AMYEstoy tan enojada... no puedo creer que mis padres no me entiendan en absoluto, yo no pedí ser princesa nunca, pero ellos no lo entendían. Yo no quería ser princesa, yo lo único que quiero es tener una vida normal, tener amigos, ir a la escuela, poder salir a andar en patineta sin que alguien te diga: una princesa no debería de hacer esas cosas. Todos tenían expectativas muy altas sobre mi, y mas aún mis padres, ya que eran los únicos que sabían que yo era especial, pues era una PASH, Princesa, con instintos de Asesina, Semidiosa en mi Reino y con poderes de Hada.
Ya tenía todo preparado, iba a salir a andar en patineta después de desayunar, como todas las mañanas, pero cuando iba a salir me encuentro con Gina.
-Princesa Amy, sus padres salieron esta mañana, según tengo entendido, no volverán en un tiempo, tengo ordenes de que se quede en el castillo hasta que regresen.- me informó Gina, mi mucama.
<<No podía creer que mis padres se habían ido, sin si quiera despedirse o decirme a donde iban. Y como siempre no podía salir del castillo, era su forma de alejarme del skate, y de decirme que me comportara como princesa, claro, no iba a funcionar.>>
-Gracias Gina, puedes llamarme Amy, no es necesario que me llames princesa.- le dije, pues no me gustaba recordad que en realidad era una princesa.
Volví a mi cuarto, usé mis poderes de hada para volverme invisible y dejé música sonando en mi habitación para que nadie se percatara de mi ausencia. Cuando salí del castillo me di cuenta que había olvidado mi patineta, pero ahora no podía volver al castillo, así que me encaminé hacia el sótano, dónde mis papás guardaban todas las patinetas que me habían quitado, entré al sótano por la entrada que se encontraba detrás del castillo, estaba todo muy sucio, nadie había entrado ahí en mucho tiempo, encontré mis patinetas en una caja, y tomé la última patineta que me habían quitado.
Salí del sótano, me volví invisible para que no me vieran los guardias que estaban a las afueras del castillo, y me encaminé hacia el bosque.
Amaba mi reino, Roalyn, era tan hermoso todo, tenía senderos por todos lados, puentes colgantes, árboles tan altos que no llegabas a ver donde terminaban, un increíble río en medio del bosque, y por supuesto mis lugares preferidos para el skate, que eran las carreteras que quedaban en las afueras del reino. Amaba tanto salir del castillo y pasear por mi reino, pero mis papás decían que no era digno de una princesa andar paseando por el bosque y andando en patineta, no les gustaba, y a mi me dolía que no me aceptaran como realmente soy.
Mis instintos de asesina me sacaron de mis pensamientos, pues algo me decía que no estaba sola, sentía que alguien me estaba observando, seguí caminando hasta llegar a mi lugar favorito para andar en patineta, pues era una pista para el skate que había puesto sin que mis papás lo supieran, empecé a patinar, estaba tan relajada andando en patineta, hasta que mis instintos se encienden otra vez, esta vez lo sentía más cerca, así que saqué mi daga y estuve alerta.
-Amy Rhosyn Caeli Adams, esperaba encontrarte aquí...- salió de pronto un hombre de detrás de los árboles.
-¿Quién eres? ¿y como sabes mi nombre completo?- fingí estar asustada, pero en realidad no lo estaba, él no tenía ni idea de con quién se estaba metiendo.
Mis instintos me decían que sus intenciones no eran buenas, el no me contestó y solo se fue acercando lentamente, con mis instintos activaron todas mis defensas, visualicé las posibilidades y opciones que tenía.
Mis instintos me decían que me hiciera invisible, y así lo hice, el hombre parecía sorprendido definitivamente no se esperaba eso, se puso alerta y sacó una cuchillo de su bolsillo, veo como agarra un radio y pide refuerzos.
-Amy se que estas ahí, sal o las cosas se van a poner feas.- me amenazó.
Sostuve mi daga fuerte, y me acerqué a él, cuando estaba atrás de él, le agarre las manos, lo tiré al suelo, me volví visible de nuevo y lo amenacé con mi daga.
-Te vuelvo a preguntar ¿Quién eres? ¿Qué quieres? ¿Cómo sabes mi nombre? y ¿Para quien trabajas?- le dije amenazante y con mi daga en su cuello.
Mis instintos me dijeron que saliera de ahí lo antes posible, había llamado por refuerzos y no iba a ser buena idea quedarse a ver que pasaba. Me volví invisible tomé mi patineta y salí corriendo hacia mi castillo. <<¿Quién era?¿Cómo sabía que iba a estar ahí? nadie sabía de mi lugar favorito para el skate, solo yo. Y muy pocas personas sabían mi nombre completo ¿Cómo lo sabía?>>
Cuando llegué al castillo, me dirigí hacia el sótano, pues tenía que devolver la patineta a su lugar. Cuando estaba saliendo del sótano, me tropecé con algo, me fijé en el suelo, y había algo diferente, nunca lo había notado, pero en una parte del sótano, el suelo era diferente, mis instintos se activaron, algo había ahí, y ahora tenía que descubrir que. Descubrí que la parte del suelo que era diferente estaba un poco suelta, la intente levantar, y después de un rato tratando de levantarla lo logré, era como una puertilla en el suelo, se levantaba y había un hoyo muy profundo, que caía y no se veía dónde terminaba, era el espacio suficiente como para que callera una persona, solo alguien loco se aventaría en ese hoyo, pero mis instintos me decían que me aventara, había algo que me llamaba ahí abajo, algo me decía que todo esto tenía que ver con lo que me había pasado en el bosque, y mis instintos nunca se equivocan. No lo pensé dos veces y salté, la caída fue larga, pero no me dolió la caída, presentía que el lugar estaba encantado para que al momento de caer, no doliera.
Puse atención a lo que había a mi alrededor, estaba en un túnel subterráneo, estaba todo muy oscuro, pero se veía una luz al final del túnel, aunque no se alcanzaba a ver que era. Caminé por el túnel, y cuando llegué al final, no podía creer lo que estaba viendo, estaba en un lugar maravilloso, había una cascada, todo estaba lleno de flores, el lugar parecía mágico, pero lo que más me sorprendió, es que tomando agua del río, había 4 pegasos hermosos.
Me acerqué a los pegasos, eran muy amigables, y muy hermosos, no lo podía creer. Me percaté de que había una puerta camuflada con una enredadera hermosa. Y había un patio hecho de piedra justo antes de la puerta, tenía algo grabado en la tierra, un mensaje:
"Encuentra a las otras PASH, las necesitarás".
Según mis padres, solo yo era una PASH, no sabía que existían otras, no sabía a lo que se refería el mensaje, pero me percate de que estaba oscureciendo, y tenía que encontrar la forma de volver al castillo antes de que oscureciera y alguien se diera cuenta de que no estaba.
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Bosque de misterio y realeza
RandomCuando 4 princesas son atacadas y sus 4 reinos peligran, tienen que descubrir este misterio y derrotar al mal que las acecha, luchando contra el hecho de que sus personalidades y reinos son completamente diferentes. Podrán lograrlo antes de que sea...