Pretty Boy «Percy Jackson Series»

7.El rey de los lobos

Antes de empezar quiero advertirles que soy muy malo haciendo escenas de pelea.

Lamento la tardanza.

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Los hombres lobos se me tiraron encima.

Debido a la presión lance una flecha para clavarla en uno de ellos. Esta dio en el pecho de uno de ellos haciendo que aulle de dolor y estallara en una explosión dorada.

Sin embargo esto no me salvó del ataque de los otros dos. Cubri mi cara con mis brazos para evitar los rasguños.

Sentí las garras perforar mi piel pero evite soltar algun sonido de dolor. El impacto de ellos hizo que mi arco cayera al suelo.

—¡Maldicion!—grite con frustración.

Me alarme cuando vi a lycaon avanzar de nuevo así que en un movimiento desesperado pateé el estómago de uno de ellos haciendo que cayera hacia atrás, tomé la oportunidad y agarré una de las flechas clavándola en los muslos del segundo y aproveché su descuido para clavarla en su pecho haciendo que explotara soltado una nube dorada.

Viendo la oportunidad corriendo de nuevo hacia lycaon y lo derribé antes de llegar al centro.

Sin embargo no duro mucho ya qué sentí un peso en mis espaldas y lycaon tomo esta oportunidad escapar de mi agarré.

Sentí una corriente eléctrica atravesar mi cuerpo y sin esperarlo una descarga eléctrica salió de mi cuerpo haciendo que el cuerpo a mis espaldas me soltara dándome la oportunidad para golpear su rostro.

Impactado vi mis manos viendo cómo estás liberaban energia dorada.

Viendo como éste se recuperaba del golpe me le tire encima para después tomar otra flecha y clavársela en uno de sus ojos haciendo que se desintegrará.

—¡Lycaon!—grite este respondío con un fuerte gruñido—¡Ven aquí maldito perro doméstico!

Esté soltó un gruñido aún más fuerte y se giró hacia mí,sus ojos rojos brillando en señal de peligro. Y estoy seguro que mis ojos dorados también brillan con intensidad.

Una gran tensión se formó a nuestro alrededor. Este fue el primero en abalanzarse a mí,dándome un gran golpe en la mandíbula.

Quedé ligeramente aturdido pero logré recuperarme para esquivar un zarpazo directo a mi cuello.

Tome mis dagas y trate de atacarlo,aunque era inútil ya que estás eran de bronce celestial y no de plata.

Otro golpe se hizo presente en mi rostro dejándome esta vez en el suelo.

—Eres inútil cazador—la voz de lycaon se escuchaba ahogada.

Quedé mirando hacia el cielo donde la luna llena estaba saliendo en todo su esplendor. Cerré mis ojos y me concentré en la luz lunar.

Un gran rayo de luz lunar cayó en mi cuerpo y sentí mis fuerzas renovarse. Logré levántarme y de nuevo un aura dorada apareció rodeando mi cuerpo pero esta vez no me desconcerte solo tenía algo en mente.

Acabar con lycaon.

Corrí e impacte con su cuerpo. Lycaon intentó frenar enterrando las garras de los pies en la nieve pero era inútil. La fuerza ejercida hacia que sus pies se arrastraran junto a su cuerpo.