Primera batalla

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Cap 2.

Estaba en camino al palacio Westminster, desde luego no podría mandar a mi padre, ni siquiera le habíamos dicho, para él en estos momentos es mejor que esté tranquilo, ahora que al parecer al fin está reaccionando a los medicamentos, mi padre tiene leucemia, y desde la muerte de mi madre, su vida parece haberla, perdido también. Sin darme cuenta ya estaba frente al hogar de ese imponente hombre, quedaba muy cerca de nuestra casa, así, que no me demoro más de diez minutos llegar, sentía mi cuerpo como gelatina, y más, porque ni siquiera sé como es, y es raro, digo viviendo tan cerca, pero es que el sale de su casa, muy rara vez, como un hombre de negocios, de la casa al trabajo, o eso decían, el tiene las mayor agencias de hoteles y viajes de todo el mundo…

Al llegar, el portero me vio con cara de ¿lastima?, ¿veneración?... y al comprobar quien era, solo me dijo – mucha suerte, esta de malas, - seguramente, me encontraba totalmente pálida, las piernas me flaqueaban y a duras penas le podía seguir el paso, hacia el interior del palacio, era incomodo, y sobretodo abrumador estar aquí, sin duda era un lugar precioso, pero se sentía muy frio y solitario, el portero me dejo en la puerta, donde me recibió, el que seguramente era el mayordomo, me condujo al interior hasta llegar a un saloncito, donde me hizo tomar asiento, y me dijo…-el señor Anthony Matthews, la recibirá en breve… sentía los nervios a flor de piel, unas punzadas en el estomago a no más poder y entonces el ambiente se volvió frio, y silencioso, muy silencioso, ni siquiera podía escuchar mi propia respiración, delante de mi esta el señor Anthony Matthews, ni más ni menos…

-señorita Beaumont, sígame…- me dijo, con una voz gruesa, y desde luego, muy, muy masculina, así, sin más simplemente se giro, y me hizo seguirle hasta lo que parecía ser su despacho me indico un lugar y el tomo el de enfrente…

-SUPONGO QUE ESTARÁ ENTERADA, DE LO QUE OCASIONO SU HERMANA, ¿CIERTO?...- yo solo asentí. Y el siguió hablando…-yo acababa de llegar a casa después de una semana muy agobiante, y con que me encuentro, ¿SABE CON QUÉ ME ENCONTRÉ? Con su hermana dañando propiedad privada…

-ESO NO ES CIERTO, FUE UN ACCIDENTE- le dije exaltada.. este hombre hacia ver a mi hermana como un vil delincuente, como un vago…

-¿Qué no es cierto? Y como llama usted, el lanzarme un bate justo en el momento de que abrí la puerta, si no me cree compruébelo, por si misma…- y se levanto de su lugar, y cuando creí que saldríamos, para que me mostrara la supuesta prueba, el se poso por delante de mi, a solo unos mm de distancia, podía sentir su respiración, podía ver claramente sus preciosos ojos verde agua…

-mire, véalo por sí misma. – dijo ya bajando un poco su brusquesidad  en la voz, me mostro una zona que estaba por arriba de su precioso ojo, verde agua, y entonces la vi, este sujeto hacia un pancho, por una pequeña marca, se veía profunda, pero nada grave, sin duda estaba un poco colorado aun pero, lo repito nada grave, así que hice como que no la vi y dirigí mi vista directo a sus ojos, levantando una ceja.

-¿Qué, no lo ve acaso, esta ciega o qué?...

-lo que veo, es que usted es un exagerado- el levanto las cejas parecía ofendido, pero yo seguí hablando sin importarme su reacción..- aunque me vea así señor, usted me ha hecho venir solo porque tiene un rasguño, minúsculo, sin duda es un exagerado y un llorón…- woo no se por donde este yendo esta conversación, pero lo que pasa es que este hombre es muy exasperante…

-¿acaso, usted me acaba de insultar? – ok este hombre era un bipolar al principió, me grita y ahora hasta parece que le causa gracia… osea…

-¿me puede decir para que me cito?

****Anthony Matthews****

Por primera vez en la vida, una mujer se a atrevido a gritarme, jamás en mi vida nunca nadie me había gritado, salvo mi madre claro, mi propósito con traerla aquí era hacerla pagar por todos los daños, absolutamente todos, y desde luego que así, será, por favor en que pensaba, ¡dejarme manipular por una mujer! , oh no eso, nunca, nunca más…

-claro, señorita Beaumont, lo que yo quiero en este preciso momento es que me page, todos los daños, no más y no menos. – ella palideció momentánea mente pero contesto, de inmediato.

-¿de conto estamos hablando?

-no se preocupe, no sobrepasan de los cien mil euros, usted me paga y yo no levanto cargos.

-¿Qué? Esta de broma, verdad.

-no señorita yo no bromeo.  Así que usted me paga en no más de una semana y yo no levanto cargos. Comienzo a levantarme, para indicarle la salida, pero ella no se mueve, entonces voltea a verme con los ojos cristalinos, que solo, por un momento, me causa, ¿Qué?.. lástima, si seguramente, pura lastima, que mas sino… 

-¿pero señor Matthews, yo no tengo esa cantidad de dinero, mi padre está enfermo y tengo que comprarle miles de cosas, sin contar los estudios de mi hermana, muy apenas y salimos a raya.?

-pues consiga otro empleo.- dije regresando a mi lugar.

-es imposible trabajo todo el día, solo tengo libre los domingos y sin contar que aunque lo consiguiera, será imposible reunir esa cantidad de dinero en una semana.

-y que propone.

-vale, no lo sé, pero estoy dispuesta a hacer lo que usted, quiera- eso, sonaba tentador, una sonrisa escapo de mis labios, lo cual, hizo que el rostro de bella se contrajera, y enseguida se corrigió.

-no esa clase de cosas, es usted un degenerado.-si lo era, vale no soy de hierro. Aunque me atrevería a decir que mi corazón sí.- yo me refería, a trabajar para usted, sin sueldo, hasta cubrir la deuda o algo así.- mmm es una lástima, pero que mas, la idea, no es del todo mala, en este último viaje mi secretaria salió huyendo, ninguna logra quedarse por más de un mes, son unas holgazanas, tal vez sea buena idea, pero tenerla tan cerca sería una gran tentación…

THE BEASTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora