01 - ¡¿Cortejo?!

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Shang Qinghua estiró los brazos, bastante contento con todo lo que había hecho en el día. No solo se había encargado de la inmensa cantidad de papeleo que llegaba a su escritorio, cortesía de los sirvientes de su Rey que sabían perfectamente cuando no molestarlo con 'nimiedades' y en su lugar enterrar al humano cultivador con todo tipo de problemas que el reino del norte no paraba de crear o incrementar. Pero Shang Qinghua ya tenía todo bajo control, la mayoría de los días. Tenía permitido delegar cuantas tareas le fueran necesarias y los demonios menores que servían a Mobei Jun tenían que obedecer sus órdenes si querían conservar sus cabezas, además eran problemas ya tan comunes que hasta con los ojos cerrados los podía solucionar. Lo único malo era cuánto tiempo le quitaban de sus días.

Aún cuando venía a quedarse una temporada en la fortaleza de hielo, alejándose de las mil y un responsabilidades que tenía como Lord de An Ding, no tenía tiempo de descansar!

Nada de descanso para Shang Qinghua, ah, ¡qué indignante! Era el responsable de que Cang Qiong siguiera existiendo sin problemas (para el resto de los picos y sus Señores, claro), y que Mobei Jun no hubiera enloquecido y decidido deshacerse de al menos la mitad de su reino por la cantidad de tonterías que los demonios de hielo hacían.

Ah, realmente necesitaba más tiempo libre. Cómo iba a despegar su carrera como escritor si no podía concentrarse en escribir por más de una hora al día? Y eso con suerte, pues si no era interrumpido por una montaña más de trabajo...lo era por cierto Rey Demonio que aparecía de la nada en sus aposentos.

Y oh cuántas veces aparecía Mobei Jun.

Cada noche prácticamente, sin importar que fuera en An Ding o la fortaleza. Ahora que todos sabían de su 'relación' con Mobei Jun (no realmente, pero no podía negar que habían cambiado demasiado las cosas entre ellos), su demonio favorito aprovechaba eso para hacer lo que quisiera. ¡Incluso llegaba de día algunas veces, asustando a sus pobres discípulos! Zhangmen-shixiong ya le había 'comentado' que las visitas de cierto demonio deberían darse a horas apropiadas. Véase, en la noche y solo la privacidad de su hogar.

Como si Mobei Jun fuera a hacerle caso.

Bostezó, levantándose de su lugar y recogiendo lo que había conseguido escribir ese día. Más de lo que había escrito en una semana, definitivamente esta historia le estaba gustando bastante.

Soltó su cabello, ya de por sí fuera de lugar, y peinó con sus dedos para desenredarlo mientras caminaba hacia su cama. El único sonido provenía del fuego de la chimenea que le ayudaba a no morir congelado, además de las cobijas que Mobei Jun le había regalado, hechas con el pelaje de monstruos que él mismo había cazado, si eso no había provocado que Shang Qinghua sintiera una mezcla de admiración y asco, estaría mintiendo. Pero dormir una noche cubierto de ellas le había hecho sentir una calidez en su pecho cada que pensaba en quién se las había llevado. Mobei Jun había cambiado bastante desde que había vuelto a su lado. Le cocinaba fideos al menos cada semana, le hacía regalos, daba palmaditas en su cabeza ... Nada que ver con el antiguo demonio que conoció! Bueno, seguía exigiendo su atención como niño pequeño y se molestaba si no se la daba completamente, seguía quedándose a veces a dormir en su cama (aunque ahora con él allí? Shang Qinghua no podía acostumbrarse a tener a un demonio tan atractivo y que le robaba el aliento aún en sus peores momentos, durmiendo prácticamente pegado a él. No, nope, nunca podría acostumbrarse!)...

Sintió un frío en su espalda, el signo más claro de que cierto demonio había llegado. Y tarde. Mobei Jun se sentaba a leer algún informe o algo mientras Shang Qinghua escribía, esa era ya una rutina entre ellos. ¿Pero aparecer así de tarde cuando ya estaba por irse a dormir?

"Pasó algo, Daw-"

"Shang Qinghua", tenía el rostro con una pequeña expresión que no podía descifrar. La había visto innumerables veces desde que había regresado, pero seguía sin ponerle nombre. Solo sabía que era más suave y quizás cálida que sus expresiones normales.

Linaje [Moshang]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora