamás permitiría que un niño pasará por eso solo. Menos aún, ahora que era hijo de Hades. Lo que lo convertía en un faro para los monstruos y para cronos y sus secuaces.

Alan cerro lo ojos buscando cualquier rastro de nico en el aire, pero su algo lo bloqueaba.

Por razón que desconocía, su rastro siempre lo llevaba al bosque, pero nunca podía encontrarlo. Era como si de un momento a otro desapareciera.

Alan sintió los vellos de su nuca erizarse, así que invocó su espada y dio un tajo y vio como un cabeza con rizos rubios se agachaba para evitar la espada.

—¡Por amor a los dioses, alan!—exclamo el chico.

Will Solance un chico bastante dulce, fue el primer amigo en hacer en el campamento.

Ahora se encontraba tocando su cuello, como si se asegurará que aún tuviera su cabeza pegada al cuello.

—Oh, hola will—exclamo Alan bajando su espada—¿Cómo va tu día?

Will respiro hondo. Le sorprendía que su amigo hablara con normalidad, como si hace unos momentos no hubiera intentado decapitarlo.

—El señor D y Quirón quieren hablar contigo. Creó que es importante.

Alan levantó un ceja por lo dicho. La única vez que hablo con el señor D cuando llegó la campamento. Lo único que le dijo fue “No te metas en problemas y no hagas ninguna locura”  y la única interacción con Quirón fue cuando lo felicitó por sus habilidades de combate y sus habilidades con el arco y flecha.

Alan soltó un suspiro mientras guardaba su espada. Le dio una sonrisa al hijo de apolo antes de ir a la casa grande.

Aunque alan llevará poco tiempo en el campamento, siempre le fascinaba ver todo. Las cabañas, la casa grande, los establos, incluso el almacén de armas le gustaba.

Al pasar por la cabaña de Afrodita les dio una sonrisa a uno de sus hijos haciendo que su cara se tiñera de rojo.

Cuando abrió las puertas de la casa grande se encontró con el señor D y Quirón jugando a las cartas. También estaba Annabeth Chase. La hija de Atenea tenía una expresión de aburrimiento en su rostro.

—Al fin llegas Aran, pensé que estaba empezando a envejecer esperándote—exclamo el señor D sin levantar su mirada de sus cartas.

—De hecho es alan...

—Es lo mismo—le resto importancia—De cualquier forma, tenemos asuntos que resolver o mejor dicho. Tienes asuntos que resolver.

Alan miro a Quirón buscando respuestas.

—Veras muchacho, te mandamos a llamar porque creemos que es hora que vayas con el oráculo—aclaro Quirón—El oráculo se encuentra en el ático, solo debes subir las escaleras.

Alan mentiría si dijera que no se sentía nervioso. Pero rápidamente espantó los nervios de su cuerpo. Si algo le enseñó su madre fue a jamas sentir nervios.

“Si estás nervioso no podemos cazar y si no cazamos, la gente sale herida”

Alan puso su espalda recta. Y avanzó hacia las escaleras.

—Por cierto señor D, Quirón tiene la ventaja.

Al subir se encontró con un ático repleto de polvo. Allí se encontraba una momia sentada.

Esta se encontraba con la espalda completamente recta. Como si estuviera esperándolo, como si estuviera ansiosa  y por decir algo.

Al  dar un paso hacia ella, el oráculo abrió su boca.

De su boca salió un hilo de niebla verde. Diviso la imagen de un chico con capucha arrodillado en lo que parecía ser ruinas. La cabeza del chico se giró y por un momento Alan sintió que era observado por este. La figura se levantó y corrió hacia alan.

Alan invocó su espada por instinto, pero cuando la figura toco su cuerpo, está se desvaneció.

“Con la muerte el príncipe corrompido será y así la destrucción de Troya traerá. Su ira se expandirá y el mundo de sangre se teñirá. El terror de ojos dorados lo romperlo querrá y solo dos almas negra y azul harán que se vuelva a levantar”

Con eso la momia cerro la boca y volvió a quedarse callada. Y lo único que salió de la boca fue.

—Bueno, mierda.

******

Regresé—le lanzan piedras—

Enserio perdón por la tardanza, no tengo ninguna excusa.

Pero al fin la historia de Alan regresó.

Se que es un capítulo corto, pero necesario.

Cómo leyeron Alan tiene una profecía y es una profecía antigua, si tienen alguna teoría me gustaría leerla.

Sin nada más que decir, me despido.

Nos leemos.

Pretty Boy «Percy Jackson Series»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora