2° Cap.: Empatía.

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Abrí mis ojos de golpe. Estaba recostada mirando una lámpara en el techo, pero ni siquiera me molestaba, es decir, no nesecitaba parpadear para acostumbrarme a la luz. Frunci el ceño extrañada y me senté en mi lugar, note que estaba en una camilla.

Estoy en un hospital. Un segundo... ¿sobreviví? Recorrí con la mirada la habitación. Las paredes eran blancas, al igual que la camilla. No hay ventanas, no hay puerta, hay un espejo y el marco también era blaco. Esto es raro. Bajé mis pies descalzos de la camilla y despacio pero no hay dolor, ni siquiera una mínima contractura, estoy perfecta. Camino despacito hasta el espejo evitando completamente mi reflejo hasta tenerlo enfrente.

Estoy maquillada como cuándo sali de casa, solo que mi ropa es ahora un fino vestido blanco de algodón. Es simple pero muy lindo, me recorrí el cuerpo con la mirada, ni un moraton, corte. Nada, recordaba el accidente pero...

- ¿Qué diablos sucedió? - Suspire y llevé las manos a mis ojos. No recuerdo que sucedió luego del accidente y... NECESITÓ saber. Oí como alguien detrás de mi se aclaró la garganta y me sobresaltes. No sentí mi corazón acelerado sólo un pequeño escalofrío recorrerme el cuerpo. Me voltee rapidamente, se suponía que no había puertas. Otro escalofrío me recorrió, esta vez si lo sentí bien - ¿A-abuela? - No, no, no, no, no, no. Ella estaba muerta.

- Hola, cielo - Me sonrió -. Ha pasado tanto tiempo, Emily. Ya eres toda una mujer - Me reí y ella amplio su sonrisa mirandome con ternura. Me acerqué para abrazarla cuándo abrió sus brazos.

- Te he extrañado tanto - Dije con la voz algo rasposa.

- Y yo a ti, pequeña. No sabes cuanto - Acarició mi cabello, ella siempre lo hacia, suspire en sus brazos relajandome - Escuchame, Emily. Nesecitas saber algo.

Me separe sonriendole y asenti para indicarle que prosiga.

- Estas consiente de que estás muerta, ¿no? - Oh, eso me choco. Duro en el pecho. Tragué saliva bruscamente y asenti -. Bien, antes de acompañarme en descanso eterno,  tienes algo asi como... una misión -Ok, ya estuvo. ¿Qué clase de estupida broma es esta?

- Estas bromeando - Sentencie soltando una pequeña risa.

- No, Emily, esto es serio. A ver, te explicaré.  Cuando dejaste el mundo de los vivos lastimaste desgarradoramente a alguien - Alce una ceja, habia olvidado lo melodramatica que podia llegar a ser mi abuela - Ok, esta bien, no tan asi. Pero si heriste demasiado a esa persona, no intencionalmente - Aclaró- No te atrevas a culparte - Rió cuando noto que seguia confundida. Bravo abuela, burlate de tu nieta lela - Ven, te mostrare algo - Me tendio una mano y la tome. Me guió hacía una puerta que hasta el momento no se encontraba allí, ¿cómo rayos ocurren estas cosas?

Entramos en una hanitacion, esta si es una habitación de hospital.  Bueno, mas bien una sala de operacioner pero estaba vacia. Mire a mi abuela sin entender que haciamos allí pero ella tenía la vista fija en las puertas que segundos despues se abrieron de golpe. Un grupo de enfermeros y doctores alrededor de una persona.
Me lleve las manos a la bova para omitir un pequeño grito.

- Oh por dios, esa soy yo - Mi cuerpo estaba tendido en la camilla con un respirador y cables y... ash.

- Doctor, la estamos perdiendo - Oh, ete es el momento en el que morí.
- Necesito salir de aquí - Sali por las puertas hacia la recepcion y ahí estaba. Con los ojos rojos y lagrimosos. Comencé a sentir latidos acelerados en mi pecho y como una fuerza me oprimia el estomago - Harry. A él lo lastime, ¿no es asi? - Mi abuela se posicióno a mi lado y asintio apretando los labios.

- Asi es.

- Harry,  ella es fuerte peleará hasta el ultimo momento, ¿lo sabes? - Harry asintió en dirección a mi padre y este lo abrazó como si fuera su hijo. Siempre tuvieron una buena relación. Harry sollozo y el corazón se me encogió... pero yo estaba muerta.

Vida despues de la muerte. (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora