Tras la puerta de la residencia Bulsara se escuchaba una fuerte discusión, Roger percibiéndola toco tímido el timbre, el escándalo no cesaba pero tras unos minutos se escucharon unos pasos hacia la puerta, la joven que lo recibió viro los ojos al ver de quien se trataba y miro hacia adentro donde aún su padre discutía con su hermano.
- Hola, necesito hablar con Freddie
- No es un buen momento, Taylor
- Kash, es importante
- Mi padre esta furioso
- Por favoooor
- Ummm... Bueno, metete por el patio trasero y yo entretengo a mi padre ¡Pero me debes una!
Roger corrió dándole la vuelta a la casa y Kashmira suspiro por salvar una vez mas el pellejo a su hermano y sus amigos, eso era lo malo de ser la favorita de papá y a la vez llevarse bien con su hermano problemático. El rubio salto la cerca y espero un rato, desde allí no escuchaba la discusión familiar así que no sabía si la joven había logrado su cometido o tendría que irse, pero no tuvo que esperar mucho más cuando por fin vio salir al moreno.
- Buenas tardes, Freddie
- Ojala fueran buenas...
- Hoy si lo son
Roger saco del bolsillo un fajo de billetes entregándoselo a Freddie, y éste lo miro incrédulo tardando unos segundos en reaccionar arrebatárselo de la mano verificando que nadie los estuviera observando.
- ¡¿De dónde sacaste esto?! ¿Lo robaste? ¿Eres dealer?
- Vendí algo mucho más valioso que cualquier droga
- ¿Te prostituiste?
- ¡No! Abrí el local una última vez y vendí todas mis cosas de Rogerina, nunca lo vi tan lleno, tendrías que haber visto a las chicas pelándose por las prendas y el maquillaje
- ¿Y esto es la mitad de lo que ganaste?
- No, eso es todo lo que gane, quédatelo, es mi forma de compensarte todas las molestias que te cause
- ¿Quién eres y que hiciste con Roger?
- ¡Ya guárdalo antes de que me arrepienta! Ah y esto es para tu hermana por el favor de recién
Saco de su bolsillo un labial entregándoselo al cantante quien todavía no cabía en la sorpresa, pero la siguiente pregunta del rubio lo hizo volver a estrellarse contra la realidad.
- ¿Ahora qué hiciste para que tu padre este tan enfadado?
- Anoche llegue borracho y... Al parecer les confesé que soy gay
- Wow sí que te tomaste enserio lo de salir del armario jajaja
- ¡Roger, esto no es gracioso!
- ¿Y ahora que harás con ese dinero?
- Umm... He estado pensando en formar una banda, tal vez nos sirva para pagar una sala de ensayo
- ¿Nos?
- Obviamente tú serás mi baterista... Y adivina quién tocara la guitarra
- ¿Quién? ¡Oh no! ¡Freddie, no! ¡Ya sabes cómo terminaron las cosas!
- Bueno, tranquilo, solo es una idea, de todos modos nos haría falta bajista... ¿Y tú que piensas hacer?
- Yo... Bueno, básicamente tengo que rehacer mi vida
- ¡¡¡Farrokh!!!
Ambos se sobresaltaron ante el grito proveniente del interior de la casa, al parecer la ira de su padre todavía no se había apaciguado y su hermana había agotado los recursos para distraerlo, Freddie miro con una mueca de terror al rubio y este le dio unas palmaditas de compasión en el hombro antes de volver a desaparecer escabulléndose al igual a como había llegado.
No hizo falta recorrer demasiadas calles para llegar a su próxima parada y toco la puerta, no estaba seguro si era la dirección correcta, pero no tenia nada que perder, espero unos segundos hasta que afortunadamente salió la persona que esperaba, quien se lo quedo mirándolo un momento algo confundido antes de hablar.
- ¿Rogerina? o Roger supongo
Roger asintió con la cabeza y ambos sonrieron cómplices, John cerro la puerta tras él y ambos salieron a caminar tranquilamente por el barrio mientras fumaban un cigarrillo.
- ¿Dónde conseguiste mi dirección?
- Registro de alumnos
- Oh claro
- Brian ahora me odia
- Vaya
- No te preocupes, me lo merezco
- ¿Qué harás ahora?
- Pienso inscribirme nuevamente en la universidad, esta vez como Roger, a la carrera de Biología
John asintió con la cabeza satisfecho con la respuesta, pero Roger sabia que el castaño se refería a algo mas.
- En King's Lyn descubrí que me gustan los hombres, era algo difícil de esconder en un pueblo pequeño, nunca voy a olvidar la golpiza que me dieron los chicos del barrio cuando lo descubrieron... Aunque en parte estoy acostumbrado a las golpizas gracias a mi padre
Roger rio sarcástico y John frunció las cejas afligido por aquel relato, se notaba como el rubio intentaba contarlo como una anécdota divertida pero por dentro le dolía mucho, podría haber imaginado muchos motivos de la doble vida de Roger, pero jamás tal crueldad.
- Por suerte mis padres nunca se enteraron, en cuanto me anunciaron que nos mudaríamos a Londres imagine en rehacer mi vida, pero creo que fui demasiado lejos, sé que ahora puede sonar estúpido pero en su momento pensé que podría llegar a funcionar... Jamás imagine que me enamoraría
La voz de Roger se volvió algo melancólica terminando su relato el tiempo que apagaba la colilla contra la suela de su zapato, no le importaba si John se lo contaba a alguien mas, era algo que tenía muy atravesado en el corazón y debía soltarlo. La mano de John sobre su hombro lo hizo volver a subir la vista.
- Siento todo lo que pasaste Roger, pero lo importante es que seas tú mismo
- Si, es algo que aprendí por las malas...
- No se lo contare a nadie, cuentas conmigo
- Gracias, John, tu conmigo
Ambos se miraron con una sincera sonrisa, ahora tenían un amigo en quien confiar, y aquello no era poco en la catastrófica vida de Roger.
- Ahora es tu turno
- No se que contar...
- Vamos, se que eres hombre de pocas palabras, pero seguro tienes mucho que decir
- Ummm... Mi nombre es John Deacon y nací el 19 de Agosto de 1951...
La nieve cubría las calles de Londres, la Universidad ya había acabado dando lugar a las vacaciones de invierno y las fiestas de fin de año pasaron como una estrella fugaz. Era un año nuevo, y para muchos, una vida nueva.
- Debes llevarla a esta dirección
- ¡Entendido!
Tomo su bicicleta y salió a hacer el recado, era algo tedioso trabajar como delivery de comida rápida, particularmente en una ciudad capital, y mas en aquella época del año, pero era un buen trabajo temporal para ahorrar lo suficiente para alquilar un departamento estudiantil y comenzar nuevamente sus estudios en la Universidad. Llego a la dirección, tomo la caja de pizza y toco el timbre como de costumbre hasta que atendieron la puerta.
- Hola, gracias, puedes quedarte con el camb...
Ambos se quedaron petrificados como si la brisa invernal los hubiera congelado, allí estaba Roger el repartidor y Brian recibiendo la pizza, millones de cosas pasaron por la mente de cada uno hasta que por fin ambos reaccionaron tartamudeando a la vez en un intento inútil boba y obvia explicación de porque se encontraban allí.
- ¡Y-Yo solo trabajo como repartidor, no sabia que vivías aquí, lo siento!
- No, no, yo no tenia idea de que trabajabas para este local, solo quería una pizza
Hubo un silencio incomodo en el que ninguno de los dos supo que hacer hasta que volvieron en si recordando la "función" de cada uno, torpemente Roger entrego la pizza y Brian le pago, todo el sumo silencio, hasta que el rubio volvió sobre su bicicleta.
- Roger...
Volteo mirando a Brian sin saber muy bien que esperar.
- ¿Este es tu ultimo pedido?
- Si...
- ¿Te gusta la pizza de vegetales?
Roger se encogió de hombros y Brian se hizo a un lado de la puerta invitándolo a pasar sin la necesidad de pronunciar una sola palabra, Roger dudo un momento, se quito los guantes y volviendo ambos a mirarse con una sonrisa acepto la invitación.
FIN
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