Capítulo 2: La Dama Fénix

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Una mansión enorme con imponentes pilares de piedra lisa y suave, en los alrededores y dentro fuentes hermosas con agua cristalina y peces dorados, un palacio tan grande lleno de habitaciones donde vive una familia de criminales intocables y poderosos pero casi completamente vacío, entre estos muros es se encuentra una mujer de belleza inigualable; de largas y delgadas piernas, su cadera y cintura ocultas bajo su vestido azul brillante como un tesoro bajo el océano, ese escote bajo y profundo como un abismo dónde se esconden un par de pechos soñados, sus hombros al descubierto y su largos brazos, sus labios tan suaves, sus ojos oscuros y brillantes, ese cabello largo y lacio, una combinación mortal dando como resultado esa mirada asesina que pone a cualquier ser a sus pies. La chica jugaba con sus largas uñas sentada a lo largo de su sofá, hasta que entró la niña favorita de la casa la chica/gato Mar
- que me cuentas? - pregunto La Dama.
- Uno, dos, tres, cuatro, jejeje - como niña dulce respondió Mar.
- jejeje esa es mi niña preciosa️- reaccionó con mucho cariño a la respuesta de Mar.
- miau! - Mar se acercó a ella y la abrazó mientras que La Dama usaba sus uñas para peinar el cabello anaranjado y rizado de la pequeña - Shad viene en camino - dijo mientras ronroneaba, las puertas principales fueron abiertas por un joven realmente alto de casi 2 metros de altura, piel pálida, llevaba un abrigo negro, su cabello oscuro cubría su ojo derecho con un mechón rojo en ese flequillo, detrás de él, otro joven un poco más alto que él idéntico solo que sin el mechón rojo y usando solo ropa interior, ambos son conocidos como los Sombra.
- por qué estás desnudo? - preguntó La Dama asomándose por el balcón.
- le robaron la ropa - habló el menor.
- explícate - se dirigió La Dama al mayor pero este se mantuvo callado sudando frío - ahg! Solo ve a vestirte - dijo permitiéndole al mayor retirarse sin decir nada. La pequeña Mar se acercó y recibió al menor con un abrazo, el menor correspondió y le acaricio la cabeza
- vengo a informar los acontecimientos de la venta de la semana pasada - Dijo el menor - la policía nos está siguiendo el ritmo, si siguen así nos pisarán los talones - agregó.
- y que hay de los infiltrados? Para algo les pagamos! - exclamó La Dama molesta mientras que el menor se mantuvo en silencio - ahg! Quiero los datos del oficial de policía para cuando salga, me encargaré de todo yo misma - concluyó.

Narra Kato

El día de hoy fue un total disparate (badum tss) hubo una situación muy complicada pero ya todo está mejor y al fin estoy en casa donde... Que raro la luz no enciende-. Un golpe directo detrás de la cabeza me dejó inconsciente y realmente entumecido, a la lejanía un par de tacones dando vueltas en el piso de cerámica seguidamente de un gruñido de desesperación y una bofetada.
- cuánto tiempo piensas seguir durmiendo?! Mi tiempo es muy valioso como para perderlo aquí- habló tremenda mujer mirándome fijamente cruzando los brazos - llevas media hora! Dormido!!! - exclamó furiosa.
- en mi defensa tu me golpeaste con una olla de presión - respondí.
- como sabes que era de presión? - pregunto confundida.
- está por allá - le respondí, ella se volteó y la tomé del brazo, su reacción fue sacar de debajo de su vestido una pistola a y apuntarla en mi frente.
- con que derecho estás tocándome? - preguntó.
- con el mismo el cual tu usaste para irrumpir en mi casa, golpearme en la cabeza y me apuntas con tu pistola - respondí directo apartando su brazo y jalandola fuerte hacia mí, sentandola de golpe en mis piernas lo que pasó en ese instante fue algo totalmente fuera de lugar. Nuestros labios estaban unidos en un beso inoportuno, ella soltó la pistola yo la tomé y la arrojé lejos, me puso contra el sofá y con ambas manos en mi cuello intentaba asfixiarme desesperada mientras su rostro ardía sonrojado yo intenté alejarla y sin querer terminé apretandole sus pechos con ambas manos haciéndola enfurecer muchísimo más, en mi desesperación por respirar termine bajandole el top del vestido de un jalón, ella se volvió a subir el vestido, yo tomé la oportunidad para respirar todo lo que pudiera y cambiar de lugar acostandola en el sofá y yo sobre ella.
- vaya ahg! Eres increíble - continuaba jadeando - por qué estás aquí? - pregunté sujetándole los brazos. Ella se mantuvo en silencio casi perfecto, solo se podía escuchar su respiración - está bien, te haré hablar de una forma u otra - al escucharme ella frunció el seño, me acerqué y la besé notando cómo el sonrojo en sus mejillas cubría todo su rostro, un suspiro se escapó de sus labios - vaya! Pensé que por arte de magia te habías vuelto muda - esperaba una respuesta pero se mantuvo firme - supongo que tengo que romper el encantamiento - volví besarla - primer intento. . . Parece un hechizo muy fuerte - otra vez - y si digo por favor? - seguía indiferente y sonrojada, cuando del cielo me calló una idea - entonces si no te opones puedo probar otra cosa - me bajé hasta su cuello besándolo delicadamente ella lo disfrutaba y se mostraba menos tensa, bajé mi mano para desnudar su pecho y tocarlo, jugaba con sus pezones y ella lo disfrutaba toqué su entrepierna y me dió con la rodilla directo al estómago, se levantó e iba por la pistola me abalancé sobre ella pero tropecé y caí sobre ella rocé mi zona con su trasero, la sujete dónde estaba ella se desesperaba y de nuevo otro golpe a la cabeza.
Desperté en el piso boca arriba con la ropa rasgada, no habían rastros de la misteriosa mujer todo estaba en su lugar limpio y ordenado, todo lo que quedaba era la sensación de sus labios con los míos, en fin, era de noche y me fui a dormir tal cual como estaba.

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