Capítulo 3: Placer, deseo y drogas

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Narra Magnum

Al llegar el viernes nuevamente recibí el encargo para entregar el fin de semana obviamente tome lo que me corresponde como de costumbre, debía entregar cada uno de los frascos en direcciones al rededor de toda la ciudad me llevaría todo el día entregarlos todos tomando el autobús, no quería trabajar en pleno fin de semana y más sabiendo que en el burdel estaba la mujer de mis fantasías, después de 15min esperando en la parada del bus termine pidiéndole al jefe adelantarme el sueldo para comprarme una bicicleta.

Llegué a una casa pequeña con un enorme jardín con flores de todos colores nunca había visto nada igual, para mí segunda sorpresa quien estaba en esa casa era El detective Daniel.
- oh, Magnum. Bienvenido que te trae por aquí? - me recibió con amabilidad mientras yo buscaba como explicar mi presencia en probablemente su casa - supongo que te tienen de mula - me descubrió ;-;.
- si... - con desgano le entregué lo suyo.
- si fueras con la frente en alto tal vez te tratarían mejor, hazte notar y no metas la pata - dijo dándome ánimos.
- no sabía que vivías en una casa tan... Floreada? - dije por curiosidad.
- no no, digamos... Que estoy de visita - dió un pequeño guiño y cerró la puerta. Me retiré lo más rápido posible del lugar no quiero más problemas ya había perdido tiempo con esa parada, tanto pedalear comenzó a darme hambre tras entregar otro encargo pase frente a una pequeña cafetería con flores en las ventanas extrañamente familiar, una chica me atendió muy amable compré unos sandwiches de jamón y queso y un Gatorade bien frío continúe mi jornada a toda prisa.

Narra Pau

Estaba muy emocionada mis nervios llegaban a tal punto de provocarme náuseas pues el viernes, osea ayer, a mitad de la nada que estábamos haciendo en el trabajo;

"Kato miraba al techo mientras Magnum borracho de la pega estaba dormido de boca en su escritorio probablemente ahogándose en el refresco derramado, de repente se escuchó una especie de tilín de moneda haciéndonos saltar de nuestros asientos y buscar en el entorno la supuesta moneda, al levantar mi teléfono resultó ser un mensaje que había recibido me quedé en shock era Noa!!!. Cuando volví en si me di cuenta tenía a Kato y Magnum pegados a mí mirando mi teléfono conmigo, apague la pantalla y comencé a correrlos por chismosos estos comenzaron a chalequearme y preguntarme por Noa <3 (si, así lo tengo registrado) a saber si era mi novio, mi amante, amigo con beneficios.".

Me asomaba al balcón del edificio en la espera de Noa pero para mi sorpresa en la otra calle se encontraba Magnum tocando a la puerta de una casa intenté acercarme para analizar los objetos en su mano.
- esperas a alguien? - preguntó Noa haciéndome saltar en mi.
- N-no nada - respondí agitada, volví a mirar abajo y no había nadie llegué a la conclusión que era producto de mi imaginación - entonces eres nuevo en la ciudad? - volví a concentrarme en Noa y entramos a mi casa.
- la verdad no tanto pero con el asunto de las drogas y los secuestros me gustaría que me orientaras para evitarme un mal rato - se sentaba en el sofá mirandome mientras hablaba.
- oh, bueno... Es... Dame un momento - fui a mi cuarto y regrese con una pizarra llena de apuntes y notas de colores.
- guau - Noa se mostró sorprendido, miré mi pizarra por un momento.
- oh, espera - le di la vuelta mostrando un mapa de la ciudad con varias lugares marcados y múltiples hojitas de notas al rededor de todo el marco - aquí tengo marcados los últimos lugares en dónde se encontraron rastros de drogas y este de aquí fue donde estuvieron por entregar un gran cargamento ya decomisado por el departamento de investigación - finalicé con un suspiro agotada por lo emocionante que fue compartir mis análisis con alguien que me gusta tanto.
- vaya... Son muchos, te especializas en criminalística? - pregunto haciéndome entusiasmar mucho más.
- si, me fascina, incluso me gradué con honores quieres ver mi título? - le pregunté con una sonrisa, Noa se quedó pensándolo por unos segundos y antes de responder tocaron la puerta. Al abrir mi jefe Kato entro como perro por su casa saludando y sentandose en el sofá junto a Noa, se presentó, se levantó y me llevo hasta mi cuarto de un empujón.
- que estás haciendo!? - exclamó en voz baja.
- lo sé... Lo lamento, se supone que no debo mostrarle investigaciones a desconocidos - cabizbaja me desanimé por completo.
- ah, si. Eso también es malo, pero me refiero al hecho de estar abarrotando al pobre chico de información innecesaria va a saber lo loca que estás - me regañaba manteniendo su tono de voz en susurros.
- que? - estaba completamente desconcertada.
- toma tu bolso y tú teléfono, sácalo de aquí se va a asfixiar el pobrecito! No te preocupes por Valentino me quedaré aquí cuidándole - me dió mis cosas y me saco a empujones de mi cuarto - Vaya! Quien iba a imaginarlo Valentino está sin comida, joven Noa podría acompañarla a comprar el alimento para el perro por favor no tiene que apurarse les dará tiempo de conocerse y hablar - sonrió y susurro a mi oído - no te preocupes te doblare el sueldo - finalmente nos sacó y fuimos hasta el auto de Noa, cómo buen caballero me abrió la puerta y nos encaminamos hasta el supermercado.

Narra Magnum

Finalmente ya había entregado todo era de casi noche justo a tiempo para ir a encontrarme con mi chica misteriosa regresé a casa para tomar una ducha y prepararme para el encuentro mientras llegaba la hora, caminaba por la calle cuando ví pasar la limosina la seguía con la mirada esperando a ver si ella estaba adentro y terminé chocando con un poste de luz.

Ya dentro del burdel comencé a buscarla con discreción pasando de mesa en mesa pero comenzó a darme flojera el seguir de pie y fuí a sentarme en el mesón del bar, pedí me sirvieran una copa mientras la pasarela comenzaba a encender sus luces sonando House of cards de los Bag Tang Boys, me giré un poco para ver el espectáculo y descubrir a la estrella más brillante de la noche bailando en el tubo usando unas largas medias negras con ligas sujetas de la ropa interior, un corsé bien ajustado y los labios pintados de rojo sangre, no pude ver sus ojos cubiertos por su cabello. Al terminar el show la seguí hasta su camerino no pude acercarme mucho pues la acompañaba un guardaespaldas vestido todo de negro y realmente musculoso, el solo mirarlo da la impresión de que en cualquier momento te fuera a despedazar si nota tu presencia, finalmente se fue y pude acercarme a la puerta la abrí un poco para asegurarme no hubiera nadie más adentro, ella sacaba de una nevera una lata de Coca-Cola y una pequeña bandeja de torta 3 leches mientras ella disfrutada sus cosas yo saqué de mi bolsillo el frasco de drogas y tomé un sorbo, entré y cerré la puerta con seguro.
- largo de aquí! Tu quien eres?! - al notar mi presencia se alteró y volteó a verme me acerque, sujeté  con fuerza para besarla pasando el líquido de boca a boca, esperé unos momentos a que hiciera efecto mientras la abrazaba quite de sus ojos parte de su cabello y ahí estaba sus ojos tornados lila fluorescente y bajo ellos unas marcas negras que bajaban sobre sus mejillas, cómo era realmente bajita ante mi la senté sobre su peinadora para poder besarla más cómodamente ella aveces me intentaba alejar pero terminaba sucumbiendo ante los efectos de la droga, besaba su cuello saboreando el olor a dulce que emana su cuerpo soltaba un poco su corsé para probar sus pechos, ella comenzaba a gemir por más intentar no podía contenerse me sentí diferente mientras lo hacía alcé mi mirada hasta el espejo y descubrí mis ojos teñidos de lila probablemente se filtró un poco del líquido a través de mi garganta, otra razón parar tener mi miembro erecto no resistía ni un segundo más me desabroché el pantalón e hice a un lado su panty su interior era tan estrecho,  ella gemía y sollozaba me movía lento para no lastimarla tanto, me sujetaba con cada vez más fuerza en el calor del momento la volví a besar mientras mirabas sus ojos húmedos cegados por el placer, tras separarnos por la falta de aire sentí un ambiente muy perturbador aproximándose me alejé de ella para arreglarle la ropa y el cabello, me escondí detrás de la puerta mientras su guardaespaldas entradaba al darme por completo la espalda salí a paso apurado y cuando me di cuenta ya estaba afuera, no podía creerlo me salí con la mía : D pero eso sólo duró unos segundos, cruzaron la puerta unos lobos negros grisaseos feroces sedientos de sangre por la mirada que tenían, intenté hacerme el loco caminando de lo más tranquilo alejándome pero me persiguieron comencé a correr - de haber sabido que esto pasaría fuese traído la bicicleta - hablé conmigo mismo mientras trataba de safarme las fieras detrás de mí, solo podía correr en zigzag esperando a perderles el rastro si iba a mi casa me encontrarían los del burdel entré en un callejón y comencé a lanzarles la basura que encontraba, por unos momentos logré adelantarme y terminé metiéndome en un contenedor de basura cubriéndome de suciedad para evitar siguieran rastreando mi olor incluso contenía mi respiración, solo escuché a los lobos seguir corriendo y luego un par de autos a toda velocidad no era seguro salir bajo ninguna circunstancia, estaba tan cansado.

Narra tiva (Ba Dum Tss : D .... Ok no qwq)

Un albino de ojos grises le proporcionaba a la chica un antídoto para liberarla del mal de la droga mientras un chico idéntico de cabello negro camina de un lado a otro en la habitación.
- no podemos decirle esto a Nao - hablo el albino mientras confortaba y arropaba a la chica.
- por qué no?! Todos tienen que saberlo!!! No voy a sentarme hasta que ese hijo de su mamá pague con su sangre por lo que hizo! - un aura negra se formaba a su alrededor.
- se pondrá peor y a causa de tanto estrés puede enfermarse, yo te ayudaré en lo que sea pero no más enfermos... - le suplicó.
- AHG!!!! - furioso levanto una silla y la estrelló contra la pared.

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