Every Little Thing

01. Olfato

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Aclaraciones antes de leer:

->Este fic ignora los sucesos de Yashahime, solo he tomado a Moroha.

->Este fic no es cronológico. Es decir, puedes encontrarte un capítulo de Moroha bebé, al siguiente ya siendo adolescente y el que sigue cuando estaba en el vientre de Kagome. No son cronológicos, pero si siguen una línea argumental. (Sí, como dirían en el fandom de Miraculous, Aqua y sus rompecabezas)

->Por lo general serán Drabbles de menos de 500 palabras, salvó que me emocione con algún tema.

->No hay una fecha de actualización fija. Puedo actualizar días seguidos o uno a la semana. Todo depende de mi inspiración.

->Gracias por leer. 😉

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1.Olfato – (428 palabras)

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Ya era bastante entrada la noche en la pequeña aldea, la suave brisa nocturna no era suficiente para mover la cortina de paja que protegía aquella cabaña a los pies de un escuálido árbol, donde uno de sus habitantes permanecía despierto, como en vigilia, pero es que ¿cómo dormir con aquello que había sucedido horas antes?

Solo podía ver maravillado a su esposa que dormía profundamente a causa de la fuerza sobre humana que había tenido que realizar para que esa pequeña estuviera, ahora, durmiendo a su lado. Aun no podía creer que aquel diminuto ser fuera suyo, quee sea la prueba viviente del amor que había entre él y Kagome, una continuidad en el tiempo de ambos.

Estaba maravillado con ese milagro de la vida.

Nunca había creído que ese cálido sentimiento pudiera albergarse en su corazón, ese corazón humano que latía solo por ellas.

La vio moverse arrugando su cara, ¿iría a despertar? ¡No podía permitir eso! Kagome debía descansar.

Se enfocó en sus manos, tratando de recordar como era que Sango le había explicado como tomar un bebé cuando las gemelas habían nacido. Con una mano debía sostenerle toda la cabecita y la otra mano debía ponerla a la altura del pañal de tela, para darle seguridad y firmeza.

¡Bien! Estaba listo para intentarlo. Acercó sus manos hacia la bebé, pero se detuvo a solo unos centímetros.

¿Y sí la lastimaba? ¿Qué tal sí...?

Sacudió su cabeza para dejar escapar todos sus miedos. ¡Vamos! ¡Él había enfrentado y derrotados monstruos gigantescos! ¿Cómo iba a perder con un bebé?

Bueno, quizás porque no era cualquier bebé, era el suyo.

Volvió a notar como la pequeña seguía moviendo su pequeña cabecita con el ceño fruncido, iba a despertar, ya lo veía venir...

Finalmente, cedió tomando a la pequeña como había practicado unos segundos antes. Por alguna razón, la bebé se tranquilizó volviendo a relajar su sueño. Inuyasha sonrió y acercó a la pequeña un poco más a su rostro, para olfatearla.

Su pequeña Moroha tenía un olor familiar, un olor que podría hacérsele muy conocido, pero a la vez, era único. No pudo evitar que su pecho se estrujara por el sentimiento que lo recorría en ese momento.

Estaba seguro que todo se debía a Kagome, porque a él le costaba horrores creer que había participado en aquella bella creación que tenía en sus manos.

La acomodó en su brazo derecho y volvió a olfatearla, como si buscara aprenderse aquel aroma de memoria.

—Bienvenida, Moroha —le susurró, apoyando levemente su frente a la de bebé—. Bienvenida.

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¡Comenzamos algo nuevo!

Sí, sí, tengo otro en proceso, pero quiero esperar a que termine Yashahime para continuarlo... Mientras, haré esta especie de Universo Alterno dentro del mundo Canon sobre como fue la crianza de Moroha por parte de sus padres... pero más por parte de Inuyasha.

¡Espero que me acompañen!

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¡Nos leemos!

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Aquatic~

18 de Marzo 2021