Vida despues de la muerte. (Larry Stylinson)

8° Cap.: Quiero preguntarte sí...

Louis.

Repasemos mi día.

Desperté y a mi lado tenía a Emily mirandome como sí ella fuera una mosca y yo su luz. Me asusté un poco, lo admito, aun no me acostumbro a no estar solo todo el tiempo.

Fui a la universidad en cuanto había llegado la mujer que cuidaba de Jake.

Descubrí que Abby y Trice eran amigas de Emily antes de que ella muera.

Fui a trabajar con Emi y Jake, luego vino Lottie y me quede solo con Emi.

Cerré el lugar a pedido de mi jefe.

Casi me roban/violan/secuestran/asesinan. Gracias a una sadica sonrisa de Emily el tipo salió espantado.

Me mensajee con Harry y me entere de que estaba borracho y solo en un bar gay.

Fui por él en un bus asquereso y frío.

Ahora manejo su auto rumbo a mi casa con él dormido en los asientos de atrás.

- No planeabas terminar asi tu semana, ¿eh? - Mire a Emily a mi lado un segundo y volví la vista a la carretera.

- No, la verdad que no - Sonreí sincero.

- Pero no esta nada mal, tienes a tu amor platónico en el asiento de atrás. Lo tienes a tu merced.

- Lo sé.

- ¿Vas a follartelo? - El volante se escapó de mis manos y el auto casi se desvía.

Casi.

- ¡NO! ¿¡Es que acaso no tienes filtro!? - Emily me dedico una sonrisa inocente y volvió su vista hacia adelante. La imite antes de provocar un choque múltiple.

- Mi filtro se averió cuando morí.

- Lo noté - Giré en mi calle y estacione delante de mi casa.

- Quiero chocolate - Mire a Harry sobre mi hombro, seguia dormido y se estaba comiendo su propio pelo. Apreté los labios para aguantar la risa.

- Harry, arriba - Estiré mi brazo y acaricié su cabello. De a poco fue abriendo sus ojos y sonrio.

- Hola, Lou.

- Hola, Hazza - Le sonreí y acaricié su mejilla - Ven, vamos a la cama.

- Eso sono mal en todas las maneras y sentidos de la frase.

- Cállate, Emily. Entra a la casa, ¿quieres? - Susurre bajito para que Harry no escuchase, aunque dudo que recuerde alho mañana. Emily asintió con una pequeña sonrisa y camino hasta desaparecer a través de la puerta - Harry.

- ¿Sí, petalo? - Estiró su brazo hasta alcanzar mi rostro y acariciarlo. Le sonreí.

- Tienes que bajar del auto.

- Sólo sí me das un beso - Suspire y salí del auto para rodearlo y abrir la puerta del coche.

- Sal de ahi, Harry.

- ¿Y mi beso? - Mordí mi labio.

- Solo cuando salgas - Harry se arrastró hasta salir del auto. Cerré la puerta y tomé su mano para arrastrarlo hasta la casa. Una vez adentro sentí sus brazos rodearme la cintura y sus labios acariciar la piel de mi cuello erizandola, enviando escalofríos por todo mi cuerpo.

- ¿Mi beso, pétalo? - Me giré en sus brazos.

- Mañana, lo prometo. Vamos a dormir - Asintió con los ojos cerrado los guié hasta mi cuarto y lo sente en mi cama. Le quité la bufanda y el abrigo, los zapatos y el pantalon. Lo ayudé a entrar en la cama.