Te encontrabas frente a las rejas de tu casa, el reloj marcaba las 11 am.Se parecía a alguno de esos libros amarillentos de suspenso que te comías completos a la media noche.
Dejaste el complejo de becados en el que vivía Juliana a eso de las 10 am, nunca en toda tu vida te habías despertado a las 9 de la mañana que tú recuerdes, mucho menos un sábado como hoy lo era, todo entrenamiento en la manada daba inicio a las 5 am, tendrías que haber tomado la ruta norte junto a tu padre a las 9 pm... del día anterior, decir que era tarde sería una atenuación, y decir que tu padre te castigaría era la punta del iceberg.
Él ya no abusaba sexualmente de ti, ya hace como un año eso quedó de lado, pese a que en tu piel y tu corazón quedaron huellas eternas y dolorosas que todos fingían no ver. Desde tus catorce inviernos estabas obligada a pasar todos y cada uno de tus celos con Choi Minho convirtiéndose en tu único compañero sexual… forzado, tan considerados, te sentías como una jodida y despreciable pelota de pimpón entre dos monstruos, tu progenitor y tu prometido, quien estaba propuesto como futuro Alfa de tu manada desde que venció a tu padre en combate, cuando el actual líder muriera Minho se alzaría como Alfa de Piedra blanca y en consecuencia tú serías su Luna, estabas pensado de qué manera podrías huir de tal fatídico destino.
Choi Minho era un tipo cuyo proposito de vida se basaba en demostrar que la tenía más grande que todos los hombres que conociese, no la tenía pequeña, pero su ego y arrogancia superaban con creces a cualquier otra característica suya, parecía ser feromonas flotantes por como todos querían estar pegados a él y moverle el culo, así como otros le odiaban por ser tan pretencioso e hijo de puta, alguna vez de niño fue tu amigo, pero todo se derrumbó al llegar la presentación, simplemente pareciá que lo unico para lo que servía era asesinar y joder en todo sentido de la palabra.
Si había alguien tan maquiavélico como tu padre en ese lugar esa era la Sra. Choi; la mujer se cargaba una de las sonrisas más plásticas que habías visto, y dejaría a todos quemarse vivos mientras ella no se viera afectada. Si bien Minho te tenía cierto “respeto” en las batallas por no poder ganarte casi nunca, eso no quitaba que en contra de tu ya tan pisoteada voluntad, tuviera largas sesiones de sexo contigo cuando entrabas en celo o mejor dicho cuando te encontrabas fuera de ti, e inclusive así era un gran riesgo el que corría, y es que cada que volvías a la normalidad intentabas asesinarlo literal y figurativamente, era un ciclo poco agradable pero admitirías que era placentero dejarlo en el hospital bajo la mirada impotente de su santa madre pues la hija del lider eras tú, ahora te sentías un poco debil aún, tu omega estaba exahusta.
Suspiraste, tu omega siempre estaba exhausta.
Decidiste entrar, sacaste tus llaves, abriste la primera reja de la propiedad brevemente para que tu cuerpo pudiese pasar, diste dos golpes de llave y caminaste hacia la segunda reja, el pasto vestía un fresco verde, olía a recién cortado y el rocío de la mañana bañaba la friolenta frescura de su aura, ensartaste el último botón de tu abrigo al notar como la piel de tu pecho se erizaba por el frío y viste como tu aliento se hacía vaho en el aire helado que corría en contra a ti casi como una advertencia de no avanzar, se sentía como si cuchillas rozaran la piel de tu espalda a cada paso.
Al abrir la segunda reja te dirigiste a casa pensando en la posibilidad de ingresar por tu ventana, aunque desististe pues luego de darle un par de vueltas supiste que de todas maneras enfrentarías al líder, por lo que introduciste tu llave en el último cerrojo y cerraste los ojos con fuerza, un par de vueltas con la llave y la puerta cedió, las bisagras chirriaron tétricamente al empujar la madera, olfateaste al interior y solo la característica esencia de madera llegó a tus fosas nasales, alerta pegaste tu espalda a la puerta escaneando el lugar, escuchaste únicamente tu respiración y los latidos de tu corazón en aquel sepulcral y hosco silencio que reinaba la mansión, caminaste un poco distanciando tu cuerpo de la puerta y procurando no hacer el menor ruido, subiste la escalera para enfrentarlo, escapar era imposible y retrasar temerario.
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"Alfa u Omega"
Fanfic°○• Donde tú no quieres hacer sufrir a un joven Alfa y le cierras las puertas, lo único que no sabias es que el entraría por la ventana •○° .🍷. ☕ Advertencia ☕ Inspirado en el omega-verse, aclaro que no seguirá todas las reglas de este genero, advi...