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—Lance— digo.

El moreno me mira y su ceño fruncido incrementa. Después de dos años en un abismo cuántico he regresado con mi madre, un amigo peludo y una Alteana, más viejo y más alto. Apenas teniendo tiempo para nada porque esto es una guerra y estamos actuando lo mejor que podemos.

Ahora que podemos descansar tengo la oportunidad.

—Me gustas— digo sin saber de dónde saqué el valor. El moreno no responde y yo quiero vomitar.

Cuando miro en su dirección el está en estado de Shock.

—¿Y bien?— presiono, no puedo creer que tras todos esos pensamientos vaya a ser rechazado.

—Huh— dice y yo quiero golpearlo porque eso no es una respuesta. Su rostro se pone rojo y luego suelta una carcajada.

Voy a golpearlo.

Me acercó amenazador, pero el pone una mano mientras trata de recobrar la compostura.

—No puedo creerlo— dice entre risas innecesarias. Se está burlando de mí—. Todo este tiempo...

—Me voy.

Y no le doy tiempo a decir nada más porque termino encerrándome en mi león junto a Shiro que se está recuperando lentamente.

Estúpido Lance, ¿Qué tiene de especial? Odio sentirme así por un mocoso idiota y egoísta... De lindos ojos azules y piel morena, de sonrisa encantadora, protector y detallista...

No me doy cuenta que estoy llorando hasta que las lágrimas ya no me permiten ver adecuadamente.

He caído muy duro.

Si Lance fuera mi novio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora